Los Ranchos de Pascuas, característicos de Lanzarote, protagonizan una época muy especial en la que salen por las calles para anunciar la llegada de la Navidad
El legado navideño de los Ranchos
Los Ranchos de Pascuas, característicos de Lanzarote, protagonizan una época muy especial en la que salen por las calles para anunciar la llegada de la Navidad
Cuando se va acercando la Navidad, los rancheros empiezan a desempolvar sus atuendos y sus instrumentos y ensayan para mantener el legado de una tradición única, la de los Ranchos de Pascuas, que combina religiosidad y música. En época navideña es común escuchar villancicos y también lo eran los romances navideños que se cantaban en los pasacalles, o las décimas y las representaciones teatrales, según la clasificación de Maximiano Trapero, uno de los máximos conocedores de las celebraciones de la Navidad en Canarias.
Si los villancicos siguen su tradición propia, las llamadas misas de luz fueron cánticos muy antiguos en las Islas, cuatro semanas antes de la Navidad. Pero, sin duda alguna, el comienzo de la Navidad lo pautan en Lanzarote los Ranchos de Pascuas. Antiguamente, eran los encargados de custodiar a la representación del niño Jesús, que recorría las calles del pueblo. La palabra rancho hace referencia a un grupo de personas reunidas en un “tenderete musical o folclórico”.
Los Ranchos de Pascuas tienen su origen de los Ranchos de Ánimas -algunos conocedores sustentan esta tesis, pero otros la ponen en duda-, que cantaban y rezaban por los difuntos, muy presentes en Gran Canaria. Los de Pascuas lo hacían y lo hacen cantando a la alegría de la Navidad, y tienen sus raíces en Lanzarote. Los ranchos recorrían los pueblos, recogían ofrendas, dinero o semillas. Los de Ánimas, de Teror, siguen haciéndolo para recaudar fondos para misas en favor de los difuntos. Empezaban desde el 1 de noviembre, víspera del Día de todos los Difuntos, hasta el 2 de febrero. Otros ranchos se fueron concentrando en torno a las fiestas del pueblo, como ocurre con el de Tiscamanita, en Fuerteventura.
Los Ranchos de Ánimas o de Pascuas canarios tienen muchas semejanzas con grupos de Extremadura y, sobre todo, en Murcia. En Canarias, los Ranchos de Ánimas o de Pascuas se conservan hoy día sólo en las islas orientales. En Lanzarote hay en Tías, Mácher, Teguise, Haría, Tinajo, San Bartolomé o Yaiza; en Fuerteventura en Tiscamanita o Tetir; y en Gran Canaria perviven en Teror, Valsequillo o La Aldea de San Nicolás.
Muchas de estas agrupaciones fueron desapareciendo a medida que fallecían los componentes y no había condiciones para el relevo generacional. Los ranchos han combinado el folclore y la religiosidad y fueron muy importantes por su función “doctrinal”. Para Trapero, lo que hace peculiar a los ranchos son su métrica, el repertorio, los instrumentos, la improvisación y la música pero, sobre todo, “el ser una manifestación de religiosidad popular que desafía el tiempo en que vivimos”.
En la Isla de los Volcanes, todavía la mayoría de los municipios siguen conservando sus Ranchos de Pascuas como Yaiza, Haría -que presume de ser el segundo más antiguo de Lanzarote- o San Bartolomé. Sin embargo, todos defienden sus peculiaridades.
Tradición en Teguise
La Villa de Teguise se prepara cada 24 de diciembre para ver al Rancho de Pascuas. Este año no habrá las restricciones que se mantuvieron durante la pandemia, cuando muchos de quienes acudían a la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe tenían que ver la actuación a través de pantallas desde el exterior. El Rancho de Pascuas está a punto de entrar y cantar con alegría el nacimiento del Niño Jesús. El portal viviente, los pastores del Rancho Chico, los ángeles y su arcángel estarán presentes en la Misa del Gallo.
En La Villa es tradición el día 24 cenar pronto y “rápido” para intentar coger un sitio para ver al Rancho de Pascuas en la Iglesia o, en todo caso, en la Plaza de los Leones. “Si no vas a la iglesia ese día parece que no haya Navidad”, apunta Adrián Villalba, presidente del Rancho de Pascuas de Teguise.
A sus 33 años, lleva desde los seis en el Rancho Chico, que lo componen “los angelitos en el portal, el arcángel y los pastores”, y, desde los 16, en el Rancho de Pascuas. Este rancho es uno de los más antiguos de Canarias, según recogen las notas del cronista oficial de Teguise, Francisco Hernández. “Los Ranchos de Pascuas de Teguise tienen fama en todo el Archipiélago, reciben protección oficial y colaboración del vecindario. Asisten visitantes de toda la Isla, aunque ya no se corra la estrella, costumbre que se conservó en esta localidad cuando ya se había abandonado en otras iglesias de Lanzarote”, indica Hernández.
Entre el Rancho Chico y el Rancho de Pascuas de Teguise hay una veintena de niños y una treintena de componentes de la agrupación adulta. Continuar con la tradición, dice Adrián, es algo que pasa de generación a generación. La madre de Adrián perteneció al Rancho y ahora su hija de cuatro años también. “Es una tradición que se hereda”, comparte.
Es tradición el día 24 cenar pronto y “rápido” para intentar coger un sitio en La Villa
La vestimenta que lucen es la tradicional desde sus antepasados. Se caracteriza porque cada pastor y cada componente luce un pañuelo diferente. “Los pastores, los que realizamos el Salto, llevamos la montera, el pañuelo, la camisa y el chaleco, los pantalones, el fajín rojo, las polainas, las bolas y las alpargatas”, detalla Adrián. Los instrumentos que tocan son el timple, la guitarra, las castañuelas, los triángulos, los panderos y el requinto.
El Rancho de Teguise tiene cuatro partes. Tocan en primer lugar el Corrido, que es un canto cuando entran en el templo y anuncian el nacimiento de Jesús cuando los pastores van a Belén. A continuación el Salto, una danza de pastores sin canto. Luego entonan las Desechas en el momento en que se produce el Besapié -que no da la espalda a Jesús, siendo el único en Canarias que conserva esta particularidad- y, por último, las Pascuas, cuando los pastores, después de haber hecho la adoración al Niño, salen del portal y cuentan a los presentes lo que en el mismo observaron.
A finales de septiembre, los integrantes se reunieron para ensayar y escoger el repertorio. Suelen quedar tres veces en semana durante dos meses. Recrean incluso el ambiente antes de calentar las voces, con “un vasito de vino, un trozo de queso y productos del pueblo”, dice Adrián. El día 24, como todas las Nochebuenas, cantarán en la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe a las once de la noche y el 25 de diciembre, por la mañana, acompañarán al Rancho Chico en su salida por “las calles del pueblo de La Villa, llegando a aquellas casas donde los mayores no pudieron asistir al Nacimiento”, comenta Adrián. También visitarán el Hospital Insular el día 29 a las cinco de la tarde y a las 20.30 horas estarán en la Iglesia de San Ginés.
Este Rancho presentó una nueva iniciativa para divulgar entre el alumnado del municipio la esencia de una tradición ancestral, considerada “una de las joyas capitales de toda la cultura folclórica de Lanzarote y Canarias”. Fue condecorado en 2006 con la Medalla de Oro del Gobierno de Canarias y cuenta “con el máximo apoyo del Ayuntamiento de Teguise”, subraya el portavoz de la agrupación. Más que buenas dotes artísticas, para formar parte del Rancho “lo que importa son las ganas”, sintetiza Adrián.
En ocasiones, los Ranchos de Pascuas se han enfrentado a problemas. En 1904, el Obispado de Canarias prohibió en las iglesias instrumentos como los platillos y tambores. Durante la Guerra Civil también hubo prohibiciones. En 1944 se prohibió al Rancho entrar a la misa de Nochebuena, aunque al año siguiente regresó. Con el pasar de los años, sin embargo, la tradición ha seguido viva en La Villa.
Rancho de Pascuas de Tinajo.
“Más familiares”
El Rancho de Pascuas de Tinajo es sinónimo de familia. Todos sus integrantes son vecinos y están todo el año pendientes de que finalicen las fiestas de Los Dolores para arrancar con los ensayos del Rancho a finales de septiembre. Urbano Hernández es el presidente del Rancho de Pascuas de Tinajo. Lleva desde los 12 años en la agrupación y conoce a los máximos exponentes de los ranchos, que recorrían las calles del pueblo.
“Los vecinos les esperaban dentro de las casas para recibirlos con truchas y un vaso de vino, como mandaba la tradición. Tal vez el más pudiente podía dar carne de cochino”, comparte. “Antes, salían por las calles para acercar la alegría de la Navidad. Tenían que pasar por todas las casas y cantaban improvisando a la tierra, a un amigo, al pique o a cualquier cosa que sucedía”, explica.
Y cuidado si al Rancho se le olvidaba pasar por una casa. “Antes eran más familiares. Muy conocido era el de señor León en La Vegueta, o el de Los Quinteros, y el Rancho de la Costa del señor José Barrios, de los Viejos. No eran muy numerosos, ya que estaban conformados por unas ocho o nueve personas. Hasta siete ranchos hubo en Tinajo, cada barrio tenía el suyo”, explica Urbano.
Hasta siete Ranchos hubo en Tinajo, comentan los entendidos en la materia
La vestimenta que tiene el Rancho de Tinajo es “como la vestimenta antigua del campo, como la de nuestros abuelos, con la chaqueta, la faja, el pantalón y la bota de cuero”, describe. “Antes uno se ponía lo que tuviese puesto y con eso salía”, detalla acerca de las vestimentas tradicionales que han querido perpetuar.
Los Ranchos de Pascuas tocaban la alegría de la llegada de la Navidad, pero no todos interpretaban lo mismo. Unos tocaban El Corrillo, El Zapateo y otros El Santo Domingo, las Endechas o las Pascuas. La agrupación tinajera se conforma en la actualidad con 24 componentes. Mezclan los antiguos elementos de percusión como las espadas, espadines, grandes panderos y panderetas de sonajas, guitarras o el timple. Algunos de sus miembros siguen realizando con sus manos sus propios instrumentos. Este año se celebrará el 33 Encuentro de Ranchos en la Iglesia de San Roque, el primer fin de semana antes de Navidad.
¿Se necesita una habilidad para ser integrante del Rancho de Tinajo? “Es un rancho familiar y lo único que se necesita es saber dónde se está. Saber tocar un instrumento o cantar, ya que estás en algo ancestral y una manifestación cultural”, apunta Urbano, que recuerda los antiguos piques entre los ranchos del mismo pueblo. El día 23 estarán en Tías en el Encuentro de Ranchos que se hace en ese municipio y el 24 tocarán en el Nacimiento del Niño Jesús.
El Rancho de Pascuas de Tinajo fue pregonero de las fiestas de San Roque en 2014 y de la fiesta insular de Los Dolores en 2019. También ha recibido varios reconocimientos por parte del Ayuntamiento de Tinajo a lo largo de su historia. Y lleva años colaborando con el CEIP Guiguan. Se acerca todos los años, en época navideña, al belén que realiza el centro. Lo mismo hace con el colegio Virgen de los Volcanes. “Para nosotros es muy importante”, asegura Urbano.
Comentarios
1 Elora. Mié, 21/12/2022 - 09:43
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