Manuel Lorenzo Perera, premio Canarias 2022
“La cultura tradicional es el apartado más olvidado del panorama cultural canario”
Manuel Lorenzo Perera, premio Canarias 2022
Tras terminar su tesina sobre un trabajo de arqueología de Tenerife, el catedrático Manuel Pellicer Catalán le propuso hacer la tesis doctoral sobre los enterramientos fenicios en el Mediterráneo occidental. Tras leer muchos libros, Manuel Lorenzo Perera se planteó qué hacía él investigando en el Mediterráneo con todas las cosas que quedaban por hacer en Canarias relacionadas con la cultura tradicional. Ha escrito más de 40 libros, artículos en revistas especializadas y cientos de entrevistas a “los maestros y maestras de la tierra”. Después de 44 años como docente en la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna, se jubiló en 2016, aunque nunca ha parado de investigar cada una de las manifestaciones culturales de las Islas. En 1981, creó el grupo folclórico de la Facultad de Educación, que aún dirige. Este año ha sido galardonado con el Premio Canarias en la modalidad de Cultura Popular.
-¿Cómo recibe el Premio Canarias?
-Lo recibo con normalidad. Nunca he corrido detrás de nadie para que me dé un premio. A lo largo de mi vida, me han dado 40. Este es colectivo porque, en buena medida, se lo debo a un montón de personas que me han ayudado y a los que he entrevistado, aquellos a los que llamamos ‘maestros y maestras de la tierra’. Es gente que muchas veces no sabe leer ni escribir, pero con una inteligencia natural muy pródiga. Es la que me ha enseñado y me ha permitido escribir muchos libros. Hemos publicado más de 40, la mayoría de ellos tienen que ver con la cultura tradicional canaria.
-¿De dónde surge ese interés por la cultura tradicional canaria?
-Nací en La Orotava. En mi infancia, cada una de sus calles era un auténtico museo etnográfico. Jugábamos en la calle. Practicábamos juegos que hoy están olvidados y todo eso es riqueza cultural. En la Villa de Arriba de La Orotava paraban los cabreros con sus cabras. Los recuerdo recorriendo las calles y vendiendo la leche; las romerías de La Orotava; los recuerdos de mi madre y mis tíos que, incluso, recuerdan ver a las paveras de Icod el Alto vendiendo pavos por Navidad... Todo eso aumentó mi interés por la tradición.
-Su tesis doctoral es sobre el pastoreo en la isla de El Hierro. ¿Se ha investigado lo suficiente el pastoreo tradicional en Canarias?
-En Canarias quedan miles y miles de libros por escribir y publicar. Con cada planta, animal o con la vida de muchas personas se puede escribir un libro. Los temas para investigar en la cultura tradicional canaria son amplísimos, en todas las Islas. Cuando fui a El Hierro, me di cuenta de que había tema suficiente para hacer una gran tesis doctoral. La empecé en 1975 y la acabé en 1992.
-¿En qué situación se encuentra la cultura tradicional canaria?
-La cultura tradicional canaria es aquella que más nos identifica y diferencia como pueblo. Es la herencia que hemos recibido de nuestros padres y abuelos. Sin embargo, se trata del apartado más olvidado y marginado del panorama cultural canario. Eso es una contradicción porque los individuos y los pueblos cuando son orgullosos deben preocuparse por el legado cultural que hemos recibido de nuestros padres y abuelos.
“El folclore tradicional es el más auténtico y el más olvidado en Canarias”
-Usted suele reclamar una carta de la memoria en el Archipiélago. Explique en qué consistiría.
-En muchos municipios canarios se ha elaborado la carta arqueológica y etnográfica, pero falta por iniciar la carta de la memoria. Debe recoger los conocimientos, recuerdos y estrategias que utilizaban nuestros mayores. En nuestro mundo, hay muchos maestros y licenciados en paro y son ellos los que podrían ocuparse de recoger información sobre nuestras tradiciones. Da pena ver en los caminos y mentideros a los viejitos aburridos. Cuando van a hablar con la gente mayor, estos se enaltecen y se ponen contentos viendo que la colectividad y los estudiosos se preocupan por su cultura.
-¿Se ha tenido en cuenta la oralidad a la hora de estudiar la historia de Canarias?
-Ha estado muy despreciada, sobre todo en las universidades. Marc Bloch, de la escuela francesa de los Annales, que trabajó a finales del siglo XIX y principios del XX, tenía una frase que hemos repetido y es que ‘la historia se hace con documentos escritos cuando los hay, pero hay que hacerla sin fuentes escritas cuando no las hay’. Hay una oralidad tremenda en Canarias. Las fuentes escritas son escasas y, casi siempre, están relacionadas con la clase mandataria. Eso significa que si queremos recuperar gran parte de la historia de nuestro pueblo tenemos que tomar como base esencial la oralidad cultural. Hemos escrito más de 40 libros y artículos sobre la cultura tradicional y todo eso está centrado en las fuentes orales.
-¿Se le da importancia en las escuelas?
-Muy poca. Se celebra el Día de Canarias, se hacen cuatro chorradas, la gente se disfraza con un traje de mago, come alguna cosa y luego se olvidan. La cultura tradicional hay que implantarla, pero de una forma seria y continuada. Hay que fomentarla, meterla de lleno en todos los centros educativos. No solo en primaria, sino también en institutos y universidades. Nuestra cultura tradicional canaria ha estado muy abandonada en la universidad. Debería prodigarse mucho más. Durante 44 años, fui profesor de la universidad y durante un tiempo existieron asignaturas que tienen que ver con la cultura y las tradiciones, pero hubo un cambio en el plan de estudios y todo eso se dejó. La cultura tradicional no se imparte ni en la Facultad de Educación, que es donde se forman los futuros maestros. Son ellos las personas que deberían prodigar todo esto.
-¿Cuál es la situación del folclore canario en estos momentos?
-Hay un folclore tradicional, que es el más auténtico y que está muy olvidado, y un folclore recreativo, propio de grandes artistas. El tradicional está en una situación bastante lamentable. Solo el dos por ciento de los grupos folclóricos que hay en Canarias son tradicionales, los demás son grupos folclóricos recreativos. El tradicional es aquel grupo que habla con los maestros de la tierra, recoge información, hace estudios que luego publica y después difunde, pero lo difunde mirándose en el espejo de las personas mayores. Ahora mismo, todo el mundo va a lucirse con el folclore. Por muchas vueltas que le demos al asunto, no hay nada que supere a la tradición. En Fuerteventura, por ejemplo, tienen las coplas de la Virgen de la Peña que apenas se prodigan. Ni el uno por ciento de los grupos folclóricos canarios se dedica a investigar y no investigan porque no saben. Deberían impartirse cursos dedicados a la investigación etnográfica.
-Acaba de nombrar las coplas a la Virgen de la Peña, pero ¿qué se puede hacer para que no se pierdan en el olvido?
-Cantarlas y enseñarlas. Hay que explicarle bien a la gente qué significan las coplas de la Peña. Sobre todo, a los niños en los colegios. Son parte de nuestro legado cultural. Las coplas de la Peña constituyen uno de los géneros folclóricos más antiguos de Canarias y de los más antiguos que hay en Fuerteventura. Se remontan al año 1444, que fue cuando estuvieron en Fuerteventura fray Diego de Alcalá y el padre Torcaz.
-Si mal está el folclore canario, mejor no mencionar el folclore infantil de las Islas...
-El folclore infantil canario está mucho más dejado todavía. Las personas adultas deberían dedicarse a prodigar su folclore tradicional y los niños a prodigar el folclore infantil. Vemos a niños en programas de televisión en Canarias cantando boleros etcétera. Me echo las manos a la cabeza. Qué está haciendo esta gente. Canarias tiene también una gran riqueza en el folclore infantil.
“Las coplas de la Peña son uno de los géneros folclóricos más antiguos”
-¿Qué destacaría de la cultura tradicional majorera?
-La cultura pastoril. Fuerteventura y El Hierro son las islas que cuentan con un patrimonio pastoril más impresionante. Han sido tradicionalmente islas de pastores. Hemos estado en apañadas en Cofete, Betancuria... Hemos tenido la oportunidad de conocer a personas tan entrañables como Vicente Hernández, comisionado de la apañada de Betancuria. También su folclore es de una gran riqueza. En Fuerteventura hay más de 100 géneros folclóricos, pero muchas veces no se pasa de isas y malagueñas. Y en Canarias hay más de 300. También hay que tener en cuenta en Fuerteventura a los ranchos de ánimas. Son fundamentales y están un poco olvidados. El rancho de ánimas de Tiscamanita ha perdido la antigua tradición relacionada con las ánimas de los muertos. Son un tema para investigar y prodigar.
-¿Qué queda por hacer en Fuerteventura y Lanzarote?
-Hablar con la gente. Canarias es la zona más rica del mundo en lo que concierne a los cantos de trabajo. Hasta hace unos años, cuando hablábamos de esto, no íbamos más allá de arando, segando y moliendo. En los últimos años, hemos encontrado muchos cantos.
-Hasta hace unos años se representaba en Fuerteventura el Auto de los Reyes Magos y representaciones pastoriles en la Misa del Gallo, el 24 de diciembre. Parte de todo esto se ha perdido. ¿Cómo se puede recuperar?
-Hay que meterlo en los centros culturales y educativos. Tenemos que implicarnos todos. No es echar la culpa a los políticos de la cultura ni a determinadas personas. Es algo que nos concierne a todos. Hay que darlos a conocer y explicar lo que significan. Son parte de nuestra idiosincrasia. Hay que enseñarlo, difundirlo y hacerlo con orgullo.
-El Cabildo majorero ha optado por abrir centros de interpretación para difundir la cultura tradicional insular. ¿Es ese el camino que se debe seguir?
-En parte, pero también hay que apoyar, por ejemplo, el pastoreo trashumante. Hoy se tiende al pastoreo de salón, que consiste en meter las cabras en un recinto de bloques de cemento con una ordeñadora metálica. Si hacemos eso, se pierde todo. Ya entonces no habrá que marcar las cabras ni ponerles nombre. Tampoco habrá que utilizar el perro, el palo y, a la vez, se perderán las voces para llamar a los animales. Hay que apoyar a los pastores trashumantes en la medida de lo posible.
-En Fuerteventura, se celebra el Día de Canarias con un baile de Taifas. ¿Es esa la línea idónea para mantener nuestro folclore y tradiciones?
-Los bailes de taifas se deben hacer de una forma consecuente. No se puede hacer un montaje escénico, metiendo un montón de cosas. En un baile tradicional, se tienen que representar e interpretar temas tradicionales con instrumentos tradicionales y no ir al lucimiento y a dar chance a los cuatro artistas del folclore canario.
-¿Hay respeto institucional a la cultura canaria?
-Muy poco. Las autoridades no se han puesto a pensar que cuando hablamos de cultura tradicional nos estamos refiriendo a la cultura de nuestros padres y abuelos. Es la cultura que más nos identifica y todas las instituciones e individuos estamos obligados a luchar por nuestros valores y nuestra auténtica cultura, pero con respeto.
-¿Cree que los canarios se sienten orgullosos de la cultura canaria?
-Eso no ocurre y es así porque no se conoce. Las cosas cuando no se conocen resultan difíciles de amar y defender. El desconocimiento conlleva dejadez. Se tiene que amar y defender y eso se tiene que hacer en todos los foros. La casa ha perdido ese papel de difundir la cultura tradicional. Antes se conversaba en las casas sobre cosas del pasado, presente y futuro. Al perderse en las casas, esa misión debería desempeñarla la escuela, donde se debe meter de lleno la cultura tradicional y sus valores.
Añadir nuevo comentario