Las cadenas hoteleras tienen ya vendido un 52 por ciento de su cartera para el verano, dos puntos por encima de años anteriores y 17 puntos más que en 2019, con buenas cifras tanto en el mercado nacional como en el internacional, en el que, no obstante, se nota una cierta ralentización de los emisores británico y alemán.

El presidente de la Confederación Española de Hoteles (CEHAT), Jorge Marichal, ha explicado este jueves en rueda de prensa que, pese a las tensiones inflacionistas, las perspectivas para el verano son muy positivas, de manera que la ocupación podría ser superior al 80 por ciento con que cerraron el año pasado.

En la presentación del 'Smart Observatory' turístico relativo al verano 2023, elaborado por la consultora PWC, Marichal ha destacado que todavía no se ha recuperado plenamente la conectividad aérea, que se sitúa en torno al 90 por ciento de la que había antes de la pandemia.

Según sus cifras, el turismo ha crecido a una tasa media del 17 por ciento, que en el caso del mercado nacional ha sido del 10 por ciento, y del 25 por ciento en el internacional, cuya recuperación ha sido más vigorosa porque se vio más afectado por la pandemia.

La debilidad de las economías británica y alemana -los dos principales emisores de turistas a España- se está notando en las reservas, afectadas también por la menos conectividad aérea respecto a los tiempos precovid, aunque los responsables del estudio confían en que la fortaleza de la libra británica ayude a la recuperación de ese mercado.

Además, ha resaltado que los precios de los hoteles han subido una media el 9,7 por ciento desde el verano de 2019 mientras que la inflación lo ha hecho un 14,3 por ciento, con lo que las cadenas han debido absorber en sus cuentas de resultados la diferencia.