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Los dos papás del pequeño Abián

Pablo Delgado y Jorge Contreras son padres de Abián y forman en Lanzarote una familia homoparental, que visibilizan y normalizan en su cuenta en redes sociales

María José Rubio 0 COMENTARIOS 09/04/2022 - 08:34

Pablo Delgado y Jorge Contreras se conocieron en 2012 y un año más tarde comenzaron a salir. En 2015 se casaron y decidieron luchar por su sueño: ser padres. Fue entonces cuando comenzaron a buscar las diferentes alternativas existentes. “Tuvimos claro desde el principio que nos inclinaríamos por la adopción nacional”, comenta Pablo.

“La adopción internacional la descartamos porque en ese momento existían muy pocos países que permitiesen adoptar a parejas homosexuales”, explica. También había otros motivos, como la dificultad del proceso, el gran gasto que supone desplazarse y hospedarse durante algún tiempo en países lejanos que sí la permiten, como Brasil, Canadá, México o Ucrania.

La otra alternativa a la que acuden parejas homosexuales para ser padres es la de la gestación subrogada o vientre de alquiler, que supone un desembolso entre 50.000 y 100.000 euros.

El proceso de adopción por parte de Pablo y Jorge se inició en febrero de 2017. Con cierta incertidumbre, emprendieron ese camino “esperando que el proceso se dilatase durante bastante tiempo”, ya que les habían comentado que “duraría unos siete años”. “Abrimos el expediente de adopción y el primer año fue toda una incertidumbre, ya que las adopciones estaban paralizadas”, explica Pablo. “En 2018 recibimos la ansiada llamada porque se había reactivado nuestra solicitud y empezamos a darle vida al proceso, con todo el papeleo que conlleva, las entrevistas, las visitas de la trabajadora social y la psicóloga a casa”, recuerda.

“Nos hicieron varias entrevistas y rellenamos millones de test, de hasta 300 preguntas, para preparar los informes como padres. Por fin, en septiembre de ese año, pasamos de fase, tras obtener la idoneidad, y, en septiembre de 2018, nos pusieron en la lista de espera”, rememora Delgado.

Pablo destaca la importancia de la “voluntariedad” que existe detrás de una adopción por parte de los padres y madres que van a adoptar. Cuenta que presentar toda la documentación “no es tan engorroso” y subraya que las visitas –aunque son temidas porque se desconoce qué te pueden preguntar- “están bien” y, en su caso, les tocaron dos profesionales “maravillosas”, mientras que los cursos “te ayudan para conocer la realidad del niño adoptado, qué hacer y qué no hacer”.

Y llegó Abián

La intención de Pablo y Jorge era adoptar a dos menores, si pudiera ser hermanos, uno de cero a cuatro años, y otro de cuatro a siete años, pero un día recibieron una llamada inesperada en la que se les proponía conocer el expediente de un menor. Abián tenía en ese entonces cinco años. “Nos llamaron para contarnos que había un niño y si queríamos conocerlo”, señala Pablo sobre el proceso, que se denomina “estar abierto a sondeo”. “Aceptamos y, desde el minuto uno, supimos que ese niño era nuestro niño, nuestro hijo”, dice con ilusión.

“Para nosotros, la adopción ha sido y es una experiencia maravillosa”

Y llegó Abián. En julio de 2019 viajaron a Gran Canaria para conocer a su pequeño. Inicialmente tendrían que estar entre una o dos semanas mientras durase el proceso de acople o ajuste con el menor. “No sabríamos explicar cómo entre nosotros y Abián surgió una conexión desde el principio”, cuenta con alegría.

“Todos los miedos, las dudas y las impaciencias durante el tiempo que llevábamos en el proceso se disiparon al verle la carita, con esa sonrisa que iluminaba todo y esos ojitos llenos de curiosidad”, recuerda emocionado. “En ese mismo momento nació nuestra familia. Conocimos a nuestro hijo un lunes y el sábado ya estábamos en Lanzarote, en la playa los tres juntos”, relata.

Dos papás

“La verdad es que hemos sido muy afortunados”, comenta Pablo. “Abián llegó de estar en Gran Canaria con una maravillosa familia de acogida, que hizo una labor fenomenal. Hicieron un gran trabajo y seguimos teniendo contacto con ellos”, indica, muy contento sobre el proceso de adaptación del pequeño.

Existe un amplio abanico de familias hoy en día. Desde aquellas parejas que no tienen hijos, a la biparental con hijos -que es la clásica o considerada tradicional-, la homoparental, la reconstituida o compuesta, la monoparental, la de acogida y la adoptiva. El hecho de ser una familia homoparental -formada por dos personas homosexuales, dos padres o dos madres- no ha supuesto nunca un problema y los progenitores destacan que jamás han tenido ningún inconveniente por ello.

“Abián lo ha llevado de manera totalmente natural. En el colegio, en la familia y en cualquier entorno es importante darle herramientas, valores y educación para que esta situación se normalice”, dice Pablo. “Él observa que en nuestro entorno que hay otros tipos de familias, con madre, sin padre, con madre y padre o con dos papás, como nosotros”, explica. “Todos los modelos son igual de válidos. Todo nuestro entorno nos dice ‘qué suerte ha tenido Abián’, pero nosotros decimos que no, que qué suerte hemos tenido nosotros de tenerlo a él”, destaca orgulloso Pablo.

A la hora de explicarle al niño el proceso de adopción se hizo de forma que lo entendiese, para “su edad”, con “la mayor naturalidad del mundo, ya que es parte de su historia”. Pablo recuerda cómo un día su hijo le dijo: “¿Y ahora cuándo me voy con la otra familia?”, pensando que se iría a otra casa de acogida. Y Pablo le respondió: “No, tú estás aquí con nosotros para siempre”.

Redes sociales

El año pasado, exactamente el 7 de agosto, empezó la aventura de @diariodedospapas en Instagram y Facebook. Pablo destaca que ha estado ligado a las redes sociales y, cuando Abián llegó a sus vidas, empezó a publicar en su cuenta un poco más de ellos. “La idea era y es retratar nuestra realidad, la de una familia más. Visibilizar y normalizar las familias homoparentales y que sea también un lugar para compartir información, enlaces y recomendaciones sobre el proceso de adopción”, comenta. “De hecho, nos hablan muchas parejas que están iniciándose en el proceso o que desean hacerlo y hemos conocido también a parejas con niños adoptados”, relata.

Con ‘Diario de dos papás’ quieren retratar su realidad, la de una familia más

“El objetivo es mostrarnos de forma natural, intentar huir un poco del postureo y romper con los prejuicios que se puede tener respecto a una familia con dos papás. Para nosotros, la adopción ha sido y es una experiencia maravillosa”, resume.

Pablo y Jorge están encantados con la evolución que han conseguido en sus redes sociales. “Más de 2.500 seguidores hemos logrado en menos de un año”, puntualizan. “Sin duda alguna, lo más bonito y lo que más nos gusta y llena de satisfacción es que hemos conocido a muchas personas que están viviendo un proceso de adopción, que nos preguntan dudas y con las que compartimos miedos y alegrías”, resaltan.

También han hecho amigos de todas partes. Saben de primera mano lo importante que es el apoyo en ciertos momentos del proceso de adopción y la suerte que es tener con quien compartir esa vivencia. “Nosotros, cuando lo pasamos, no teníamos referentes conocidos o cercanos”, subrayan.

‘Diario de dos papás’, como se llama la cuenta, “es como una especie de guía”. Del mismo modo que se encuentra información, publican fotografías, contenido divertido, historias y hasta tiktoks. “La tecnología es buena siempre con moderación. El perfil lo controlamos nosotros, de una manera sana y divertida”, puntualiza sobre el uso de las redes sociales en los menores. “El sueño de Abián es que, si llegamos a tener muchos seguidores, consigamos que nos regalen un viaje a Disney”, dice el padre, entre risas, sobre el comentario de su hijo.

EVOLUCIÓN DE LA ADOPCIÓN

En España, la adopción por parte de parejas homosexuales se contempla desde el matrimonio entre personas del mismo sexo. Uno de sus mayores promotores fue el político canario Pedro Zerolo, fallecido en 2015. Se permitió a partir del año 2005 y entró en vigor con la modificación del matrimonio que eliminaba la discriminación de las parejas del mismo sexo.

La adopción, tal y como se conoce hoy en día, nada tiene que ver con lo que ocurría en el pasado. Fue a partir de la Ley de 4 de julio de 1970 cuando el menor adoptado podría adquirir el apellido y los derechos sucesorios de sus padres adoptivos. Sin embargo, se tiene conocimiento de adopciones desde el año 1851 por parte de matrimonios que no podían tener hijos biológicos.

Según el Boletín de datos estadísticos de medidas de protección a la infancia del Ministerio de Derechos Sociales, los datos en cuanto a la adopción internacional continúan con la tendencia descendente, alcanzando 195 niños adoptados por familias residentes en España en 2020, el último año del que hay cifras oficiales. La India, Vietnam y Colombia son los países con mayor número de adopciones, frente a la bajada que ha experimentado China, de 79 adopciones en 2019 a seis en 2020. Por comunidades autónomas, Madrid, Cataluña y Andalucía son las que más ofrecimientos realizan. En cuanto a la adopción nacional, unas 537 personas menores de edad fueron adoptadas a lo largo del año 2020, con una ligera disminución con respecto al año anterior, del 14,22 por ciento.

El género masculino es el más adoptado, con un 54 por ciento, y el rango de edad de cero a tres años, con un 58 por ciento. Otra práctica, no legal en España, pero a la que recurren numerosas familias, es la de la gestación subrogada o ‘vientre de alquiler’. De países como Estados Unidos y Ucrania proceden el 78 por ciento de los bebés nacidos de esta forma. A pesar de considerarse nulos este tipo de contratos de gestación, sí se permite inscribir a esos niños. Según la ONG suiza International Social Security, se estima que cada año nacen en todo el mundo al menos 20.000 niños mediante gestación subrogada. En España, se registraron entre 2010 y 2016 unas 979 inscripciones por gestación subrogada.

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