Pedro Dorta, doctor en Geografía Física de la Universidad de La Laguna
“El Covid va a ser una broma comparado con el impacto del cambio climático”
Pedro Dorta, doctor en Geografía Física de la Universidad de La Laguna
“Va a haber impactos del cambio climático que van a ser muchísimo más graves que lo que ocurrió con el Covid”, asegura el geógrafo y profesor de la Universidad de La Laguna, Pedro Dorta. De momento, la crisis climática ha empezado a dejar su huella en Canarias, sobre todo en las zonas de alta montaña donde ya están subiendo las temperaturas. La crisis climática acarreará un aumento de temperaturas que dejará noches más cálidas y veranos más extensos. También una subida del nivel del mar que, en islas como Fuerteventura y Lanzarote, “traerá la desaparición de playas”, apunta este profesor especializado en climatología.
-¿Qué huellas ha dejado ya el cambio climático en Canarias?
-El impacto más claro se está dando en la alta montaña. Es ahí donde más están subiendo las temperaturas. Por ejemplo, en el Parque Nacional del Teide. Ahí, las temperaturas suben, aproximadamente, casi el doble a escala costera. Hablamos de 0,3 grados centígrados por década en los últimos años. La temperatura en Canarias se caracteriza, fundamentalmente, porque está aumentando. Sobre todo, la temperatura mínima y, además, ha estado subiendo con mayor velocidad a partir de los años setenta. Antes, el aumento era bastante más leve. La principal huella es la subida térmica, especialmente las temperaturas mínimas. Es decir, por las noches y en la alta montaña.
-Y en el caso de Fuerteventura y Lanzarote, ¿dónde se percibe esa huella?
-En Fuerteventura y Lanzarote se está produciendo un ascenso del nivel del mar. La principal repercusión que va a tener el cambio climático en Fuerteventura es el aumento de temperaturas, la pérdida de playas y la erosión de la costa. Estamos matando la gallina de los huevos de oro. Estamos emitiendo elevadas cantidades de dióxido de carbono que están incrementando el ascenso del nivel del mar. Nosotros estamos generando nuestro propio problema.
-¿Qué consecuencias está dejando en el medio ambiente?
Las consecuencias son daños en algunas especies. Por ejemplo, en la retama del Parque Nacional del Teide, pero las consecuencias no solo tienen que ver con eso, sino también con impactos de fenómenos extremos. Parece que hay una mayor concentración de la precipitación y eso se ve en series muy largas, como es el caso de Santa Cruz de Tenerife. También hay una intensificación de la sequía en algunos lugares. Por ejemplo, en la alta montaña.
-¿Cuál será la fotografía del litoral canario dentro de 100 años si se cumplen los pronósticos de subida del nivel del mar que anuncian los expertos?
-La imagen en Canarias, a finales de siglo, sería la desaparición de algunas playas. El incremento del mar en una ciudad, como es el caso de Las Palmas de Gran Canaria, podría llegar a ser preocupante. No tanto por el ascenso propiamente del nivel del mar, sino, sobre todo, porque los temporales marinos van a partir de un nivel del mar más alto con lo cual el impacto va a ser mayor. El impacto del mar va a llegar mucho más adentro. Esa es la principal preocupación. Canarias tiene la ventaja de que alcanza rápidamente altitud, cosa que no ocurre en otras islas, por ejemplo, del Pacífico, Bahamas o Maldivas. El impacto va a ser la perdida de playas, pero, sobre todo, cuando los temporales marinos lleguen, lo harán con nivel de mar más alto.
-Menciona la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, pero ¿qué consecuencias puede tener para islas como Fuerteventura y Lanzarote que viven, principalmente, de sus playas?
-Básicamente sufrirán la pérdida de playas y problemas en las edificaciones que están en primera línea de costa. La última Ley de Costas no fue muy acertada en ese sentido. Debería limitar y no permitir lo que ya está en la costa.
“Las emisiones de gases del turismo equivalen a la mitad de las que generamos”
-¿Qué efectos producirá en la climatología?
-Las temperaturas están subiendo. Las noches están siendo más cálidas y el verano se está extendiendo. Cada vez hay calor más pronto y termina más tarde. Este último verano en La Palma, cuando se produjo un incendio en el oeste de la Isla, vimos cómo las temperaturas mínimas superaron los 35 grados por la noche y eso tiene repercusiones en la salud de la población. Sobre todo, en las personas de mayor edad. No se puede descansar y eso termina incidiendo en la salud. Las temperaturas nocturnas son las que más están subiendo y son las que generan mayor daño en la salud de la población.
-¿Cómo serán los inviernos?
-Los inviernos serán más suaves, pero en algunos momentos tendremos frío, como siempre hemos tenido. Todos los modelos de futuro indican que va a llover menos en las Islas y lloverá menos cuanto peor sea el escenario climático que depende, fundamentalmente, de la emisión de gases de efecto invernadero. Cuantos más gases de efecto invernadero emitamos, menos va a llover.
-¿Cómo afecta el cambio climático a las poblaciones?
-Está demostrado que el cambio climático aumenta las temperaturas, sobre todo las mínimas. Las ciudades son lugares donde la temperatura está subiendo más rápidamente porque mantienen el calor. En verano, sobre todo, las ciudades son más inhóspitas y es más difícil vivir en ellas. Se necesita más energía para refrigerarse, debido a las noches ecuatoriales. El campo pierde energía mucho más rápido, por lo cual el aumento térmico nocturno no es tan evidente como en el caso de las ciudades. Además, tendremos episodios muy violentos de precipitaciones que tendrán que ver con el aumento de la conectividad. El calor genera mayor ascenso térmico y, por tanto, lluvias de mayor intensidad, con lo que seguiremos teniendo, como hemos tenido a lo largo de la historia, inundaciones y episodios de lluvia muy intensos que van a generar problemas muy serios. Con el cambio climático es previsible que se incremente y, además, debemos tener en cuenta que tenemos un territorio donde cada vez vive más gente. Por lo tanto, nuestra exposición y vulnerabilidad es mayor.
“El cambio climático traerá la pérdida de playas y la erosión de la costa”
-Se habla de un clima extremo de aquí a unos años. ¿Cómo será?
-Vamos a tener extremos de calor. De hecho, no paramos de batir récords. Sin embargo, no batimos récords de frío. El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) tiene un atlas donde se puede comprobar el ascenso de la temperatura según el país. En estos momentos, España, en su conjunto, tiene un ascenso de temperatura bastante superior a la media del planeta. En el conjunto de España estamos hablando de que, dependiendo del escenario, podemos tener, a finales de siglo, cuatro grados y medio más de temperatura que la que tenemos en la actualidad. Eso es muchísimo. Sería como si La Laguna pasara a tener el clima de Santa Cruz.
-El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha mostrado su intención de eliminar la huella de carbono de aquí a 2040. ¿Lo ve factible?
-No lo veo factible. Ojalá, pero tendríamos que cambiar radicalmente nuestra manera de vivir y no veo que esté cambiando. Tenemos una declaración de emergencia climática, una ley de cambio climático nacional y otra autonómica, pero mi vida no ha cambiado y tendría que cambiar para que, realmente, llegáramos a emisiones neutras de carbono en 2040 o cuando sea. Mientras no cambiemos nuestra manera de vivir, de movernos, consumir y la forma de comer y gestionar los residuos no vamos a ningún sitio.
-Islas como Fuerteventura y Lanzarote dependen mucho del turismo, pero ¿cómo pueden ser sus empresas más responsables y colaborar en la reducción de la huella de carbono?
-Hay una ley de cambio climático, que aún no está puesta en funcionamiento. En esa ley se dicen muchas cosas y se habla de muchas cuestiones. Esa ley habla, fundamentalmente, de mitigación, de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, pero, mientras no se ponga en funcionamiento... Para que eso ocurra lo primero que tenemos que hacer es formar, informar y concienciar a la población. Esta no sabe realmente a lo que nos enfrentamos. El Covid va a ser una broma comparado con el cambio climático. Tenemos que cambiar radicalmente nuestra forma de vivir. Hay que buscar un aliciente o un castigo. Si a mí no me penalizan de ninguna manera por ir en mi coche privado a trabajar, seguiré yendo. Lo que tenemos que hacer es penalizar de alguna manera el uso del coche privado y favorecer, de manera real, el transporte público de una forma eficiente y que pueda llegar a todo el mundo, pero para eso hace falta un cambio de mentalidad y de gestión del problema que llevará muchos años. La voluntad de este Gobierno está clara, pero hace falta más que voluntad.
“La huella de carbono se reduce en las estancias turísticas largas y sube en las cortas”
-Mencionó antes el Covid, ¿traerá el cambio climático más consecuencias para la población que el coronavirus?
-Sin duda. Va a haber impactos del cambio climático que van a ser muchísimo más graves que lo que ocurrió con el Covid. Va a haber territorios que se van a ver por debajo del nivel del mar; episodios con inundaciones y temporales marinos como nunca antes se habían visto. Va a haber muchas víctimas como consecuencia de esos eventos extremos derivados de la presencia del cambio climático.
-El proyecto de Ley del Cambio Climático está ahora en tramitación en el Parlamento. ¿Qué expectativas tiene para esa ley?
-Es una ley muy similar a la del Estado español. El problema no es la ley en sí, sino que se aplique. Si tenemos una ley que no se aplica, no nos sirve para nada. El problema es que para aplicarse debería ser una ley trasversal que ocupase políticas de cualquier tipo y gestión de cualquier cosa. El cambio climático debería ser una cuestión trasversal, pero vivimos en un archipiélago con una dependencia del turismo muy grande. De hecho, las emisiones de gases de efecto invernadero del turismo que llega a Canarias equivalen, aproximadamente, a la mitad de todas las emisiones que generamos. Si quisiéramos ser neutros en emisiones tendríamos que cambiar nuestro modelo económico y eso no lo veo viable.
-Habla de emisiones, ¿cuánto estamos generando en Canarias?
-Según el último anuario de emisiones de gases del Gobierno de Canarias, que es de 2018, estamos en torno a 13,5 millones de toneladas de CO2 cada año. Cada habitante de España emite en torno a cinco toneladas por año de dióxido de carbono. Un turista que viene de Alemania o de Reino Unido cada vez que lo hace está emitiendo, aproximadamente, media tonelada. Es evidente que dependemos de una actividad con un impacto bastante alto en nuestro medio.
“La Ley sobre el clima debería ser trasversal con políticas de cualquier tipo”
-¿Cree que la ley canaria de Cambio Climático llega tarde?
-Por supuesto. Esta y la del Estado español y, también, las directivas europeas. Todas llegan tarde porque cuanto más tarde actuemos mayor va a ser el coste.
-¿Servirá la ley para preparar los archipiélagos ante cualquier situación que genere el cambio climático en los territorios insulares?
-Aunque la ley tenga cuestiones de adaptación habría que hacer planes de adaptación. Son, sobre todo, leyes que hacen referencia a la disminución de emisiones, a la mitigación. Para la adaptación haría falta estudios de más detalle y más locales para ver exactamente a qué tendríamos que adaptarnos.
-La reforma del Estatuto de Autonomía recoge que Canarias asuma las competencias de costas. ¿Cómo debería ser la ordenación del territorio para evitar episodios como los que ya se han producido?
-Tendría que limitar la presencia de edificaciones muy cerca de la costa porque se van a ver en peligro. Tenemos muchos ejemplos en Canarias. Uno reciente fue un temporal marino al norte de Tenerife. Allí hay edificios de 15 plantas que están construidos a 10 metros del mar y eso no puede ser. La costa es el territorio que más se va a ver afectado por el cambio climático y, por lo tanto, hay que tener mucho cuidado sobre cómo se gestiona el espacio costero.
“Para ser neutros en emisiones tendríamos que cambiar el modelo económico”
-Con la pandemia se ha visto la dependencia económica de Canarias con respecto al turismo y, en especial, en las islas de Fuerteventura y Lanzarote. Antes del Covid se estimaba que, de los 5.500 millones de PIB del conjunto de las islas orientales, el sector servicios representaba el 85 por ciento. ¿Es sostenible depender tanto de aviones y cruceros?
-Creo que nada es sostenible desde el punto de vista ambiental. No hay ninguna actividad sostenible completamente, pero no es lo mismo que nos vengan 20 o 30 millones de turistas y estén aquí dos días a que vengan y pasen temporadas mucho más largas, lo que hace que la huella ecológica sea mucho menor. El grueso de emisiones en los turistas está en el transporte aéreo. Si tenemos menos turistas, pero están más tiempo, es más sostenible que un modelo en el que vengan más turistas, pero menos tiempo. Ahora la actividad es insostenible. La pregunta es si tenemos alternativa o tenemos que seguir emitiendo gases de efecto invernadero para continuar viviendo del turismo. A medio plazo, no hay ningún plan que tenga en cuenta un cambio en el combustible de los aviones, que son los que emiten dióxido de carbono.
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