CLAVES
Por Manuel Riveiro
El Gobierno quiere solo un paso subterráneo a medio centenar de metros del actual y el nuevo PGO resucita otro túnel ideado en los año 90 que no lleva a ningún sitio
Playa Honda ha sido durante años el polo comercial hegemónico de Lanzarote, el lugar donde las principales empresas querían asentarse, el cuarto núcleo de población de la Isla y la puerta de entrada de visitantes a través del aeropuerto César Manrique. También es el tramo más saturado del eje de carreteras de Lanzarote, donde se ha llegado a contabilizar una intensidad media de 58.450 vehículos al día. Una localidad en la que la carretera que la atraviesa se ha convertido en toda una frontera física y donde los peatones y ciclistas tienen muy complicado desplazarse a ambos lados de la LZ-2 en unas condiciones mínimas de seguridad y comodidad.
Su futuro está ahora mismo sobre la mesa, con la elaboración del nuevo Plan General de Ordenación (PGO) de San Bartolomé y con la posibilidad de redefinir la conocida autovía, acogiéndose al convenio de carreteras entre Canarias y el Estado. Sin embargo, como telón de fondo sigue apareciendo la endémica falta de planificación y de inversión en infraestructuras viarias que ha sufrido Lanzarote en las últimas décadas. Estas son las principales claves:
Deuda histórica. Cuando pisó Lanzarote por primera vez como consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, en septiembre de 2019, el socialista Sebastián Franquis reconoció abiertamente que la Isla estaba a “años luz” en inversiones de carreteras. Los números no mentían: entre 1997 y 2017, en Lanzarote apenas se habían invertido 90 millones de euros del convenio de carreteras entre el Gobierno autonómico y el central, de un total de 2.700 millones de euros que recibió el Archipiélago. Ese déficit se ha seguido incrementando en los últimos años, en los que el Gobierno no ha acometido ninguna inversión de calado, salvo terminar de adecentar los taludes de la Circunvalación de Arrecife, terminada en marzo de 2015. En el encargo de la obra, la Consejería reconocía que “debido a las disponibilidades económicas”, tan solo se había intervenido en aquellos “que presentaban un mayor riesgo de inestabilidad”. Poco después de entrar en servicio, se apreciaron “fenómenos de inestabilidad en algunos de los taludes que no fueron tratados” cuando se duplicó la vía.
En la actualidad, la comunidad autónoma apenas tiene comprometido en Lanzarote un millón de euros para una glorieta en la localidad de Mácher, adjudicada a la constructora Horinsa en diciembre pasado. Mientras tanto, solo en Fuerteventura están en ejecución dos proyectos que suman más de 112 millones de euros: la autovía entre Caldereta y Puerto del Rosario, por un lado, y un enlace entre la nueva autovía de Corralejo y el pueblo de Parque Holandés, por otro.
“Parche” subterráneo. El departamento de Sebastián Franquis ha anunciado la “aprobación definitiva” de un paso inferior bajo la LZ-2, en las proximidades del que ya existe, en la conocida rotonda de Roper, que enlaza la avenida Mamerto Cabrera, en la zona industrial y comercial, con la avenida del Mayor, en el área residencial. Tal y como se refleja en los planos que han trascendido del proyecto, del tercer carril de la avenida Mamerto Cabrera, a la altura del actual paso de peatones, se construiría el nuevo acceso subterráneo, a medio centenar de metros del actual. Los vehículos que lo atraviesen accederían a una calle reconvertida en un solo sentido, en dirección a Arrecife, eliminando el doble sentido del tráfico actual.
El Ejecutivo evita abordar una solución que resuelva la fragmentación de la localidad
Expertos en movilidad consultados por Diario de Lanzarote apuntan que esto provocará que más de la mitad de Playa Honda, cuando quiera salir en dirección al sur de la Isla, tenga que pasar indefectiblemente por la avenida del Mayor, que verá incrementada su tráfico. El Gobierno de Canarias sostiene que el nuevo paso bajo la LZ-2 “conseguirá liberar a las actuales rotondas de acceso a Playa Honda un mínimo de 9.000 vehículos al día”, pero no ha precisado cuántos vehículos tendrán que desviarse por la calle Chimidas y la avenida del Mayor. Vecinos y empresarios de Playa Honda han bautizado ya la solución planteada por el Gobierno regional, que costaría ejecutar unos 3,3 millones de euros, como “parche” subterráneo. Otro de los aspectos que también ha llamado la atención es que las paradas de guagua de las líneas interurbanas se retirarán de sus actuales emplazamientos y se instalarán directamente a ambos lados de la autovía, en la que se alcanzan las velocidades más elevadas de la red viaria insular. El departamento de Franquis sostiene que prevé sacar a contratación la obra en los próximos meses.
Infografía de Obras Públicas.
Resucitar un túnel. En el año 1998, el pleno del Ayuntamiento de San Bartolomé, presidido entonces por Óscar Pérez, aprobó la modificación puntual del planeamiento municipal para recoger otro túnel por debajo de la autovía de Playa Honda. La propuesta inicial se atribuye a los años de José Luis Brito en la alcaldía, en la que se mantuvo entre 1991 y 1993. Nunca se ejecutó, nadie lo ha reivindicado y ni siquiera ha formado parte del debate público. Hasta ahora. En el nuevo Plan General de Ordenación (PGO), que elabora la empresa pública Gesplan por encargo del Ayuntamiento presidido por Isidro Pérez (PSOE), se resucita ese túnel, que uniría la calle Gamuesa (que en realidad tiene apenas asfaltados 60 metros) y la calle Crujía, en el lateral del centro comercial Deiland, una de cuyas funciones principales es canalizar el tráfico que sale de Playa Honda hacia Arrecife.
En el nuevo Plan General se parte de un diagnóstico evidente: la LZ-2, con su “alta intensidad de tráfico, genera un efecto barrera entre el polígono industrial y el núcleo de Playa Honda”. Su actual configuración “perjudica la movilidad transversal” y se aprecia “una clara falta de permeabilidad” entre ambos lados. De no tomar medidas, se advierte, el “futuro crecimiento” que se espera de la zona industrial y comercial provocará una mayor saturación de Playa Honda, donde además reside más de la mitad de la población del municipio.
Nuevo Plan General de San Bartolomé.
Críticas y debate. La Asociación de empresarios de Playa Honda, con representación en el Consejo de la Reserva de la Biosfera, ha avisado de que un nuevo paso subterráneo, a medio centenar de metros del actual, no cambiará la condición de la LZ-2 como “barrera infranqueable” y de “gran peligrosidad”, además de que “no solventará las graves deficiencias” en los accesos a la localidad, cuya predominancia comercial se enfrenta a la apertura del centro comercial en la antigua parcela de Garavilla, en Arrecife, y a la expansión que se está experimentando también en Argana. Firmas que valoraban Playa Honda para instalarse se han inclinado finalmente por la capital lanzaroteña, según ha podido saber este periódico.
La localidad de Playa Honda es el punto más saturado de la red viaria de Lanzarote
La representación empresarial en el Consejo de la Biosfera ha insistido en los últimos meses para que se analicen en el foro de participación los proyectos relacionados con la red viaria insular: desde las alternativas para Playa Honda pasando por el enlace entre la autovía y la Circunvalación de Arrecife, el tramo de Guatiza a Órzola o la duplicación de la Circunvalación de Puerto del Carmen. “La respuesta” ante “uno de los mayores retos a los que se enfrenta la red viaria en la Isla”, en una zona como Playa Honda, con una “capacidad de absorción de vehículos sobrepasada” de forma considerable, “no puede ser un nuevo puente paralelo al actual”.
Alternativas. En el presente mandato, el Ayuntamiento de San Bartolomé se ha inclinado por que el Gobierno de Canarias sea más ambicioso. En febrero de 2020, el alcalde Alexis Tejera apostaba de forma decidida por soterrar la autovía, para que el tráfico de paso circulara bajo tierra, dejando en superficie una vía lenta, con zonas verdes, que acabase con la “fractura” entre la parte industrial y la residencial. El futuro de Playa Honda, decía Tejera, debía abordarse con el rango de “zona estratégica insular”. En septiembre pasado, menos de dos meses antes de fallecer, volvía a apostar, si “técnicamente” es posible, por el soterramiento, “sin duda”. “Invertir cuatro millones ahora en un puente y dentro de ocho años invertir 30 o 40 en un soterramiento no me parece un disparate”, decía.
El proyecto presentado por la plataforma PLZ21 a la Consejería de Obras Públicas incluye el soterrado de 998 metros, habilitando en superficie carriles para bicicletas, pistas para running, bancos y zonas verdes, limitando la velocidad a la de una carretera convencional de 50 kilómetros por hora. El coste se estima en unos 33 millones de euros. Entre los beneficios de esta fórmula, explican, se encuentra “eliminar el efecto barrera” de la autovía y que no se consume “nuevo espacio en el territorio”, al contrario que otra opción que ha barajado el Gobierno de una nueva autovía que salga desde Argana hasta la subida a Tías, ocupando suelo rústico a lo largo de más de siete kilómetros de longitud. Hace más de un año, esta última opción la planteó el consejero Franquis en una visita a la Isla. En el Ayuntamiento, tanto el gobierno como la oposición han reclamado que se evalúen las alternativas para Playa Honda. Diario de Lanzarote ha tratado de contactar de forma reiterada, sin éxito, con el director general de Infraestructura Viaria, José Luis Delgado.
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