Canarias vive en una economía subvencionada casi al 100%. Todo lo que aquí consumimos está indirectamente subvencionado por las ayudas al transporte. Los viajes, no solo los de los canarios también los de los turistas, están subvencionados. Los hoteles también están ayudados por dinero público; y ahora, encima nos perdonan la tasa por la contaminación de los aviones para no dañar el negocio del turismo; el negocio de unos pocos pero que da trabajo a la mayoría de la población canaria, directa o indirectamente. Mientras tanto la educación es muy pobre y está sobresaturada, la sanidad es cada vez peor, rompiendo cada año los records en listas de espera y errores médicos; cada vez más la gente que puede permitírselo se pasa a la sanidad privada. La justicia no funciona y las sentencias más peculiares y estrambóticas del Estado se dan aquí en Canarias. La Ley ha dejado paso a un enorme nivel de impunidad. Hay dinero para grandes autovías y proyectos donde la única finalidad es poner cemento sobre un territorio cada vez más deteriorado, pero no lo hay para resolver los problemas más acuciantes que tiene la gente de a pie, como la escasez de vivienda pública. Los precios de los alquileres están disparados y ninguna administración hace nada. Y para colmo, los salarios de la mayoría y la seguridad laboral raya los niveles del esclavismo. Se diría que, como en la película de Jim Carrey, "El show de Truman", Canarias es un escenario gigante donde la población vive engañada en una libertad que no existe y somos simplemente los extras de una película que estamos aquí viviendo y trabajando para que "los cuatro caciques de siempre", locales y godos, se monten sus negocios y pelotazos. Esta estructura en realidad es muy parecida a la que viene funcionando en estas islas desde la Conquista, con unos grandes propietarios y terratenientes que lo tienen todo y la gente malviviendo y sobreviviendo gracias a las subvenciones, ayudas y a la caridad; pero derechos democráticos de una sociedad moderna, muy pocos. Deberíamos hacer algo; y lo primero es tomar conciencia.