La vivienda es uno de los graves problemas que afecta a la población de esta isla en los últimos años. La gente normal (digámoslo así) se suele quejar de que la clase política no atiende a los problemas de la ciudadanía porque no les afecta de forma directa. El ex presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, ya tiene una preocupación compartida con la mayor parte de los ciudadanos: la vivienda. Concretamente, la suya.

Hay que agradecer a San Ginés, sin ironía, que solo un día después de que la UCO le registrara su casa diera una rueda de prensa e incluyera en ella algún elemento novedoso, como que se le investiga también por su vivienda. Ahora bien, cuando uno toma la iniciativa, dice lo que quiere y pone la atención donde le parece. Veremos. Dijo San Ginés que vive en esa casa de alquiler desde 2007, a su nombre de su pareja, y después hizo el contrato de alquiler a su nombre en 2011. También dijo que era un alquiler con opción a compra pero no quiso decir en qué año la había comprado. Ya estamos con los diferencias con el populacho: cualquiera sabe decir sin margen de error el año en que se compró la casa, con o sin opción a compra. No es tan difícil.

El alquiler con opción a compra es una modalidad poco común. Hacen falta dos contratos, el de arrendamiento y el de la opción de compra, y hay que fijar el precio de compra inicialmente. Además, el plazo del contrato de compra no puede exceder del plazo máximo del de alquiler, que actualmente son cinco años. La opción de compra se suele hacer, habitualmente, para tener tiempo para conseguir financiación, para probar su te gusta la vivienda o por otros motivos personales. Cuando San Ginés dice que hizo el contrato de alquiler ya llevaba cuatro años viviendo en la casa, un tiempo de prueba suficiente, pero es que en 2016, cinco años después, aún no había comprado la casa.

Es tan tópico como cierto que Lanzarote es un pueblo chico y que “aquí se conoce todo el mundo”, pero hay conexiones que siguen asustando. En 2007, el problema de la vivienda no era tan grave como ahora. Al menos, no tanto como para que alguien dedicado a la política no pudiera encontrar otro casero que no fuera el abogado Felipe Fernández Camero. En 15 años han pasado muchas cosas, pero en 2007 Camero ya había sido descrito como el quinto poder en Cuadernos del Sureste, ya había sido destituido como secretario y ya había sido nombrado en el informe sobre los hoteles ilegales como el el cerebro jurídico de esa trama. Aún no había sido detenido en la operación Unión, pero cuando San Ginés le alquila la casa en 2011, uno era presidente del Cabildo y el otro estaba en libertad condicional bajo fianza. Todo normal.