El nuevo curso escolar arranca este mes de septiembre y en Fuerteventura viene marcado por asignaturas pendientes que se arrastran, como la demanda de recursos para alumnado con necesidades educativas especiales, a través de las Aulas Enclave, la mejora del transporte escolar, del servicio de comedor, la retirada de aulas modulares y la planificación de nuevos centros. Como telón de fondo, la compleja situación que atraviesan muchas familias y el impacto de la inflación en las economías domésticas. Estas son algunas de las claves:

Recogida solidaria. La secretaria de la Federación Insular de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Fimapa), Yurena Rodríguez, de Los Colorines de Antigua, recuerda que ha comenzado con fuerza la campaña de recogida solidaria de material escolar, denominada Operación Estuche, en diferentes puntos de la Isla, ante la preocupación de las familias por la subida de los precios de material, libros, uniformes y calzado. Alertan de que el gasto por alumno puede rondar los 700 euros y las familias apuestan por el préstamo de libros y comprar material de segunda mano para conseguir el máximo ahorro.

“La campaña ha empezado en agosto y la recogida se realiza en Corralejo, Puerto del Rosario, Antigua y Morro Jable con el fin de ayudar a las familias más vulnerables de Fuerteventura”, explica Yurena. En la recogida se vuelcan muchos residentes para que todos los pequeños puedan comenzar el curso con cuadernos, mochilas, estuches y el resto del material nuevo o seminuevo.

Aulas Enclave. El 30 de agosto, la consejera de Educación, Manuela Armas, mantuvo una reunión, por primera vez, con Fimapa, a través de una videoconferencia, para conocer de primera mano la problemática insular. “Hemos tejido una red solidaria entre las federaciones de todas la Islas para que se mejore la calidad educativa”, señala Sergio de la Fe, presidente de la Confederación de Madres y Padres de Canarias (Confapa).

“Hemos puesto sobre la mesa la problemática de las Aulas Enclave en Fuerteventura, por ejemplo de la que se estrena en el IES La Oliva, que carece de espacio, acondicionamiento o material”, denuncia Yurena Rodríguez. Al prescindir la Isla de centros especializados, alumnado con diferentes patologías se deriva a las Aulas Enclave, “aunque sus necesidades sean diferentes”, añade la responsable de Fimapa, que pide “que se doten de presupuesto para funcionar”. En el caso de La Oliva “comienzan seis alumnos sin nada”, insiste. La consejera, asegura, ha ofrecido su apoyo.

La reclamación va más allá: los padres y madres consideran que no se trabaja la inclusión del alumnado con necesidades educativas especiales, “puesto que entran a otra hora y se les separa en patios y comedor, lo que dificulta la integración y convivencia con el resto de estudiantes del centro”.

Contra el copago. De la Fe destaca que en la reunión con la consejera “abordó la lucha de las Ampas contra el copago”. En centros educativos se está exigiendo a las familias dinero para material como servilletas, jabones, mascarillas o geles. El presidente de Confapa destaca que este tipo de aportaciones, en dinero o en especie, contravienen la legalidad, y exige a la Consejería que dote a los centros de los fondos necesarios para garantizar la gratuidad total de la etapa educativa obligatoria, tal y como dispone la Ley Canaria de Educación de 2014. Las familias señalan que Armas se comprometió a instar a los equipos directivos a que “sean comedidos con los listados de material escolar y se procure la gratuidad de actividades complementarias”.

Fimapa también plantea la posibilidad de que las actividades complementarias fuera del centro, que son evaluables, sean subvencionadas para evitar el desembolso económico de las familias. Aunque Armas reconoció que no hay presupuesto para la gratuidad de todas las actividades, accedió a solicitar acuerdos con museos, centros de interpretación o empresas que emitan descuentos para que se abaraten los gastos de estas excursiones.

Videoconferencia de Manuela Armas con Fimapa.

Centros con carencias. Fimapa continuará con la lucha para que se instale más sombra en los patios, que se deje de impartir clase en aulas modulares y se retiren de una vez, y que se planifiquen nuevos centros educativos ante la saturación que presentan algunos institutos, como el de Corralejo o Morro Jable.

Educación ha pedido a Pájara un solar alternativo para el nuevo IES en La Lajita

Las familias sureñas reclaman que se ejecute de una vez el IES La Lajita (Pájara) para acoger a toda la comunidad educativa de Costa Calma, La Pared y Cardón. La Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias asegura que prioriza la construcción de este nuevo IES en La Lajita: “Aún no se ha puesto a disposición el solar apropiado, ya que el ofertado por el Ayuntamiento no se considera urbanísticamente idóneo. En julio se solicitó al Consistorio una propuesta de solar alternativo”.

En el curso que arranca se prevé de nuevo un incremento del alumnado en toda la geografía insular y faltan plazas de comedor, advierte Fimapa. Se espera que vuelvan a las aulas unos 18.500 alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. Además, en este curso se estrenan cuatro aulas de Infantil de dos años con 72 pequeños, en el CEIP María Castrillo de Corralejo, San José de Calasanz en Puerto del Rosario, CEIP Las Playitas (Tuineje) y CEIP El Ciervo, en Morro Jable.

Transporte escolar. Las asociaciones de Fuerteventura rogaron a la consejera que mejoren los servicios de transporte escolar en la Isla, en especial en la zona sur, donde el alumnado sufre retrasos y pierde muchas horas en las carreteras, así como mejorar los servicios de comedores, y que se mantenga el refuerzo de las plantillas educativas en los colegios. También se reclama el mantenimiento de las escuelas rurales y unitarias en la Isla.

La población educativa aumenta y las familias exigen más planificación y proyectos de convivencia e inmersión lingüística ante el incremento de alumnado extranjero, así como adaptar los horarios de acogida temprana y tardía para facilitar la conciliación laboral y familiar, sin olvidar las actividades de apoyo para evitar el absentismo y el fracaso escolar en la Maxorata.