“Pretendemos que quien se acerque se sienta transformado”, señala el artista que da alma y nombre a la Fundación Francis Naranjo
Abren un portal a otra dimensión en pleno corazón de Las Palmas de Gran Canaria
“Pretendemos que quien se acerque se sienta transformado”, señala el artista que da alma y nombre a la Fundación Francis Naranjo
La puerta a otra dimensión se abre de lunes a sábado en el número 63 de la Avenida Primero de Mayo de Las Palmas de Gran Canaria. Este portal a otros mundos cierra los domingos por descanso del personal. “Pretendemos que quien se acerque se sienta un tanto transformado”, señala el artista que da alma, cuerpo y nombre a la Fundación Francis Naranjo, natural de Guía aunque cada vez con menos fronteras profesionales y personales tras haber expuesto o comisariado en múltiples países y tender un puente que empieza en Gran Canaria y concluye en las inspiradoras orillas de Latinoamérica.
Quien sabe. Quizás la cristalización del proyecto se deba a la capacidad de soñar y asumir riesgos. Como aquel día de 2014 en los bordes del lago boliviano de Titicaca, en el Palacio de Iñak Uyu de la comunidad coati en la Isla de Luna, cuando Naranjo descubrió santuarios en los que se habían depositado piedras a modo de ofrenda. “Si te llevas una piedra de aquí, tendrás que volver a depositarla en su lugar: soñarás”, le advirtieron.
La conexión que Naranjo siente con las energías primarias se concretó en la exposición Estás entrando en la luz de tus ojos, es decir, en otros mundos que también eran mundos personales. La muestra incorporó la recreación del sol de Atacama, meteoritos encontrados en el altiplano o rocas procedentes de Rusia dotadas de la capacidad de compensar cargas positivas y negativas.
Hoy en día, sigue presente la intención de adentrar al público en túneles que conducen en ocasiones a otro tiempo, a otro lugar o a otras realidades, pero también a las profundidades de cada persona. La exposición inaugural de la Fundación Francis Naranjo, Black, abierta hasta el 31 de agosto e integrada por creaciones de 17 artistas internacionales de ocho países y cuatro continentes, supone, pese a su título, otra luminaria para marcar la senda.
Obra de Lecuona y Hernández en ‘Black’.
“Si bien es la incertidumbre la que nos mueve para adentrarnos en los nuevos mundos promovidos a través de estas propuestas, también es la que nos hace críticos tratando de alejarnos de ciertos pensamientos dogmáticos. Vivimos tiempos convulsos y ello nos obliga a repensarnos desde la oscuridad, y allí donde la luz no alumbra, quizás alumbre la sombra”, adelanta. Es una suerte de aviso a navegantes dirigido a quien se adentre en este enigmático océano y deje al otro lado el rugido de la urbe, del tráfico, de las oficinas, de las sedes de las entidades bancarias y de los edificios oficiales que colindan con los barrios humildes que trepan por los riscos de la ciudad.
Sin darnos cuenta, los pasos por una de las salas nos llevan a un sitio y un momento distantes. La instalación de Juan Ramón Barbancho incluye 71 bolsas de plástico con igual número de cuadernos de tapas negras y páginas en blanco porque nadie pudo escribirlas. En el vídeo, un hombre anda por las afueras de Córdoba, justo donde las brigadas del amanecer volatilizaron las vidas de otros tantos hombres. El mantra con sus nombres, edades y profesiones completa el viaje.
“La revisión es también una forma de vivir el momento actual”, sigue el hilo Naranjo con su apariencia de negra hilvanada rebelada frente a la uniformidad que aspira a blanquearlo absolutamente todo. “Hay demasiadas producciones que se basan exclusivamente en la cuestión estética. Pero ya Goya, con Los desastres de la guerra, puso en escena algo que él consideraba que tenía que hacerse patente fuera de la praxis del mercado. Las artes visuales y el arte en general tienen que revolucionarte la mente”, proclama.
Obra de Acaymo S. Cuesta con canutillos de papel con mensajes que incitan al odio en Twitter.
“La mayor parte de las obras siguen modelos para entrar en algunos circuitos”
“Hemos llegado a unos límites extremos. La mayor parte de las producciones siguen modelos y normas que son las adecuadas para entrar dentro de ciertos circuitos y mercados. Pero si hablamos de los procesos iniciales, todavía existen en algunos contextos indígenas, en Sudamérica, construcciones de arte, entre comillas, porque a veces se les llama artesanía, que tienen una funcionalidad relacionada con procesos que tienen que ver con la mística, el cuerpo, la representación de lo social y con lo ritual”, ilustra.
“Si pensamos en ello, se generan paralelismos con los procesos que llamamos contemporáneos. Los guaraníes reunirían en sus creaciones los requisitos para ser consideradas piezas de arte contemporánea, pero acierto mercado no le interesa reconocerlo, porque no podrían especular de la misma manera”, subraya.
Desandamos los pasos. Cruzamos de nuevo el portal, esta vez hacia el exterior, donde brama la ciudad, como cuando el agua corre por los barrancos secos tras el aguacero y la corriente se lo lleva todo por delante. Hemos regresado al torrente sin tener apenas tiempo para pensar en qué parte o partícula de nuestro ser habrán sido transformadas.
Sustentada en la experiencia y trayectoria profesional del artista grancanario Francis Naranjo (Guía, 1961), la Fundación Francis Naranjo se define como un proyecto de arte contemporáneo enfocado en la exposición, difusión, mediación artística, investigación, producción de arte contemporáneo y la constitución de una colección de arte contemporáneo, popular e indígena. A partir del año 2003 Francis Naranjo expone y comisaría proyectos de arte de forma constante en el territorio latinoamericano. Desde entonces ha ido generando toda una red de colaboraciones.
La Fundación tiende puentes y redes entre Canarias y Latinoamérica, fundamentalmente, entendiéndolos como territorios próximos debido a sus procesos históricos e idiosincrasia cultural, además de espacios periféricos en los que poder crear propuestas artísticas desde posicionamientos experimentales y alternativos al centro absorbente del mundo globalizado que habitamos. Uno de los objetivos principales de la Fundación es trabajar por la internacionalización del tejido cultural canario.
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