-Haría se ha caracterizado siempre por ser un municipio tranquilo y en tres años han pasado por la alcaldía hasta seis de los 11 concejales que componen el Ayuntamiento, cuatro alcaldes y otros dos en funciones. ¿Cree que el ciudadano lo entiende?

-Es cierto que antes los mandatos eran más estables, pero porque había un grupo de gobierno mayoritario, algo que no se dio en las últimas elecciones. Así lo decidió el pueblo legítimamente. Todos sabíamos desde el minuto cero que esto iba a ser un mandato de pactos. El último cambio en la alcaldía no es nada sorpresivo, estaba programado en el pacto hace año y medio. El pueblo de Haría es inteligente y lo entiende. Otra cosa es que a través de los medios de comunicación se tergiverse la historia.

-La discusión entre la Plataforma del Municipio de Haría (PMH) y Coalición Canaria (CC) es por un concejal nacionalista al que ustedes no quieren incorporar al grupo de gobierno. ¿Por qué?

-No hay discusión entre un partido y otro, simplemente se tomó una decisión que no estaba fijada con anticipación al acto de investidura. Ese concejal [Armando Bonilla] decidió desmarcarse del grupo de gobierno y no asistió al pleno de investidura. Estaban preparadas las delegaciones de áreas de todos los concejales. Me sorprendió su ausencia, pero si no quiere estar aquí no vamos a arrastrarlo. Es mi responsabilidad gestionar lo mejor posible el Ayuntamiento de Haría en estos nueve meses que quedan de mandato.

-¿Cómo se toma escuchar comentarios como que Pepe Torres Stinga la maneja?

-Me llama mucho la atención el desprecio que existe todavía a la figura femenina en ciertos cargos. No hay más que ver las desafortunadas declaraciones de Alfredo Villalba (PSOE), que dijo que era una “alcaldesa florero”. Tengo las ideas muy claras y no me afecta, pero se pone a las mujeres en una posición que no voy a permitir. No soy más ni menos que nadie, tengo mi carrera y mis posgrados y, en la vida, salvo en la infancia, nunca he permitido que nadie tome decisiones por mí. Tengo mi criterio. Pertenezco a una plataforma en la que todos opinamos, pero la que no delegó áreas fui yo.

-¿Cuáles son los principales retos del Ayuntamiento bajo su alcaldía?

-Tenemos tres preceptos básicos. En primer lugar, la transparencia. En mi discurso de investidura enfaticé sobre la tolerancia cero ante ciertas dinámicas que se habían convertido en cotidianas. El pueblo tiene que saber lo que ocurre en su ayuntamiento. Por otro lado, tenemos que recuperar el patrimonio. Tenemos unos valores impresionantes en Haría, que han estado descuidados, tanto en el ámbito etnográfico como en el medioambiental o en el cultural.

-Se han detectado problemas en las palmeras del municipio. ¿Hay alguna zona en la que estén más dañadas?

-En la zona de costa, sobre todo Punta Mujeres y Arrieta, las palmeras están muy afectadas por la diocalandra. De hecho, para poder suministrar material a los artesanos deben proceder de Haría, Máguez y Ye. Desde el Gobierno de Canarias se van a destinar dos millones de euros para tratar el palmeral de Lanzarote. En el Cabildo han hecho un diagnóstico del palmeral de la Isla, con Haría en último lugar, para llegar a la conclusión de que la diocalandra afecta a la mayoría de ejemplares, que es algo que se sabía porque se está viendo. Existe un posible tratamiento que no es dificultoso, pero la diocalandra prolifera con falta de agua y si no podas las palmeras se genera un ambiente húmedo propicio para su propagación. Es necesario emprender acciones ya.

-Hablaba antes de tres preceptos básicos de su mandato. ¿Cuál sería el tercero?

-La educación y formación de los jóvenes. Cuando entré en la institución se debían las ayudas al transporte desde 2017. De hecho, en el ayuntamiento no había ningún trabajador asignado a Educación, no se le daba ninguna importancia. La ordenanza de becas está obsoleta y hay que modificarla para actualizarla. Es una prioridad. La juventud es nuestro futuro y la formación se ha dejado en un segundo plano.

-Uno de los asuntos más candentes en los últimos mandatos ha sido el del pleito con el Cabildo por la Cueva de los Verdes. Se firmó un convenio que este mandato se modificó, por el que la institución insular pagaría 13 millones en 15 años a Haría. ¿Ve una solución definitiva a este conflicto?

-Esa modificación [aprobada con Villalba en la alcaldía] está judicializada. No se reflejan los intereses, amén del plazo de pago a 15 años, que consideramos excesivo. No queremos ser agresivos con la institución insular, pero tenemos que defender a Haría. En ese convenio no se reflejaron más de cuatro millones que nos corresponden y como responsable público no puedo condonar una deuda. Desde el inicio se podía haber llegado a un acuerdo razonable de pago. Lo que no tiene sentido es que el ayuntamiento tenga que pedir un crédito bancario porque estamos pendientes de que el Cabildo pague la deuda.

-El Ayuntamiento de Haría ha tenido disputas con el Gobierno central, a cuenta de un deslinde de Costas y de la instalación del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) en el Mirador de Guinate. ¿Cómo están ambas polémicas?

-En cuanto al deslinde marítimo terrestre, este asunto está en manos de la Justicia. Reivindicamos una zona de servidumbre de Costas de 20 metros, en lugar de los 100 metros de ancho que ha delimitado el Gobierno. Eso supondría que se quedaría dentro de la zona de servidumbre buena parte de Punta Mujeres y Arrieta, por ejemplo. Ha sido una decisión unilateral con la que no estamos de acuerdo. En cuanto al SIVE se va a ubicar en una zona próxima al Mirador de Guinate. Donde lo querían colocar, en pleno mirador, era un disparate. Hemos aceptado la cesión de los terrenos, que eran privados, y se llevará a pleno el traspaso al Gobierno. Hay quien nos ha trasladado las dudas sobre que cumpla con las expectativas y que solvente el problema.

“El primer precepto que tenemos en el Ayuntamiento es la transparencia”

-Órzola está experimentando una importante presión de vehículos y el pueblo se ha convertido en un gran aparcamiento de visitantes del Archipiélago Chinijo. ¿Hay alguna solución a corto plazo?

-Tiene solución, pero no soy de las que hace falsas promesas. Hemos empezado con zonas azules, porque es una odisea para un vecino aparcar cuando llega del trabajo. Hay que redirigir el tráfico, sacándolo del centro, redistribuyendo también los vehículos pesados y habilitando aparcamientos públicos. Es cierto que la mayoría de los solares disponibles se los han ido quedando las navieras.

-Desde el ámbito animalista se ha venido denunciando que el ayuntamiento incumple con la vigilancia en materia de bienestar animal. ¿Qué responde?

-Llama la atención que la denuncia proceda de una única asociación. Creo que hay intereses más allá del bienestar animal. Desde que estoy al frente de esa responsabilidad se sacó a licitación el servicio de recogida y albergue de animales y lo gestiona una empresa, algo que no debió gustar a la asociación. El ayuntamiento y la Policía hacen su trabajo. Se detectaron dos casos de posible maltrato animal y se dio curso judicial, aunque hace poco se resolvió en sentido negativo uno de los procedimientos.