La asociación de autocaravanistas Acral, que tiene 50 socios en Fuerteventura y es la segunda mayor de España, reclama más zonas de acampada para aprovechar los beneficios de este turismo
No sin mi autocaravana
La asociación de autocaravanistas Acral, que tiene 50 socios en Fuerteventura y es la segunda mayor de España, reclama más zonas de acampada para aprovechar los beneficios de este turismo
Con 400 socios, la asociación de autocaravanistas Acral creada en 2014, la mayor de toda la federación española después de Galicia, nació para dar una respuesta al crecimiento de estos vehículos en las Islas orientales. Reivindica la regulación de estos vehículos, más zonas de acampadas abiertas durante todo el año y lugares habilitados para vaciar los depósitos de pro- ductos contaminantes. “Queremos un control de los autocaravanistas con estacionamientos limitado a 72 horas en las zonas de acampada que se habiliten”, señalan el presidente, Miguel Ángel Rodríguez, y el vicepresidente, Miguel Caraballo.
En la isla de Fuerteventura, Acral cuenta con hasta 50 socios. Regularizadas se encuentran tan solo las cuatro zonas de La Oliva y la de Pozo Negro, habilitadas únicamente durante ciertas temporadas al año.
El principal inconveniente con el que se encuentran los caravanistas en Lanzarote es el Plan Insular de Ordenación, con una única zona de acampada, la de Papagayo, abierta tan sólo en verano. Creen que es el mejor camping de Canarias y, sin embargo, sólo abre sus puertas de junio a septiembre. La inversión que supone mantenerlo abierto es, a juicio de los representantes de Acral, el principal escollo para que los autocaravanistas puedan disfrutar de sus servicios en cualquier momento del año.
Con la llegada de la Semana Santa quedan patentes los inconvenientes a los que se enfrentan sus asociados y visitantes que aprovechan estos días para hacer turismo con sus vehículos sin posibilidad de acampar en Lanzarote. La asociación explica que el turismo de autocaravana realiza un importante desembolso económico, “es un beneficio para la Isla” y, sin embargo, no se le ofrece los servicios que requiere. “Estamos muy perseguidos”, sostienen los representantes de la Acral.
Son conscientes de que “hay mucha gente viviendo en autocaravanas en la Isla” y les preocupa dónde vierten sus desechos esos vehículos. Por contra, desde la asociación se fomenta la autorregulación de los usuarios y se insisten en una limitación de estacionamiento de 72 horas para las autocaravanas en las zonas habilitadas.
En la vertiente positiva, los caravanistas explican que cuentan con la propuesta de Arrecife para habilitar una zona de acampada, a poder ser lo más cercana al puerto, a fin de que cuenten con los servicios necesarios para atender a estos usuarios. También les han prometido desde el Cabildo de Lanzarote habilitar cinco puntos para vertidos. Los dos primeros cuentan con proyecto aprobado y se establecerán en Arrecife y Costa Teguise. Asegura Acral que ya “están adjudicados”. No en vano, el propio presidente de la Corporación insular lanzaroteña, Pedro San Ginés, como uno de sus socios, les mantiene bien informados.
Ruta por Fuerteventura
Para fomentar el asociacionismo y defender sus reivindicaciones, Acral organiza eventos a lo largo de todo el año. Uno de los más recientes, la III Ruta por Fuerteventura a finales del pasado mes de marzo con la participación de un centenar de caravanas, “para apoyar a los socios majoreros”, señalan. Los vehículos llegaron a Corralejo el viernes 28 de marzo, para partir el sábado por la mañana y realizar un recorrido por toda la Isla, con paradas en Puerto del Rosario, junto al mercado de La Biosfera, Antigua y en La Lajita hasta alcanzar Costa Calma.
Concretamente, el Ayuntamiento de Antigua habilitó la zona del terrero de lucha para festejar esta ruta con la actuación, incluso, de una rondalla y la presencia de representantes políticos. Los caravanistas de la Maxorata aseguran que han mantenido conversaciones con el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, para que se habiliten nuevas zonas de acampada y regular su situación. Se muestran esperanzados en obtener progresos en este sentido.
Son contrarios a casos como el de Arrieta en Lanzarote, donde el Ayuntamiento de Haría estuvo haciendo la 'vista gorda' ante la concentración de vehículos. Explican que intervinieron para advertir a una usuaria de que no podía permanecer en la zona con su caravana desenganchada del turismo y, además, vertiendo los líquidos sin control. Su respuesta fue que le resultaba más barato vivir en la caravana y abonar la multa que pagar un alquiler. “Ese tipo de usuarios nos perjudica”, señalan. Las ordenanzas municipales suelen penalizar el incumplimiento de la normativa con sanciones económicas de hasta 1.500 euros.
En Corralejo se dio otro caso de concentración de autocaravanas donde residían trabajadores, según explican. La ausencia de viviendas de alquiler ha obligado a usuarios a acudir a este modo de vida en los últimos tiempos. “Durante cuatro o cinco años hubo autocaravanas en unos terrenos aledaños a una gran superficie comercial para dar cobijo a los trabajadores, aunque ahora lo cerraron después de que el Ayuntamiento de La Oliva tomara cartas en el asunto. Es comprensible”, señalan.
Otra zona en la que suelen permanecer estos vehículos en la actualidad en Lanzarote es en Los Cocoteros, donde el Ayuntamiento de Teguise está también siendo permisivo, aunque aseguran que suelen ser socios los que estacionan allí, por lo que defienden que se está llevando a cabo una convivencia respetuosa y controlada con los vecinos y el entorno. La asociación recuerda que si se quiere tener una autocaravana hay que ser respetuoso.
Los representantes de Acral destacan la importancia de asociarse para acogerse, también, a las ventajas de los convenios con empresas de recambios, gasolineras o navieras. Así como la posibilidad de seguir invirtiendo en la propia sede, donde han recuperado un antiguo solar abandonado.
Ahí se ha habilitado zona para vertidos, recogida de agua, una rampa para los vehículos y confían en que en un futuro puedan vallarlo para convertirlo en zona de estacionamiento de sus socios, para lo que solicitarán todos los permisos necesarios. En sus trabajos de restauración han aprovechado escombros que se encontraban en la zona para adoquinar la entrada al amplio salón de reuniones y oficinas que alberga el edificio.
En Fuerteventura, se encuentra habilitado un espacio en Pozo Negro, donde la mayoría de las plazas ya están ocupadas por parte de usuarios de la zona, y el resto se encuentran entre Majanicho y el Faro de El Tostón. Cada Semana Santa, La Oliva habilita cuatro zonas para acampada, localizadas tres de ellas entre el Faro de El Tostón de El Cotillo y Majanicho (Mararía, Punta Blanca y Caleta Beatriz), y la cuarta en la costa este, en La Caleta, a la altura de Parque Holandés.
Advierte el Consistorio de que está terminantemente prohibido el vertido de sustancias o productos contaminantes tanto en espacio marítimo como terrestre. Además, es obligatorio que todas las instalaciones (autocaravanas, caravanas y casetas) estén provistas de baños químicos que serán periódicamente vaciados en una cuba de aguas residuales del Ayuntamiento de La Oliva, institución que también reforzará el servicio recogida.
En Lanzarote están contempladas, junto a Papagayo, cinco zonas de acampada en el nuevo PIOL, estancado desde hace 10 años, explican desde la asociación. Se trata de Las Malvas (Tinajo), Arrecife, La Santa, Arrieta y Playa Blanca, esta última en la zona urbana para habilitarla como estacionamiento de 72 horas y que la parlamentaria Gladys Acuña llevó a la Cámara canaria.
Comentarios
1 Tesejerague Jue, 18/04/2019 - 13:27
2 Anónimo Jue, 18/04/2019 - 16:21
3 Anónimo Vie, 19/04/2019 - 08:40
4 Tenten Vie, 19/04/2019 - 08:42
5 Realidad Vie, 19/04/2019 - 08:49
6 autocaravanista Lun, 22/04/2019 - 10:39
7 Rubén Vie, 12/07/2019 - 19:33
8 Rubén Vie, 12/07/2019 - 19:39
9 Keka Sáb, 13/07/2019 - 10:08
10 Shazam Lun, 26/08/2019 - 23:04
11 Hector Mié, 11/10/2023 - 18:28
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