Verónica Fraguela, presidenta de Fuerteventura Rural Sostenible
“Queremos que Fuerteventura se asiente como destino rural y no de alquiler vacacional”
Verónica Fraguela, presidenta de Fuerteventura Rural Sostenible
Verónica Fraguela lleva desde septiembre del pasado año al frente de la Asociación Fuerteventura Rural Sostenible. La unificación de las dos asociaciones, que hasta ese momento daban paraguas a los hoteleros del turismo rural, dio paso a Fuerteventura Rural Sostenible en la que están representados 16 establecimientos alojativos rurales de la Isla. La pandemia hizo que muchos tuvieran que reinventarse. Una vez controlado el virus, el gremio ha logrado sacar de nuevo la cabeza y pasar un verano con una ocupación cercana al 80 por ciento. La diferenciación y la visualización del turismo rural majorero siguen siendo las asignaturas pendientes y los retos a los que se enfrenta la asociación, joven en estatutos, pero con integrantes con años de lucha y trabajo a favor del turismo rural.
-¿Con qué objetivos surge la asociación?
-Surge con la idea de unificar criterios y trazar la dirección hacia la que se quiere ir. Queremos consolidar Fuerteventura como destino rural y que se nos diferencie. No tenemos nada que ver con el turismo vacacional. Ellos van por un lado y nosotros por otro. En nuestro caso, interactuamos bastante con el huésped. Intentamos colaborar y generar una economía circular. Uno de nuestros objetivos es que los visitantes conozcan en profundidad lo que se hace en Fuerteventura. El turismo rural se interesa por conocer cómo vivimos, cuál es nuestra idiosincrasia.
-Durante la pandemia, se puso el foco en la situación de los hoteles, pero ¿cómo afectó la pandemia al sector del turismo rural en la Isla?
-Hubo compañeros que lo pasaron realmente mal. Nos tuvimos que reinventar. Algunos de ellos convirtieron sus establecimientos en viviendas para un sector concreto. En nuestro caso, nos orientamos hacia el coworking, para dar respuesta a la gente que salía de sus países y venía a trabajar aquí. Afortunadamente, los 16 establecimientos que están en la asociación han conseguido seguir al pie del cañón.
“Cualquiera se anuncia como alojamiento rural solo porque la casa es de pueblo”
-En estos momentos, ¿qué ocupación registran los establecimientos dedicados al turismo rural en la Isla?
-Tras la pandemia, hemos conseguido remontar bien, aunque siempre aspiramos a crecer un poco más. En estos meses de verano, estamos rondando el 75-80 por ciento de ocupación.
-¿Cuáles son las principales reclamaciones del sector en la Isla?
-Somos conscientes de que no somos demasiados y que nuestra planta alojativa no es muy grande, pero sobre todo queremos que se nos dé visibilidad y que se nos diferencie bien. Eso se logra a través de la digitalización, pero también esperamos el apoyo de la administración para poder estar diferenciados del resto de ofertas turísticas que pueda tener la Isla. El turismo rural no es solo el establecimiento sino también es una apuesta por lo ecológico, la economía circular, el senderismo, un correcto uso de la gestión de residuos…
-Más allá de esa reivindicación, ¿qué otras mejoras debe tener Fuerteventura como destino rural?
-Desde hace bastante tiempo, venimos reivindicando la señalización de los espacios naturales. No se puede estar abriendo senderos por cualquier sitio, sea Calderón Hondo, Barranco de los Canarios o cualquier otro sitio. Todo no vale. Al final, va a acabar destrozado aquello de lo que nos estamos nutriendo.
“Pedimos que se nos dé visibilidad y que se nos diferencie bien del resto”
-¿Se libra el sector del turismo rural del intrusismo?
-No. En cualquier página de promoción se puede ver cómo cualquiera se anuncia como alojamiento de turismo rural simplemente porque la casa está en un pueblo, pero realmente no lo es. Nosotros hemos tenido que pasar unas auditorías y una serie de requisitos para que se nos diera la certificación como calidad rural.
-¿Echa en falta más inspecciones para impedir el intrusismo?
-Más que una inspección, creo que el tema se debe controlar cuando se da una licencia. Creo que no se fijan los controles necesarios para estas autorizaciones. A la hora de dar una licencia de construcción, explotación o actividad se debería saber a qué nos estamos ateniendo. Quizás eso es lo que no se controla. Al final, la inspección se hace a los que están en regla.
-¿Cree que hay muchas trabas a la hora de dar una licencia para que un establecimiento se convierta en alojamiento rural?
-Sí, pero no solo para la licencia. Una de las demandas que hemos hecho es que el Cabildo inste a los ayuntamientos a que aprueben sus catálogos arquitectónicos. Hay una serie de ayudas a las que nos podríamos acoger y no podemos porque los catálogos no están aprobados.
“Debemos apostar por la economía circular, el ecoturismo y la sostenibilidad”
-¿Cómo está afectando el alquiler vacacional a los establecimientos rurales?
-Creo que cada uno tiene su mercado. No creo que alguien que quiera coger una súper villa, donde caben 20, sea el mismo perfil de cliente que el que busca el turismo rural. Son perfiles diferentes. No se le puede echar siempre la culpa a la vivienda vacacional. Un apartamento en Corralejo no aporta lo mismo que una vivienda rural, con unas vistas excepcionales, desde donde se pueda ver un amanecer o un atardecer.
-En localidades como Lajares, las villas de alquiler vacacional conviven con viviendas de turismo rural. ¿No cree que estas casas en el interior desvirtúan el concepto de turismo rural?
-Una de nuestras misiones es podernos diferenciar de la vivienda vacacional. Por eso, queremos que se nos visualice como turismo rural y que Fuerteventura se asiente como destino rural y no como alquiler vacacional.
-¿Contentos con la labor que las administraciones de la Isla están llevando a cabo para promocionar el turismo rural?
-Hay que reconocer que, de un tiempo para acá, parece que hay voluntad, pero a nosotros siempre nos va a parecer insuficiente.
“Deseamos tener un motor donde esté el turismo rural y poder trabajar desde ahí”
-¿Está suficientemente promocionado el turismo rural majorero en el exterior?
-Suficientemente no. Está promocionado, pero para nosotros no es suficiente. Creo que tenemos que empezar a distinguirnos. Deberíamos estar diferenciados, por ejemplo, dentro de la página ‘Visit Fuerteventura’. De tal manera que quien quiera buscar turismo rural tenga claro donde tiene que ir.
-¿Cree que el sello Reserva de la Biosfera está suficientemente aprovechado en la Isla?
-En cuanto a calidad rural y ecoturismo creo que hemos sabido, de alguna forma, aprovechar el sello de Biosfera. Sin embargo, los recursos naturales no están cuidados. Vincular todo a una reserva, cuando las cosas no están lo suficientemente cuidadas, es un poco contradictorio.
-¿Cuál es el perfil del visitante que demanda turismo rural en la Isla?
-Es un perfil de persona bastante ecológica y respetuosa con el medio ambiente. Vienen de todas las edades. Es sorprendente, pero cada vez hay más jóvenes. El origen depende de las zonas. Quizás, la zona sur tenga turismo más internacional. Durante la temporada de verano, en la zona norte tenemos mucho nacional, ya sea peninsular o de otras islas, y durante el invierno el internacional tampoco falla. Últimamente, ha venido mucho francés, polaco, italiano, alemán...
-¿A qué retos debe enfrentarse el sector?
-Sobre todo a subsistir. Mejorar y poder seguir visualizándonos. Nosotros como asociación tenemos que seguir trabajando para que esto suceda y continuar apostando por la economía circular, el ecoturismo, la sostenibilidad y el respeto al entorno.
-¿Qué problemas de comercialización tiene el sector turístico rural en la Isla?
-Ahora mismo cada uno tira de lo que tiene y puede. Hay quien tiene un channel manager o a través de páginas, pero no tenemos un motor que nos englobe. Esa es una de las cosas a las que aspiramos. Queremos tener un motor donde esté el turismo rural y poder trabajar desde ahí. Para eso también se creó la página de Fuerteventura rural y ecoturismo. En mi caso, prefiero estar en páginas específicas que en un turoperador. Muchas veces en el mercado mayorista no se distingue lo que es el turismo rural. No hay un turoperador muy específico.
-Cada vez se habla más de los nómadas digitales. ¿Apuesta este sector por los alojamientos rurales?
-Durante la pandemia a algunos de nosotros nos ayudó. Ahora mismo, no se aprecia esa diferenciación. Creo que es un turismo que está más acotado a temporadas.
-¿Qué previsión de ocupación maneja para los próximos meses?
-Se espera buena. Tendremos una ocupación de alrededor del 70-75 por ciento de cara a los próximos meses.
-¿Están llegando las ayudas?
-Pocas o ninguna. Si tuviésemos aprobados los catálogos por lo menos las de mantenimiento hubieran llegado.
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