Salud Pública proporcionará información destinada a facilitar consejos útiles y medidas prácticas para prevenir los efectos de la exposición a temperaturas elevadas
Canarias fija el umbral para activar el plan por exceso de temperaturas en 33 y 34 grados
Salud Pública proporcionará información destinada a facilitar consejos útiles y medidas prácticas para prevenir los efectos de la exposición a temperaturas elevadas
Los umbrales de temperatura establecidos en 2023 dentro del Plan de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas en la Salud para Canarias son 33 grados centígrados para la provincia de Las Palmas, y 34 grados centígrados para la de Santa Cruz de Tenerife.
En un comunicado remitido este lunes la Consejería regional de Sanidad indica que la Dirección General de Salud Pública ha activado el Plan de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas en la Salud, que establece las medidas necesarias para reducir los efectos para la salud de las personas asociados a las temperaturas excesivas.
También se encargará de coordinar las instituciones de Canarias implicadas, activando el sistema sanitario de atención a las urgencias del Archipiélago, en coordinación con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
La Dirección General de Salud Pública, que coordina desde 2004 el Plan de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas en la Salud en Canarias, tiene establecido un sistema de vigilancia epidemiológica del impacto de las altas temperaturas sobre la salud de la población coordinado con los centros asistenciales y de urgencias de Canarias, así como el aviso a dichos centros y a los ayuntamientos afectados de la previsión de situaciones de alerta.
Asimismo, Salud Pública proporcionará información a los medios de comunicación destinada a facilitar consejos útiles y medidas prácticas para prevenir los efectos de la exposición a temperaturas elevadas.
Con estas actuaciones se pretende aumentar la capacidad de prevención individual de afrontar el calor aplicando medidas que sean fáciles y accesibles.
El plan está dirigido a toda la población, y especialmente pensado para los colectivos de población más vulnerables al calor intenso como son los ancianos, los niños y las personas con patologías crónicas.
Desde un punto de vista social, la marginación, el aislamiento, la dependencia, la discapacidad, las condiciones de habitabilidad de las personas con menos recursos, añaden factores de riesgo que hacen aún más vulnerables a colectivos que, precisamente por sus condiciones socio-económicas, deberían estar más apoyados, añade el departamento sanitario.
En concreto, todos los hospitales y el Servicio de Urgencias Canario (SUC) cuentan con personal designado y formado especialmente para hacer frente y coordinar de manera eficaz los servicios ante una posible ola de calor, así como las vías de comunicación.
Añade que el criterio para asignar los niveles de riesgo para la salud para situaciones de exceso temperatura, determinado por el Ministerio de Sanidad, se asienta en un algoritmo de decisión.
En función de ese algoritmo, basado en las temperaturas máximas previstas, la umbral establecida, el número de días de persistencia, que se concreta en un mínimo de tres, y los factores de riesgo de cada territorio, se determina cuatro niveles de riesgo:
◦ El nivel 0 (verde), de ausencia de riesgo.
◦ El nivel 1 (amarillo), de bajo riesgo.
◦ El nivel 2 (naranja), de riesgo medio.
◦ El nivel 3 (rojo), de alto riesgo.
La vulnerabilidad a las altas temperaturas incluye factores de riesgo personales, como ser mayor de 65 años, lactantes, gestantes, así como ambientales, locales y laborales entre otros.
Las recomendaciones dirigidas a la población vulnerable especialmente son las de permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse cada vez que se necesite y reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas centrales del día.
Además se aconseja beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física que se realice, así como evitar las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación.
También se debe prestar especial atención a bebés, menores, mujeres embarazadas o lactantes, así como personas mayores o con enfermedades que puedan agravarse con el calor (como las enfermedades cardiacas, renales, diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer, patologías que dificultan la movilidad, demencia y otras enfermedades mentales, así como el abuso de drogas o alcohol).
Otras recomendaciones son las de usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar, no dejar a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a personas menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas) y consultar a un profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
También se aconseja ingerir comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos) y mantener las medicinas en un lugar fresco, pues el calor puede alterar su composición y sus efectos.
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