El 33,8 por ciento de la población de Canarias está en situación de riesgo de pobreza, el 65 por ciento tiene dificultades para llegar a fin de mes y el 53 por ciento no puede afrontar gastos imprevistos.

Así consta en el informe anual de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social presentado este martes en el Parlamento canario.

Canarias es históricamente la comunidad autónoma con estos indicadores más altos, ha alertado Fernando Rodríguez, vicepresidente de European Anti-Poverty Network (EAPN), una plataforma europea de entidades sociales que trabajan y luchan contra la pobreza y la exclusión social en los países miembros de la Unión Europea.

Asimismo, ha alertado de que el 19 por ciento de la población de las islas tiene retrasos en el pago del alquiler o la hipoteca, el 14 por ciento se retrasa en el pago de facturas de suministros y el 27 por ciento no puede permitirse mantener su casa a una temperatura adecuada. En todos estos porcentajes Canarias también está a la cabeza.

Según este informe sobre el estado de la pobreza en las islas, en Canarias una de cada tres personas se encuentra en riesgo de pobreza y de exclusión social, es decir, 748.000 personas.

Las personas que se consideran en riesgo de pobreza son las que disponen de una renta inferior a 785 euros al mes, lo que afecta al 26 por ciento de la población, y en situación de pobreza severa cuando sus ingresos están por debajo de los 560 euros al mes, el 9,7 por ciento de la población del archipiélago.

A pesar de estos datos, que solo supera Andalucía, este año se ha reafirmado la tendencia y por tercer año consecutivo se ha reducido la tasa de pobreza y de exclusión social de forma “paulatina y muy lenta”.

Sin embargo, esta bajada no parece suficiente para reducir las tasas de pobreza a la mitad en 2030, tal y como marca la Unión Europea, pues Canarias en la actualidad tiene una media de pobreza del 33,8 por ciento frente a la 26,5 por ciento que hay a nivel estatal.

Este porcentaje podría haber alcanzado el 51 por ciento si el Gobierno de Canarias no hubiera aplicado medidas como subvenciones, prestaciones, pensiones y rentas mínimas que hacen de “colchón social” y han ayudado “a que se reduzca la pobreza o que, al menos, no aumente tanto”, ha señalado el portavoz de EAPN.

Además, ha llamado la atención sobre la pobreza infantil en Canarias, que mantiene cifras “insoportables”, pues, según ha detallado, el 44,5 por ciento de esta población menor de 18 años está en riesgo de pobreza y exclusión social, y a pesar de reducirse en 3,3 puntos con respecto al año anterior presenta una tasa “muy elevada” con respecto a otros grupos de edad.

También ha resaltado que “la feminización de la pobreza continúa siendo un problema estructural”, ya que el 35,2 por ciento de las mujeres de las islas están en riesgo de pobreza, dato que también ha disminuido respecto al año anterior.

En opinión del vicepresidente de EAPN, tener un empleo en Canarias, donde el ingreso medio de la unidad familiar está en torno a 1.200 euros, en ocasiones no es suficiente para salir de la pobreza, aún más si se añade la carestía de la vida, que impide a muchas personas poder ahorrar, disponer de vacaciones o acceder a la cultura.

Por este motivo, el 42 por ciento de los canarios no puede permitirse ir de vacaciones una semana al año, el 38 por ciento no puede permitirse sustituir los muebles estropeados, el 12 por ciento sustituir la ropa y el 21 por ciento gastar una pequeña cantidad de dinero en sí mismo cada semana, según se desprende del informe.

Parte del problema, según Fernando Rodríguez, es que se dedica un alto porcentaje del salario a pagar la vivienda, que en zonas metropolitanas y tensionadas cuesta más de 700 euros, y también a que apenas el dos por ciento de las casas que hay en Canarias son públicas.

En este contexto, Fernando Rodríguez ha exigido un pacto contra la pobreza y la exclusión social, la mejora de políticas públicas relacionadas con la infancia y la vivienda, al tiempo que ha reclamado medidas estructurales a largo plazo y no de emergencia.