Para ello, se establecen pautas a adoptar para cada uno de los cuatro niveles de riesgo por altas temperaturas
Canarias diseña un protocolo educativo contra el calor que prevé clases no presenciales
Para ello, se establecen pautas a adoptar para cada uno de los cuatro niveles de riesgo por altas temperaturas
La Consejería de Educación de Canarias ha presentado este martes un nuevo protocolo a aplicar, en cada caso concreto, por los centros de educación no universitaria cuando se den altas temperaturas, en el que se prevé la salida anticipada de alumnos y la enseñanza no presencial.
Así lo ha expuesto el titular del departamento, Poli Suárez, quien ha detallado que las medidas previstas en cada nivel de este protocolo (0, 1, 2 y 3), serán consensuadas entre las directivas de cada centro, sus consejos escolares y las direcciones territoriales de Educación, ya que cada una de ellas se aplicará en función de la situación meteorológica que afecte a cada municipio y también al estado de las infraestructuras de cada colegio.
Suárez ha recalcado que es la primera vez que la Consejería "se ocupa de una realidad para la que Canarias no se ha preparado, un melón que nadie había abierto" hasta ahora y que ha abordado el equipo que dirige tras visitar más de cien centros en los últimos nueve meses y diseñarlo con aportaciones de técnicos de este departamento y los de Sanidad, Seguridad y Emergencias, Transición Ecológica, el Consejo Escolar de Canarias y los grupos parlamentarios.
Con el fin de que no se repitan situaciones como las vividas en octubre de 2023, cuando la Consejería se vio obligada a suspender las clases por una ola de calor que provocó desmayos a varios alumnos, dada la obsolescencia de muchos centros educativos de Canarias, este protocolo pretende servir en adelante de herramienta para "proteger la salud de la comunidad educativa y garantizar el derecho a recibir clases en las mejores condiciones".
Para ello, se establecen pautas a adoptar para cada uno de los cuatro niveles de riesgo que se definen, aludiendo la menor de ellas a una "normalidad", que se daría cuando se registren menos de 33 grados en la provincia de Las Palmas y menos de 34 en la de Santa Cruz de Tenerife, ante la que no se propone la adopción de medidas.
El nivel 1 corresponderá a la declaración de aviso amarillo, en el que se considerarán justificadas las faltas de asistencia de alumnos vulnerables, siempre que se garantice que podrán seguir la actividad lectiva con medios establecidos por los centros para escenarios de enseñanza no presencial.
Con un nivel 2, equivalente a los avisos naranja, los alumnos de Infantil o los que sufran enfermedades crónicas o tengan alguna discapacidad podrán acabar antes su jornada, nunca antes de las 12.00 horas, si así lo autoriza la autoridad educativa correspondiente.
En este escenario no se prevén cambios en los servicios de comedor o transporte, si bien las actividades extraescolares podrán ser aplazadas o suprimidas. También se podrá establecer que las clases de educación física se impartan a primera hora.
Cuando el Gobierno canario active un aviso rojo por calor será de aplicación el nivel 3 de este protocolo, en el que se podrá aplicar, excepcionalmente, la enseñanza no presencial, lo que deberán tener previsto los centros y habrán de haberlo simulado con anterioridad para que tanto alumnos como docentes estén familiarizados con esta modalidad.
Aunque ha asegurado que el Plan de Infraestructuras Educativas 2018-2025, presupuestado en más de 507 millones de euros, "ha sido un fracaso porque no se ha ejecutado ni un 20 %" de la inversión prevista, de forma paralela a este protocolo ante altas temperaturas, la Consejería ha diseñado un Plan de Adaptación de los Centros Educativos a las Altas Temperaturas cuya materialización requerirá de una ficha financiera muy superior a los cien millones de euros.
La Consejería que dirige Poli Suárez prevé dotar este plan con los 42 millones que espera recibir del Ministerio para infraestructuras educativas, más lo que puedan aportar cabildos y ayuntamientos.
El consejero canario de Educación ha detallado que algunas de las medidas que se proponen en esa plan, cuya aplicación en Lanzarote supondría invertir ocho millones de euros, mientras que en La Gomera requeriría de dos millones, aluden a la creación de espacios de sombra, lo que se hace necesario en las zonas sur de las islas y también en otras como La Aldea de San Nicolás, en el suroeste de Gran Canaria, donde se suelen registrar récord de temperaturas.
Además, este plan, que el consejero ha insistido en que se pretende aplicar de manera "solidaria", esto eso, "actuando donde no existe nada", también plantea la necesidad de techar canchas deportivas, para lo que Educación conveniará con ayuntamientos la financiación o cofinanciación de obras que ejecutarán las corporaciones municipales.
Naturalizar espacios, plantando árboles que den sombra; instalar censores térmicos en los centros educativos; estudiar la viabilidad de dotarlos de sistemas de bioclimatización, "copiando" lo que ya hace Andalucía, comunidad que visitará para ello en dos semanas; e instalar aire acondicionado en los colegios que tengan la potencia eléctrica necesaria para usarlos, son otras de las actuaciones que se plantea la Consejería en este plan.
Sobre la bajada de ratios que persiguen los sindicatos de la enseñanza no universitaria de Canarias, Suárez ha dicho que será una realidad en la presente legislatura, si bien ha añadido que se aplicará "si es posible", lo que determinará un estudio que prevé presentar en "pocos días".
Comentarios
1 Del puerto Mar, 16/04/2024 - 15:43
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