La madre pensó que la niña podría haberse orinado pero al examinarla detectó que tenía la zona vaginal enrojecida y una secreción blanquecina que identificó como semen
A prisión el acusado de violar a una niña de tres años en un centro de migrantes
La madre pensó que la niña podría haberse orinado pero al examinarla detectó que tenía la zona vaginal enrojecida y una secreción blanquecina que identificó como semen
El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria ha dictado auto de prisión provisional, comunicada y sin fianza, contra un hombre acusado de agredir sexualmente a una niña de 3 años, a la que penetró vaginalmente en un centro de acogida de migrantes de Cruz Roja en Gran Canaria.
Según el auto, hacia el 18 de diciembre pasado, la víctima había sido enviada por su madre a su cuarto a recoger unos abrigos, donde el acusado presuntamente la sorprendió, la llevó a un camastro o sofá, le bajó las bragas y la penetró vaginalmente hasta eyacular en su interior.
Como la niña tardaba, la madre comenzó a llamarla por su nombre, la encontró cuando volvía del cuarto y notó que caminaba raro, con expresiones de dolor, y se dio cuenta de que su ropa interior estaba humedecida.
La madre pensó que la niña podría haberse orinado pero al examinarla detectó que tenía la zona vaginal enrojecida y una secreción blanquecina que identificó como semen.
La madre preguntó a su hija por lo ocurrido y cuando fueron por las habitaciones señaló al ahora acusado.
La mujer tenía otros dos hijos en el sistema de acogida de modo que la pareja del presunto violador le instó a que no contara nada porque podrían quitarle a las niñas y para que no metiera en problemas al hombre.
Durante un mes, la madre calló, aunque reprochaba al presunto violador lo sucedido a su hija, que el 1 de enero ya cumplió cuatro años.
Pero un testigo de catorce años que oyó en tres ocasiones lo que le había pasado a la niña y los reproches de la madre al hombre, pese a la oposición de los adultos de su entorno, habló del asunto con una de las trabajadoras del centro, a la que preguntó "Qué pasaría si un hombre viola a una niña?".
También comunicó a un vigilante de seguridad que el hombre había abusado de la niña hacía aproximadamente un mes.
La niña fue trasladada a un hospital en el que se le realizó "una mera exploración pediátrica externa", pese a las indicaciones de la madre de que había estado expulsando semen hasta el día siguiente, una exploración en la que no intervino ningún médico forense.
El auto judicial indica que "los temores de la madre" o el miedo "que le fue inferido" estaba justificado, porque la primera reacción que encontró fue "el inicio de una investigación para una posible propuesta de declaración de riesgo y la posterior declaración de desamparo".
Pero ese proceso quedó sin efecto gracias a que la inspectora del Cuerpo Nacional de Policía que se encargó del caso pudo ampliar y concretar los hechos, relata el auto.
La falta de arraigo del acusado y la necesidad de proteger a la víctima aconsejan la prisión provisional ante unos hechos que pueden suponer más de quince años de cárcel de ser encontrado culpable.
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