Los ingresos del sector alojativo de Canarias durante 2021 arrastraron todavía una caída del 50,3 por ciento respecto a lo que era habitual antes de la pandemia del Covid, debido a su gran dependencia del turismo extranjero, según datos publicados este martes por la patronal Exceltur.

El "Barómetro de la rentabilidad y el empleo de los destinos turísticos españoles" de Exceltur correspondiente a 2021 señala que las localidades de perfil vacacional y con más viajeros de otros países sufrieron más que los destinos urbanos o que los destinos con clientes mayoritariamente españoles.

La costa de Cataluña soportó un retroceso de sus ingresos del 59,5 por ciento respecto a 2019 (último ejercicio antes de la pandemia); Baleares, un 47,1 por ciento; Canarias, un 50,3 por ciento; y destinos concretos de sol y playa como Belidorm, en Alicante, un 58,6 por ciento.

Sí se constató una reactivación de la demanda extranjera el cuarto trimestre del año, que benefició en particular a Canarias, hasta la irrupción de la sexta ola de contagios y la variante ómicron.

En mal balance del sector en Canarias, Exceltur destaca dos factores: la falta de demanda en los primeros cinco meses del año y el impacto de ómicron a partir de mediados de noviembre, en plena fase de recuperación.

"En un año marcado por estos fuertes vaivenes de la demanda y un último cuatrimestre del año que invitaba al optimismo, los destinos canarios cierran el año con notables caídas de sus ingresos turísticos agregados", apunta.

Exceltur señala que el año pasado hubo destinos concretos en Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura que tuvieron cerrada entre un 40 y un 50 por ciento su capacidad alojativa y que los ingresos por habitación disponible (RevPAR) cayeron hasta un 25 por ciento.

Lanzarote acumula caídas en sus principales destinos: Teguise (-66,3 por ciento en ingresos de 2021 frente a 2019, -19,7 por ciento en plazas, -18,2 por ciento en RevPAR), Tías (-60,9 por ciento en ingresos, -11,8 por ciento en plazas, -10,6 por ciento en RevPAR) y Yaiza (-51,8 por ciento en ingresos, -14,4 por ciento en plazas, -23,6 por ciento en RevPAR), con un altísimo peso de las pernoctaciones de extranjeros en su estructura (86 por ciento, 92 por ciento y 87 por ciento en 2019, respectivamente).

Una situación similar experimentaron los destinos de referencia en Tenerife: Arona (-64,6 por ciento en ingresos, -45,1 por ciento en plazas, -17,6 por ciento em RevPAR), Adeje (-46,6 por ciento en ingresos, -37,8 por ciento en plazas, -15,6 por ciento en RevPAR) y Puerto de la Cruz (-61,9 por ciento en ingresos, -50,7 por ciento plazas, -23,4 por ciento en RevPAR), con gran parte de sus plazas cerradas.

En Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana terminó con un -47,8 por ciento en ingresos, -30,4 por ciento en plazas y -24,8 por ciento en RevPAR y Mogán con un -51,6 por ciento en ingresos, -38,5 por ciento en plazas y -22,4 por ciento en RevPAR.

Finalmente, Pájara, en Fuerteventura, soportó un -43,7 por ciento en ingreso, un -35,1 por ciento en plazas y un -5,4 por ciento en RevPAR.

En los dos grandes destinos urbanos de Canarias, los ingresos cayeron un 22,1 por ciento en Las Palmas de Gran Canaria y un 29,1 por ciento en Santa Cruz de Tenerife, en este caso notablemente menos de lo que retrocedió este perfil de destinos en España (-54,9 por ciento, de media).

El balance total del año fue negativo, pero no así el último trimestre, en el que las dos capitales registraron ingresos por encima de lo que era habitual antes de la pandemia (2019): en Las Palmas de Gran Canaria crecieron un 21,3 por ciento y en Santa Cruz de Tenerife subieron un 3,7 por ciento.

El caso de la capital grancanaria es particular, porque no solo sufrió un descenso de ingresos muy inferior a la media, sino que además vio aumentar las plazas disponibles en el sector por encima de las cifras de 2019; en concreto, un 14,5 por ciento.