El año pasado se enviaron a reciclar un 4,9% más de estos envases domésticos que en 2021, que se convirtieron en materia prima para producir nuevos productos o envases
Canarias recicló más de 83.400 toneladas de envases domésticos de plástico, metal, briks y papel y cartón en 2022
El año pasado se enviaron a reciclar un 4,9% más de estos envases domésticos que en 2021, que se convirtieron en materia prima para producir nuevos productos o envases
El reciclaje de envases en España comenzó hace 25 años, con llegada de la ley que impulsó la recogida selectiva de estos residuos. A día de hoy, en Canarias hay 22.181 contenedores amarillos y azules en los que poder reciclar.
La contribución a la economía circular a través del reciclaje de envases sigue afianzándose entre los canarios consiguiendo que cada vez más envases puedan convertirse en nueva materia prima para crear, a partir de ellos, otros productos como textiles, mobiliario urbano, tuberías y nuevos envases. De hecho, en 2022 en Canarias se enviaron a instalaciones recicladoras 83.405 toneladas de envases domésticos de plástico, metal, briks y papel y cartón para ser reciclados y darles una nueva vida, un 4,9% más con respecto al año anterior. Estos datos que, junto con los del resto del país, se comunican anualmente al Ministerio de Transición Ecológica, consolidan los datos de envases totales reciclados -industriales, comerciales y domésticos- que España reporta a Europa.
Por tipo de material, de las 83.405 de toneladas recicladas, 31.956 toneladas fueron de envases plásticos; 38.665 correspondían a papel y cartón; y 12.785 fueron envases metálicos.
Del total de toneladas de envases reciclados, 50.409 procedían de los envases que los ciudadanos separaron en los contenedores amarillos y azules de la calle y en las papeleras de colores instaladas en espacios de gran afluencia de público, como parques temáticos, aeropuertos, estadios de fútbol, oficinas y bares y restaurantes. La cantidad restante se consiguió recuperar de las plantas de la fracción resto, adonde llegan todo tipo de residuos sin separar.
De hecho, la implicación ciudadana es fundamental para el proceso de reciclaje. La separación que ciudadanos y ciudadanas hacen en sus hogares y otros espacios es el primer paso de un largo proceso industrial que acaba en una instalación recicladora, que es la que convierte los residuos en nueva materia prima. Así, en 2022, cada canario separó 25,1 kilos de envases plásticos, latas, briks y papel y cartón para hacer posible su reciclaje. Estos datos van en línea con los objetivos que marca la nueva legislación nacional y ambiental para mejorar la cantidad y la calidad de la separación que los ciudadanos realizan.
Por eso, y a pesar de que este hábito de separar para reciclar está muy asentado, el objetivo es que cada año los ciudadanos de Canarias lo hagan más y de mejor forma. Para ello, es fundamental que cuenten con infraestructuras y servicios les facilite esta tarea, como son los 12.548 contenedores amarillos y los 9.633 azules que hay en la calle, así como las más de 3.800 papeleras de colores disponibles en otros espacios.
El consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena, mostró su satisfacción por la conciencia medioambiental de la ciudadanía canaria, que demuestra que quiere ser partícipe del cuidado del medioambiente. “La población de las islas es un eslabón fundamental para darle una segunda oportunidad a los envases plásticos, metálicos y briks y papel y cartón que permiten generar menor consumo de materias primas y, a su vez, combatir desde las islas los efectos del cambio climático”.
“Tenemos claro que uno de nuestros principales objetivos es acercar y poner fácil el reciclaje a los canarios y canarias. Por eso, llevamos a cabo distintas iniciativas para llevar la recogida selectiva de envases allá donde estén, por ejemplo en los bares y restaurantes, logrando que 916 nuevos establecimientos separen los envases que generan diariamente, o llevando el reciclaje a eventos, donde pusimos 250 puntos de separación a disposición de los ciudadanos. Además, el año pasado, junto con el Gobierno de Canarias, la Federación Canarias de Municipios y los Cabildos se instalaron más de 780 contenedores amarillos y azules en distintos municipios y 1.100 papeleras de colores en edificios públicos”, ha declarado Juan Carlos Arranz, gerente de Ecoembes en Canarias. “A lo largo de 2022 hemos seguido impulsado nuestro proyecto de reciclaje incentivado RECICLOS para fomentar el reciclaje de latas y botellas de plástico de bebidas y que ya llega a cerca de 400.000 ciudadanos de las Islas”, ha añadido Arranz.
Así, gracias a la contribución de los canarios, el pasado año se enviaron instalaciones recicladoras 1.627.313 toneladas de envases a nivel nacional. De esta forma, se ahorró el consumo de 21,46 millones de m3 de agua y de 6,72 millones de MWh de energía, además de evitar la emisión de 1,69 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. En 2022 también destacó que el 20% de los envases domésticos de plástico puestos en el mercado incorporaron material reciclado, fomentando así su circularidad.
El reciclaje de envases, un hábito que nos acompaña desde hace 25 años
Este año se cumplen 25 años desde que llegase la ley que impulsó el reciclaje de envases en España. Desde entonces, tanto el compromiso ciudadano con el hábito del reciclaje como las infraestructuras han dado grandes pasos, consiguiendo que cada vez se reciclen más envases. De hecho, en el primer año de recogida selectiva en la región las toneladas de envases recicladas fueron 4.632, una cifra muy lejana a las 83.405 toneladas alcanzadas en 2022.
Así, a lo largo de este cuarto de siglo, se ha hecho un gran esfuerzo por mejorar infraestructuras, como el número de contenedores o las plantas de selección -5 de ellas en Canarias-, así como por concienciar y enseñar a la población sobre qué depositar en cada contenedor y la importancia que para el medioambiente tiene el sencillo gesto de reciclar, siendo ya 7 de cada 10 ciudadanos canarios los que declaran separar sus envases a diario.
Aun así, a pesar de estos avances, aún hay ámbitos en los que se puede mejorar para incrementar la colaboración ciudadana con la separación de envases, en línea con las nuevas metas planteadas por la legislación nacional y europea. Por ejemplo, todavía hay ciudadanos que no separan en el contenedor amarillo envases pequeños o metálicos como latas y aerosoles, o que confunden ese contenedor con el de plásticos y depositan en él juguetes, sillas e, incluso, textiles, complicando la labor de selección llevada a cabo por las plantas de clasificación, al estar preparadas para separar únicamente envases.
Además, aún pueden darse pasos con el reciclaje de otro tipo de residuos que, hasta el momento, no han tenido una recogida separada obligatoria, tales como el textil, la materia orgánica o los envases comerciales e industriales. De hecho, los objetivos marcados en materia de reciclaje para los próximos años inciden en el aumento del reciclaje de todo tipo de residuos, sean domésticos o no. Igualmente, es necesario priorizar cada vez más la reducción y el consumo responsable y la reutilización como alternativas previas al reciclaje.
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