Las temperaturas más altas y menos precipitaciones previstas en las próximas décadas como consecuencia de la crisis climática van a tener una repercusión grave en las Islas
El futuro de los incendios en Canarias: temporadas de riesgo de hasta nueve meses
Las temperaturas más altas y menos precipitaciones previstas en las próximas décadas como consecuencia de la crisis climática van a tener una repercusión grave en las Islas
El cóctel de temperaturas más altas y menos precipitaciones que va a afrontar en las próximas décadas Canarias como consecuencia de la crisis climática va a tener una repercusión grave y directa sobre los incendios forestales: las temporadas de riesgo van a crecer de media 75 días, hasta llegar a nueve meses al año en algunas islas.
Cinco investigadores del Grupo de Observación de la Tierra y la Atmósfera (GOTA) de Universidad de La Laguna (ULL) publican en la revista Scientifics reports una descripción del futuro que le espera a Canarias en su relación con los incendios forestales en lo que queda de siglo, debido al cambio climático.
El trabajo toma como escenario de referencia el comportamiento de los incendios forestales en Canarias desde 1983 hasta 2009, 26 años en los que ardieron 76.000 hectáreas de terreno, casi la mitad de ellas en un solo ejercicio, 2007, cuando el fuego se llevó por delante 35.000 hectáreas en Gran Canaria, Tenerife y La Palma.
Los modelos que este grupo de la ULL aplica a los escenarios climáticos previstos hasta fin de siglo corroboran que la relación de Canarias con el fuego va a ir a peor: de media, las temporadas de incendios se van a alargar 75 días, los días de riesgo extremo van a crecer un 58 por ciento, hasta sumar 12 al año, y la superficie de terreno sometida a riesgo alto va a incrementarse un 41 por ciento.
Los cambios más acusados se van a producir en Tenerife, donde la previsión apunta a que las temporadas de incendios durarán de abril a finales de noviembre, aunque la isla con peores datos es Gran Canaria: en ella, las temporadas de riesgo de incendios van a durar a final de siglo prácticamente nueve meses al año (258 días).
La otra conclusión que arroja el estudio es que, como consecuencia de los cambios esperados en el clima, los incendios ya no van estar tan gobernados por la temperaturas, sino que cada vez van a pesar más las consecuencias de la sequía, porque se espera que, en el peor de los escenarios, las temperaturas pueden subir entre 3,5 y 5,5 grados en algunos puntos de la islas, pero al mismo tiempo las precipitaciones se van a reducir de un 23 por ciento a un 41 por ciento.
Ahora, el calor determina el 46 por ciento del riesgo de incendio en Canarias y la falta de precipitaciones, un 12 por ciento. Al final de siglo, el 23 por ciento del riesgo de fuego dependerá de la falta de lluvias.
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