Una mujer que lo esperó a las puertas de la dulcería que hay frente a la Catedral de La Laguna para lanzarle una maldición: "Ojalá no ganes (...) todos son unos sinvergüenzas"
Feijóo, en Canarias: un paseo entre fotos, rosquetes, café, buenos deseos... y una maldición
Una mujer que lo esperó a las puertas de la dulcería que hay frente a la Catedral de La Laguna para lanzarle una maldición: "Ojalá no ganes (...) todos son unos sinvergüenzas"
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha dado este lunes un paseo de campaña por La Laguna, donde ha visitado comercios, se ha detenido a tomar un café, se ha hecho fotos con quien se lo pedía y ha recibido buenos deseos salvo una mujer que le ha espetado: "ojalá no ganes".
Ha sido el único momento que se ha salido del guión en el paseo que ha hecho Feijóo entre la plaza de la Catedral y la torre de la Concepción, telón de fondo para una foto de grupo que se ha hecho con una veintena de militantes y simpatizantes que lo han despedido con gritos de "presidente, presidente".
El líder de los populares he hecho este recorrido acompañado de quienes realmente se presentan a las elecciones el 28 de mayo, que han ejercido de 'cicerones' e incluso de fotógrafos, el más activo en estas lides el candidato del PP a la Presidencia de Canarias, Manuel Domínguez.
Ana Zurita, candidata a la alcaldía de La Laguna, ha formado parte también de la comitiva, a la que se ha sumado más tarde el aspirante a la Presidencia del Cabildo de Tenerife, Lope Afonso, cuando el grupo se detuvo en una cafetería. Apenas habían recorrido unos cien metros, pero el tiempo fresco y ventoso invitaba a la pausa.
También se han detenido en una óptica y en una tienda de decoración.
Quienes se cruzaban con el grupo, rodeado de una nube de cámaras y del equipo de seguridad, se acercaban a Feijóo y le pedían una foto, algunos lo comentaban por teléfono con su interlocutor, y prácticamente la mayoría le deseaba "suerte".
Casi todos a excepción de la mujer que lo esperó a las puertas de la dulcería que hay frente a la Catedral de La Laguna para lanzarle una maldición: "Ojalá no ganes (...) todos son unos sinvergüenzas".
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