El traslado de las pontonas hundidas, y posteriormente extraídas, por el paso del temporal Emma en el muelle de Gran Tarajal se iniciará durante la presente jornada vía marítima. Así lo ha informado el director-gerente de Puertos Canarios, Manuel Ortega, que explicó que el remolcador que transportará las pontonas ya se encuentran en la instalación portuaria majorera y que su destino será el centro de tratamiento de residuos situado en el Puerto de La Luz y Las Palmas.

"Mantenemos la previsión de terminar la limpieza del puerto durante este verano. La última fase de acopio de restos y carga en barcaza o buque se hará en la parte final del muelle, y aunque es posible que estos traslados finales se culminen durante el mes de agosto, no afectará de ningún modo a las obras de restauración que se iniciarán próximamente", comentó.

Por su parte, añadió que "de esta forma, se llevarán a cabo ambos trabajos de manera paralela sin ningún inconveniente. Y en concreto los trabajos de restauración de la zona, que incluyen la renovación integral del dique, de la estación de pasajeros y de la cofradía de pescadores, tampoco afectarán a la actividad de cruceros que comienza en el mes de diciembre. En cualquier caso estas tareas arrancarán por la parte del dique cercana a la tierra".

Mientras, el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, destacó la buena sintonía y coordinación entre el Cabildo y Puertos Canarios, así como la buena marcha de los trabajos de extracción de la maquinaria accidentada "conforme a los planes pactados".

Además, expresó su deseo de que el muelle vuelva cuanto antes a la normalidad "en mejores condiciones incluso que antes del vertido" y aseguró que el innovador sistema de biorremediación que se está aplicando al agua "dejará la zona en unos niveles óptimos de calidad medioambiental para disfrute de los bañistas".

Al mismo tiempo, el director-gerente de Puertos Canarios puntualizó que "lo peor ya ha pasado, se han extraído todas las sustancias contaminantes y únicamente resta sacar del puerto las embarcaciones ya descontaminadas".

En esta línea, comentó que los plazos de trabajo resultantes han estado determinados por la adopción de medidas extraordinarias de protección para evitar cualquier accidente que pudiera provocar un daño personal o ambiental.

"Se ha trabajado para obtener riesgo cero. Es un salvamento, no una obra estándar, y gran parte de las decisiones técnicas iniciales debieron adaptarse a la realidad de lo que se iba encontrando durante el rescate. La prioridad ha sido siempre evitar cualquier vertido fuera del puerto, lo que se ha conseguido", señaló.