España es el tercer país de la Unión Europea (UE) que menos solicitudes de asilo reconoció en 2022, con el 16,5% de aprobaciones, pese a ser el tercero con más solicitudes, señala la Comisión Española de Ayuda al Refugiados (CEAR) en un informe publicado este jueves, en el que se destaca que 6.446 personas lo solicitaron en Canarias.

La organización celebra que la cifra haya crecido respecto al 10% del año anterior, pero advierte de está todavía lejos de la media del 38% de la UE. Solo aprueban menos solicitudes Malta y Chipre.

Las 118.842 peticiones de asilo registradas en 2022 suponen un aumento del 82% tras el fin de las restricciones fronterizas por la pandemia, y un récord en España, el tercer país con más solicitantes por detrás de Alemania (243.835) y Francia (156.455).

Las cinco principales nacionalidades de origen de las peticiones registradas en España fueron Venezuela (45.748), Colombia (36.012), Perú (8.937), Marruecos (3.905) y Honduras (3.017).

Pero la mayoría de los venezolanos no logran protección internacional, aunque sí reciben permisos temporales por razones humanitarias (20.580 personas en 2022).

Malienses (4.883), afganos (1.535), ucranianos (1.337) y colombianos (658) encabezan la lista de solicitudes de asilo o protección subsidiaria resueltas favorablemente.

El 54% de los solicitantes de asilo eran hombres y el 46% mujeres, diez puntos más que el año anterior, mientras que los menores de edad representaron cerca del 18% del total.

En el conjunto de la UE se registraron 963.067 solicitudes de protección internacional, frente a las 630.630 del año anterior.

CEAR denuncia la escasez de citas para acceder al procedimiento de asilo, lo que provoca que los migrantes tengan que esperar "en situación irregular entre seis y ocho meses de media para presentar su solicitud" y se vean obligados a "recurrir al mercado informal para acceder a este derecho, lo que vulnera la Directiva Europa de Procedimientos".

De las 86.997 resoluciones -también cifra récord-, 14.235 fueron favorables con estatuto de refugiado o protección subsidiaria, un aumento que CEAR atribuye a la alta tasa de reconocimiento para los afganos que huyeron de su país con la toma del poder talibán en agosto de 2021 y a la concesión de protección subsidiaria a solicitantes de origen ucraniano que ya se encontraban en España.

Las cifras del informe no incluyen sin embargo las más de 161.037 personas procedentes de Ucrania que obtuvieron la protección temporal activada en marzo de 2022 en la UE tras el inicio de la guerra, matiza CEAR.

En este contexto, la organización aplaude la "eficiente" respuesta ofrecida por España con la puesta en marcha de los Centros de Recepción, Atención y Derivación (CREADE), que han "permitido aliviar el sistema de asilo y garantizar derechos fundamentales en tiempo récord".

La mayoría de los solicitantes de asilo llegaron a España por vía aérea y CEAR llama la atención sobre las 2.900 personas que murieron en el mar intentando alcanzar las costas europeas, al menos 1.170 de ellos en dirección a España.

"La tragedia de Melilla demostró una vez más que el acceso al procedimiento en puestos fronterizos o embajadas y consulados sigue siendo una quimera, y condena a las personas a saltar vallas o a arriesgar sus vidas en el mar debido a la falta de vías legales y seguras", señala en un comunicado la directora general de CEAR, Estrella Galán, en referencia al asalto masivo de la valla fronteriza el pasado 24 de junio en el que murieron 23 migrantes.

Por comunidades autónomas, Madrid despunta con 47.658 peticiones de asilo. Le siguen Andalucía (11.722), Cataluña (10.396), la Comunidad Valenciana (7.258) y Canarias (6.446), mientras que Navarra (982), Cantabria (607) y La Rioja (452) se sitúan a la cola.

CEAR muestra su preocupación por el "aumento considerable" de las solicitudes pendientes de resolución, 122.035, el 17 % más que el año anterior, la mayoría de venezolanos y colombianos.

Según explica la organización, las autoridades españolas conceden protección internacional al 99,2% de los solicitantes procedentes de países en conflicto como Burkina Faso, mientras que el 98% de los venezolanos quedan con protección por razones humanitarias.

Denuncia además el "rechazo mayoritario" de solicitudes de colombianos o nicaragüenses, "pese a las amenazas y las vulneraciones de derechos" que ocurren en ambos países.

Y cita el testimonio de José Miguel, un defensor de los derechos humanos de Colombia y refugiado en España, que recuerda como una "auténtica odisea" su proceso de asilo: tuvo que esperar casi dos años para que le reconocieran el estatuto de refugiado tras un recurso presentado por CEAR.