Un estudio encargado por el Gobierno señala que las desventajas de la periferia tienen un carácter estructural que es susceptible de “poca o ninguna modificación a lo largo del tiempo”
Las empresas de Fuerteventura soportan un sobrecoste del 8% por la doble insularidad
Un estudio encargado por el Gobierno señala que las desventajas de la periferia tienen un carácter estructural que es susceptible de “poca o ninguna modificación a lo largo del tiempo”
Una empresa de Fuerteventura tiene unos sobrecostes de casi un ocho por ciento por culpa de la doble insularidad. Los sobrecostes para las empresas canarias siguen afectando a su economía y, principalmente, a las empresas de las islas no capitalinas, como Fuerteventura.
Esta es una de las principales conclusiones del Estudio sobre el coste privado de la ultraperiferia y la doble insularidad en Canarias realizado por la UTE Eco-CoRe. Las conclusiones señalan que el sobrecoste de ultraperiferia del sector privado canario ascendió a 5.228 millones de euros en el año 2016, que es el año analizado y supone el ocho por ciento de la facturación empresarial.
De esos costes, el transporte de mercancías supone más de la mitad, los costes por capacidad productiva ociosa (no poder aprovechar economías de escala) son del 12 por ciento y el hecho de que tener que contar con instalaciones múltiples supone un coste del 11 por ciento.
El resto de los costes evaluados son los stocks diferenciales (la obligación de mantener unas existencias más elevadas), los viajes de negocios y la energía. Estos costes suponen una media de un seis por ciento más. Por último estarían los costes de financiación y de consumo de agua, con un porcentaje mucho menor.
Por sectores, el más perjudicado es la industria, que soporta un sobrecoste de casi el 30 por ciento de su facturación, seguida por el sector primario con el 18 y el comercio con el 10. Cuanto más pequeña sea la empresa, más afectada se ve por su menor capacidad de absorberlos al reducirse el volumen de actividad.
Los sobrecostes pasan de menos del cinco por ciento en empresas de más de 250 empleados a más del 15 en empresas que tienen entre uno y nueve trabajadores. Los resultados del estudio corroboran la existencia de costes de doble insularidad de mayor incidencia en las islas no capitalinas respecto a las capitalinas porque se intensifican las desventajas, como es el tamaño reducido de las empresas y un déficit de accesibilidad.
De hecho, los sobrecostes insularizables suponen el 7,4 por ciento de la facturación de las islas no capitalinas frente al 6,9 en las islas capitalinas. Los costes son aún mayores en las islas occidentales, El Hierro, La Palma y La Gomera (10 por ciento) que en las islas orientales, Fuerteventura y Lanzarote, con un 7,4 por ciento de media.
El trabajo fue encargado por la Consejería de Economía, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias para cuantificar los sobrecostes con el objetivo de abordar las revisiones de las medidas de fomento del desarrollo económico incluidas en la estrategia europea para las regiones ultraperiféricas.
Según este estudio, las desventajas de la periferia tienen un carácter estructural que es susceptible de “poca o ninguna modificación a lo largo del tiempo” por lo que resulta “comprensible” que los costes asociados se mantengan. De hecho, en el último estudio realizado, con datos de 2008, se concluyeron unos sobrecostes del 7,6 por ciento y en este último estudio era del ocho por ciento.
Los resultados del estudio corroboran la existencia de costes de doble insularidad de mayor incidencia en las islas no capitalinas respecto a las capitalinas porque se intensifican las desventajas, como es el tamaño reducido y un déficit de accesibilidad
También se reflejan en el estudio unos costes de difícil cuantificación que se dividen en cuatro apartados. Por un lado estarían las dificultades para contratar personal. En las islas no capitalinas, el porcentaje de empresas con este problema es del 31 por ciento, mientras que en las islas capitalinas es del 21.
Otra dificultad sería la ausencia en su isla de servicios competitivos de gestión empresarial, que afecta a dos de cada diez empresas de islas no capitalinas frente a una de cada diez en las islas grandes.
Además, una de cada cuatro empresas de las islas no capitalinas no tiene acceso a servicios competitivos de reparación y mantenimiento de maquinaria, mientras que ese porcentaje es de solo el nueve por ciento en Tenerife y Gran Canaria.
Por último, el 29 por ciento de las empresas que producen residuos en las islas menores no tienen a su disposición gestores autorizados en la Isla, mientras que ese porcentaje tan solo es del tres por ciento en las islas más grandes.
Comentarios
1 Olegario Jue, 09/05/2019 - 11:51
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