Bajo los nombres artísticos de Valderrama y Kata Arsis, estos jóvenes majoreros han conseguido una gran proyección de sus lanzamientos musicales
Eduardo y Luna, dos hermanos unidos en la música
Bajo los nombres artísticos de Valderrama y Kata Arsis, estos jóvenes majoreros han conseguido una gran proyección de sus lanzamientos musicales
Valderrama es el nombre artístico de Eduardo Tarquis, un joven majorero de 24 años que ha alcanzado la fama en pocos meses, después de que su videoclip Rompopopom haya superado los 14 millones de visitas en YouTube enganchando a los amantes del reggaeton con música pegadiza, letra provocativa y sensuales imágenes.
Cuenta Edu que su llegada a la música comercial se produjo “por casualidad”. Fue durante la pasada Semana Santa cuando, junto a su hermana, grabó el tema Quiero volar. “Empezó todo como una broma con Luna y de ahí pasamos a la casa de Killian Santana, productor, que hizo un par de maquetas de la grabación del tema”, dice.
Fue a raíz de las influencias de su pareja, la actriz lanzaroteña Dariam Coco, que este tema llegó a manos del actor Will Shepard, conocido por su participación en la serie Mar de plástico y por su apoyo a nuevos talentos musicales.
Eduardo acabó en un estudio de Madrid, donde se encuentra cursando la carrera de Educación Física, para realizar la grabación de un videoclip que ha dado la vuelta al mundo y es uno de los más visitados del canal Ikelly Music, que cuenta con más de 60.000 suscriptores. “Internet es uno de los escaparates más importantes para que la gente te conozca. Es increíble por el impacto internacional que ha alcanzado”, comenta Eduardo ante la expectación que ha despertado su primera grabación en solitario.
Destaca la “gran aceptación y alcance” que ha conseguido. Han sido reclamados desde discotecas de toda España. “Estamos trabajando para asentarnos como artistas”, asegura este joven, quien aspira a consolidarse, a la espera de que surjan nuevos conciertos. Recuerda que el primer concierto que realizó en una sala de Madrid “fue un éxito”.
Mientras tanto, están apareciendo nuevas oportunidades para actuar en Cádiz, donde confía en actuar a principios de junio. Asegura que en Fuerteventura el apoyo ha sido también muy bueno. “Me han empujado a seguir creciendo varios dj y radios locales. Estoy muy contento y se me está reconociendo”, dice.
Su preferencia por este estilo musical viene desde la infancia, siempre escuchando música latina procedente de Puerto Rico o República Dominicana. “Si es lo que me gusta ¿por qué no hacerlo yo?”, se planteó Eduardo, antes de lograr esta meteórica visualización musical. Agradece el apoyo de sus padres, quienes siempre le recuerdan la importancia de contar también con una titulación como salvaguarda.
Por ello, aunque ha hecho de su faceta musical un oficio, continúa cursando sus estudios de Educación Física en Madrid. “Mi plan A es la música y voy a luchar por ella a muerte”, asegura. Por el momento, ha grabado tres canciones, dos colaboraciones y un sencillo. Trabaja para sacar otro tema mientras prepara otra decena de canciones.
Al igual que su carrera musical, asegura que el nombre artístico Valderrama “salió de repente, representa un nombre aleatorio. Hace un año no tenía ni pensado dedicarme a la música y ahora estoy enamorado de este mundillo”, resume.
Kata Arsis
Del vídeo en colaboración con su hermana Quiero volar destaca su potencial y el elemento emocional añadido. Grabado entre Fuerteventura y Lanzarote por Willy Javier Filmaker, es también el primer trabajo de Luna Tarquis, de nombre artístico Kata Arsis. A sus 28 años, esta majorera quiere alzar la voz a favor de las mujeres y la libertad para expresarse a través del cuerpo pero con un mensaje claro: “No somos un cacho de carne para el disfrute de quien nos mira”. Con un discurso muy sensato y los pies en la tierra, Luna comenta lo complicado de separar el hecho de “hacer con mi cuerpo lo que me dé la gana y que no piensen que soy un pedazo de carne. Cuando escribo intento transmitir que no estoy faltando al respeto, ni a mí misma ni a las hijas que vaya a tener en un futuro”.
En este punto es inevitable hablar de los mensajes que se transmiten a través de músicas como el reggaetón. “La educación sexual que se le da a los adolescentes proviene de las películas porno, la música y la televisión. Y si en esos medios se trata a la otra persona como se la está tratando, la educación sexual que estamos dando es la de que somos cachos de carne”, insiste.
Para no cruzar esta línea sugiere que “si haces una letra con referentes sexuales tengas cuidado en cómo la dices, te expresas y las imágenes que acompañan a la canción”. Parece entonces una contradicción el Rompopopom de su hermano Valderrama con sugerentes bailes. En su defensa, señala que le consta que Eduardo no quería sacar a ninguna chica bailando y fue la propia Eire Plata, protagonista de la coreografía que acompaña a la música y profesora de twerk, quien pidió su participación. “La única condición es que no salieran en los mismos planos juntos”, explica Luna.
Asimismo, se plantearon el debate de si permitir o no que la bailarina se expresara con libertad. Al respecto, Luna habla de la importancia de “normalizar” la sexualidad. “Cuanto más te acostumbras a ver el cuerpo humano, menos te afecta después. Cuando tú normalizas tu cuerpo y tu sexualidad es mucho más fácil dominar los instintos”, dice. La base, en su opinión, es “el respeto mutuo”.
Trabaja, estudia y compone. Un reto al que se enfrenta después de haber pasado por el folclore majorero desde niña. Hace seis años decidió que quería ser cantante a nivel profesional, compaginando esta faceta con sus estudios. Acaba de terminar la carrera de Educación Infantil, curiosamente en la especialidad de música. “Mi madre siempre nos ha dicho que nos dedicáramos a lo que quisiéramos pero que tuviésemos un título para tener un colchón”.
Su relación con el mundo del folclore le permite trabajar esa fusión musical que tan en boga está en la actualidad. El nombre artístico lo dice todo. “Lo mismo me apetece hacer un tema folclórico y escucho a la Pantoja que al día siguiente me decanto por el rap. Compongo más sobre lo que me fluye a nivel emocional que fijándome en un estilo musical”, comenta.
Por ello, no es de extrañar que entre sus composiciones se encuentren folías remasterizadas. Trabaja ahora en la grabación de un nuevo tema, Déjame. Sus referentes son la rapera Lauryn Hill, Amy Winehouse, Lady Gaga, Las Migas, Nathy Peluso, uno de los nombres femeninos que más suenan en la música urbana del panorama nacional, o la mismísima Rosalía.
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