El coste del personal necesario asciende a 493.000 euros y supera por sí solo a los ingresos, que se estiman en 324.000 euros
Recuperar un lugar emblemático tiene precio: Fermina perderá 662.000 euros al año
El coste del personal necesario asciende a 493.000 euros y supera por sí solo a los ingresos, que se estiman en 324.000 euros
A comienzos de la década de los años 70 del pasado siglo, se planteó crear un gran centro turístico y de ocio en el Islote de Fermina. “Concebida en su totalidad por César Manrique”, como se destaca en la resolución que ha iniciado el trámite para protegerlo como Bien de Interés Cultural (BIC), al considerarlo una “obra inconclusa” del artista lanzaroteño, más de medio siglo después todavía no ha abierto sus puertas más que en contadas ocasiones.
Su explotación a través del ente público Centros de Arte, Cultura y Turismo, a través de un convenio en el que participan el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Arrecife, ya ha pasado todos los filtros. El objetivo es la puesta en funcionamiento “de unas instalaciones emblemáticas para la isla de Lanzarote”, pero las previsiones económicas no son nada favorables: los Centros estiman unas pérdidas de 662.349 euros al año.
El Cabildo de Lanzarote acaba de dar el visto bueno a un convenio de colaboración a tres bandas, con Centros Turísticos y el Ayuntamiento de Arrecife, que es la institución que tiene la concesión de Costas, por la que se paga un canon anual de 11.147 euros. Al pasar el filtro de la institución insular se ha añadido una cláusula para que sea el Cabildo el que, ante las previsibles pérdidas económicas, dote a los Centros de recursos, a través de una subvención o de cualquier otra fórmula, para “garantizar la viabilidad” de la explotación del Islote de Fermina.
En el estudio del ente público se estima una cifra de negocio de 324.000 euros al año: 312.000 euros por el bar y 12.000 euros por el alquiler del espacio para eventos. Solo los gastos de personal, que ascienden a 493.122 euros, incluidos 202.672 euros de socorristas, hamaqueros y personal de mantenimiento de la piscina, supera con creces los ingresos totales del Islote de Fermina.
Para calcular los ingresos, los Centros han tenido en cuenta la recaudación del Castillo de San José y de El Almacén antes de la pandemia, que “tienen el mismo modelo que se aplicará en la restauración del Islote de Fermina”.
Para la explotación de Fermina serían necesarios 12 trabajadores del ente público: un encargado, cuatro trabajadores en el bar, cuatro de mantenimiento, un jardinero y dos de limpieza, además del personal externalizado de socorrismo, limpieza de la piscina y hamaquero. En el islote, Costas autorizó al Ayuntamiento de Arrecife la colocación de 114 hamacas, 32 sombrillas y 10 patines acuáticos.
En lo que va de siglo se han invertido en el islote al menos 4,7 millones
En cuanto a los gastos, además de los más de 493.000 euros en personal, se estiman otros 294.544 euros de gastos de explotación, entre ellos 162.950 euros en aprovisionamientos, principalmente para la restauración. Las compras para restauración, unos 140.400 euros, representan el 45 por ciento de las ventas. También se recoge una partida anual de 60.000 euros para reparaciones y conservación.
En lo que va de siglo se han acometido obras en el Islote de Fermina que suman al menos 4,7 millones de euros para su apertura al público. La primera vez, en 2006, con cargo a la Consejería regional de Turismo, y la segunda ocasión en el pasado mandato. Las últimas obras están finalizadas desde hace tres años.
Historia negra
La historia del islote ha estado jalonada de fracasos, desde que en diciembre de 1971 se redactó el proyecto de Fermina. La obra fue encargada a la empresa Protucasa, que fue propietaria del Arrecife Gran Hotel, del Hotel Lancelot y de la Isleta de La Santa, donde proyectó una “villa de vacaciones”. La finalidad del proyecto en Fermina era “reforzar” la oferta turística de la capital y se llegaron a construir edificaciones que sumaban 800 metros cuadrados, una piscina y un solarium. Las obras no llegaron a finalizarse.
En 1980, el Ayuntamiento de Arrecife llegó a plantear a Puertos que se emplazasen en el islote una serie de servicios comunitarios que complementasen el Parque Islas Canarias. En 1982 se elaboró el proyecto de concesión, pero las obras nunca arrancaron y la degradación del islote fue una mancha de la bahía de Arrecife durante décadas.
En 2005, la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias decidió rehabilitar las instalaciones. Los trabajos comenzaron al año siguiente y aunque se aseguró que se respetaría la obra original de Manrique, se añadieron zonas libres, una piscina infantil y un pequeño embarcadero, además de desplazar el taro de la entrada al este. Se invirtieron 2,4 millones de euros. Se inauguró en agosto de 2008, pero el islote se cerró y después se le quitó la vigilancia. El resultado fue que el espacio resultó nuevamente vandalizado.
En el pasado mandato, el Cabildo utilizó unos 2,3 millones de euros de fondos FDCAN para poner a punto, de nuevo, las instalaciones. Las obras están terminadas desde hace más de tres años.
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