El diseñador y fotógrafo lanzaroteño fue seleccionado por Fotonoviembre para editar un libro que reflexiona sobre el paisaje insular y la idea de Canarias como paraíso
La trastienda paisajística de Carlos Reyes
El diseñador y fotógrafo lanzaroteño fue seleccionado por Fotonoviembre para editar un libro que reflexiona sobre el paisaje insular y la idea de Canarias como paraíso
Un joven estudiante de apenas 18 años decidió acudir al Teatro Leal, en La Laguna. Su economía estudiantil le permitía el acceso a la entrada más barata, que también era la más lejana del escenario pero en el lugar “más íntimo”. Era la parte más alta, lo que en ocasiones se suele llamar gallinero, pero que en ese teatro, como ponía en la propia entrada, se llama Trasera Paraíso, “desde donde se ve incluso la tramoya de los espectáculos”, dice Carlos Reyes, diseñador y fotógrafo, el estudiante que compró esa entrada hace tres décadas.
Esa denominación, ese concepto, funciona en la cabeza del fotógrafo como un objeto encontrado por un surrealista y le lleva a hacer una búsqueda, un proyecto de largo recorrido sobre el paisaje lanzaroteño. Con ese proyecto fue seleccionado para que su mirada formara parte de uno de los libros editados este año por Brazo de Papel, de Fotonoviembre, el festival internacional de fotografía de Tenerife.
A pesar de que se trata de un proyecto de largo recorrido, las fotografías que se incluyen en el libro las realizó durante los dos últimos años en una “meticulosa tarea de recopilación de imágenes”.
“En una isla tan mercantilizada se alude a otra realidad paisajística”
El resultado es Trasera Paraíso, un fotolibro sobre el paisaje insular, y, sobre todo, una reflexión sobre la idea de paraíso asociado a las Islas Canarias y, más concretamente, a la isla de Lanzarote. “Es un libro que refleja una faceta menos explorada de la Isla. En una isla tan mercantilizada por el turismo se alude a otra realidad paisajística más atemporal, más poética, más íntima y más sensible”, señala Reyes. Paisajes como el de El Jable, por ejemplo, se quedaron fuera de ese imaginario genérico del paisaje insular.
“Siempre he preferido pensar que la vida se desarrolla alrededor de una caja escénica. Una obra continua. Theatrum mundi. La fotografía me permite situarme como espectador y elijo la posición menos noble. Encaramado al fondo, con una visión aérea privilegiada, antesala de una isla y su reflejo”. Este párrafo es un extracto del único texto que acompaña a las imágenes.
Influencias artísticas
Los viajeros, de alguna forma, ya marcaron el camino. Las posibles influencias artísticas parten de obras literarias sobre Lanzarote como la de los viajeros decimonónicos que llegaron a la Isla y la describieron en sus textos, o de autores más recientes, como Agustín Espinosa, Michel Houellebecq o José Saramago, que han ayudado a crear esa ‘cartografía poética’ que es tan perceptible en la Isla.
“La fotografía me permite situarme como espectador y elijo la posición menos noble”
Todas las fotografías están realizadas con cámaras analógicas de formato medio. “La utilización de formatos analógicos hace que la toma sea más pausada y también más reflexiva, en cada rollo de fotografías caben apenas doce tomas”, dice el autor de estas imágenes, que considera que este tipo de fotografía puede ser más corpórea o más poética.
El libro está publicado por Brazo de papel, un programa público editorial coordinado por la artista visual, fotógrafa y gestora cultural Sonsoles Company. Este proyecto se ha desarrollado dentro de la sección oficial de la Bienal Internacional de Fotografía Fotonoviembre 2021 del TEA de Tenerife, cuya directora artística, en esta ocasión, es la fotógrafa Teresa Arozena. El libro se presentó en el mes de octubre en el TEA y está a la venta en la librería El Puente, de Arrecife.
Añadir nuevo comentario