ENTREVISTA

“Hasta un 15% de quienes se infectan tiene o va a tener el Covid persistente”

José Manuel Toscano, médico coordinador de los equipos Covid en Fuerteventura

Eloy Vera 0 COMENTARIOS 06/12/2021 - 07:52

La pandemia se resiste a desaparecer. En las últimas semanas, el Covid ha vuelto a circular con virulencia en Fuerteventura, donde el repunte de casos, sobre todo en la zona norte, no da un respiro a los profesionales sanitarios. Han vuelto los ingresos y las entradas en la UCI. “La mayoría son personas no vacunadas”, sostiene el coordinador de los equipos Covid en la Isla, José Manuel Toscano.

-¿Qué ha ocurrido para que se estén produciendo tantos contagios en Fuerteventura?

-Hemos empezado a recibir casos importados de turistas que vienen de zonas donde el virus estaba floreciendo. Turistas que venían de Europa central y del norte trajeron los primeros casos de lo que se puede llamar la sexta ola. Una vez más, el ocio nocturno hizo que la interacción de la población residente y turista haya hecho que el virus esté circulando nuevamente en la Isla, sobre todo en la zona norte.

-¿Cuál es el perfil de las personas contagiadas en esta nueva ola?

-El perfil es el de personas mayoritariamente no vacunadas, entre los 30 y 50 años, y también turistas no vacunados. Los pacientes graves que han tenido que ser hospitalizados e, incluso, entrado en la UCI son personas no vacunadas. Corralejo es una zona con muchos turistas no vacunados o parcialmente vacunados y que han interaccionado mucho con la población local. En La Oliva, sobre todo en sus dos grandes núcleos poblacionales, Corralejo y El Cotillo, existe una incidencia acumulada a 14 días de 572 casos por cada 100.000 habitantes.

-La Oliva ha llegado a ser el municipio canario con más contagios por población. ¿Qué está pasando?

-En La Oliva existe mucha interacción social, relajación de las medidas de protección Covid, mucho negacionista, mucha vida social y muy poco respeto a las medidas de protección anticovid: mal uso de la mascarilla, ocio nocturno en lugares mal ventilados y mucho contacto social.

-¿Cree que ha faltado control policial en La Oliva?

-La Policía tiene muy poca capacidad de actuación allí. Nos han dicho que sus plantillas no están dimensionadas para mantener el orden. A eso se suma que van y dispersan una zona, pero se van a otra y hacen botellón. Es muy difícil así controlar la pandemia en Corralejo. Creo que debería haber más control policial.

“Los turistas de Europa central y del norte trajeron los primeros casos de la sexta ola”

-¿Cuáles son las características de los brotes que se están produciendo?

-Generalmente, se producen en reuniones sociales, en ocio nocturno, comidas y también hay brotes familiares. Esas características se mantienen en el tiempo.

-¿Las personas ingresadas tienen patologías previas?

-Tenemos algún turista ingresado con patologías previas. Si un vacunado ingresa, es porque tiene una patología previa y si empeora y entra en la UCI también es porque tiene una patología previa. El vacunado tiene una protección que hace que pueda estar infectado, pero no tendrá una enfermedad grave. El perfil de los ingresados es el de una persona no vacunada y, si está vacunada, tiene una patología previa.

-¿Es partidario de separar a los turistas de los residentes en las estadísticas, como se hizo con las personas inmigrantes?

-En un principio hubiera sido una buena medida. En este momento actual, donde ya hay interacción con la población, no nos daría un dato epidemiológico interesante. De todas maneras, estamos empezando a contar quiénes son turistas, quiénes están vacunados y quiénes no. Son datos que nos aportan mucha información.

-¿Cómo va el ritmo de vacunación?

-Estamos en torno a un 70 por ciento de la población diana con dos dosis. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ya ha aprobado la vacunación entre los cinco y los once años. Es el primer paso. La EMA autoriza por primera vez la vacuna efectiva en los niños. Parece que esto tarde o temprano llegará. Los niños tienen infecciones más leves, pero también tienen su capacidad de transmisión, por lo que es una población susceptible de mantener la enfermedad.

-En Canarias hay un 86,7 por ciento con pauta completa de vacunación. Con estos datos en la mano, vemos que Fuerteventura está por debajo de la media regional un 10 por ciento...

-Sí. En Fuerteventura hay una franja poblacional entre los 20 y los 30 que es más reacia a vacunarse. [Con datos de finales de noviembre, apenas el 63,5 por ciento estaban vacunados al completo]. Muchos son indecisos, por lo que tenemos que hacer una campaña para captar a toda esta gente, indicando claramente el riesgo de no vacunarse.

“Hay una franja poblacional, entre los 20 y los 30, más reacia a vacunarse”

-¿Qué opina de que se pida el certificado Covid en espacios de pública concurrencia?

-Es una medida más y me parece importante para estimular e incentivar a aquellos que ya están vacunados y para que quienes no lo estén se animen a hacerlo. Para los que están convencidos de no vacunarse, no es efectiva, pero sí para los indecisos, que hay muchos. Esto puede animarlos.

-¿Cómo va la vacunación con la tercera dosis en la Isla?

-La tercera dosis ya se ha completado en las residencias y en los cuidadores de mayores. Se está acabando de administrar a los mayores de 70 años y se ha empezado con los mayores de 60 y los sanitarios.

-¿Cuál es la variante dominante ahora mismo en la Isla?

-Hemos tenido durante dos semanas la variante delta y ahora tenemos la variante delta plus. La delta plus no supone mayor riesgo de transmisión ni de enfermedad que la variante delta. Es igual de transmisible. Se ha hecho mucha propaganda mediática, pero lo cierto es que la delta plus se comporta exactamente igual que la variante delta. Lo importante es que las vacunas son efectivas frente a este tipo de variantes. Es muy importante vacunarse porque la vacuna es efectiva.

-¿Cómo está afectando la sexta ola a la presión sanitaria?

-Ahora mismo, los servicios de Urgencias de Atención Primaria están al máximo de su capacidad. Están atendiendo muchas patologías respiratorias. A diferencia del año pasado, existe patología respiratoria que no es Covid. Ya tenemos los primeros casos de gripe. Hay otros tipos de virus respiratorios que, a la vez, están con el coronavirus. Ahora es más complejo. Puedes tener una sintomatología de tos, catarro, mocos o febrícula y puede ser un coronavirus, una gripe u otro virus. Ahora es más difícil diagnosticar los casos y, a su vez, la gente acude más a los centros de salud, sobre todo, a los servicios de Urgencias con patologías respiratorias. Por otro lado, se está haciendo el test de coronavirus, cuya prueba lleva un tiempo de realización, y todo eso desborda un poco la asistencia.

-¿La sexta ola está produciendo cancelaciones y retrasos en las operaciones?

-Todavía no, pero puede pasar. Al Hospital no ha afectado de forma inmediata. Sí afecta mucho a la Atención Primaria. Se han tenido que reducir, sobre todo, las consultas de Enfermería. Ahora mismo, el objetivo fundamental este invierno es vacunar y atender el coronavirus. Cuando habíamos puesto en marcha todo el servicio en Atención Primaria, se ha tenido que retrasar y Enfermería es la que más se ha visto desfavorecida porque ha tenido que reducir el tipo de actividad que hacía para dedicarlo a la atención al Covid. De momento, donde más se ha notado es en Primaria.

-¿Se contempla alguna medida para ampliar, de nuevo, las camas de la UCI?

-Hay 11 camas, más nueve que están en la Unidad de Reanimación Posanestésica (URPA). La UCI, ahora mismo, tiene camas ocupadas, pero no es por pacientes Covid, sino por otro tipo de patologías. Por eso, se ha puesto la URPA y también hay prevista otra sala nueva en previsión de que haya un desdoblamiento del servicio. Esta sala podría tener 10 camas más.

-¿Cómo ha afectado la pandemia a personas con otras patologías?

-Al igual que el resto del país, ha afectado negativamente. Ahora estamos viendo todas esas patologías ocultas que no se habían declarado. Sufrimos un confinamiento estricto, donde la gente no se atrevía a salir, y hubo mucha patología que no se pudo seguir. Ahora, ha empezado a aparecer toda esa patología crónica que no ha tenido el seguimiento sistemático que debía tener.

-¿Hay muchas personas en la Isla con secuelas tras pasar el virus?

-Ese es el principal problema que vamos a tener en los años venideros. Hasta un 15 por ciento de personas que se infectan tienen o van a tener lo que llamamos el Covid persistente. Es decir, mantienen durante más de 12 semanas toda la sintomatología del Covid: cansancio, fatiga muscular, neblina mental, tos persistente, falta de aire... Afecta, sobre todo, a una etapa: mujeres entre los 40 y 60 años. El Covid persistente es independiente de si la enfermedad ha sido leve o grave.

“Las cenas de Navidad serán un punto álgido de contagios”

-¿Cree que la consecuencia directa de esta sexta ola es porque se le ha perdido el miedo al virus?

-La gente se ha confiado. Después de un año y medio en el que la gente no ha podido salir, quiere hacerlo, viajar, estar con los amigos, ir de cena...

-Habla de cenas, ¿qué puede pasar con las de Navidad a la vuelta de la esquina?

-Serán un punto álgido. Si en los próximos 15 días no conseguimos doblegar esta ola y que vaya descendente, la recomendación es hacer las cenas al aire libre, con mascarilla y vacunados. La última recomendación es hacerse un autotest antes de ir. Sería la única forma de poder celebrar una cena de Navidad o de empresa en condiciones.

“La sexta ola podría producir cancelaciones y retrasos en las operaciones”

-¿Cómo se puede convencer a los indecisos a vacunarse y a los que han dicho que no a hacerlo?

-Para los indecisos, el pasaporte Covid podría ser una buena opción. A todos aquellos que han pasado la infección y que no estaban vacunados previamente los estamos vacunando. Tras pasar la enfermedad, la indecisión pierde fuerza, sobre todo, si se ha tenido síntomas de cierta envergadura. A esas personas ya no nos cuesta animarlas a que se vacunen. De hecho, estamos en esa campaña. A infectados que no se vacunaron los estamos vacunando. Así también aumentamos la inmunidad. Con los negacionistas es muy difícil actuar porque es una condición personal, de entendimiento. Lo único que les podemos decir es que es una conducta de alto riesgo. Además, los no vacunados son los que más transmiten la infección. Cinco veces más que un vacunado. Por tanto, es una actitud insolidaria.

-¿Es partidario de la vacuna obligatoria?

-Es una pregunta muy difícil porque entran en juego muchos elementos. Si pone en riesgo la salud pública, hay que plantearse la vacuna obligatoria, aunque se enfrentan derechos civiles con derechos de salud pública. Por perspectiva de colectividad y solidaridad con los demás sería bueno aplicar una vacuna obligatoria. Desde el punto de vista individual, todo el mundo tiene derechos, así lo recoge la Constitución, y no creo que legalmente se pueda intervenir.

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