El 28 de abril son las elecciones generales y se elige al único cargo público nacional que representa exclusivamente a la Isla. Fuerteventura tiene una plaza reservada en el Senado, una Cámara siempre cuestionada por su utilidad.

En los últimos años, Ciudadanos, Podemos, PNV y hasta el PSOE han planteado en algún momento su desaparición o su reforma, pero el Senado sigue ahí.

Antes de saber quién ocupará esa plaza no viene mal hacer un breve recorrido histórico por quienes se han sentado en ese sillón en representación de Fuerteventura y su bagaje para saber si ese trabajo ha tenido alguna repercusión práctica más allá de esa función no escrita de embajadores o conseguidores de la Isla en Madrid, un cargo difícil de calibrar.

En líneas generales, en los últimos cuarenta años, apenas ha habido iniciativas que tengan que ver exclusivamente con la Isla que hayan salido adelante desde el Senado. Sí se han hecho muchas preguntas pero pocas iniciativas o mociones.

El Senado ha servido para dar información, y no siempre a través de las preguntas realizadas, ya sea en pleno o por escrito.

En Fuerteventura, hasta 1996 la plaza en el Senado siempre fue para Asamblea Majorera y después la ha alternado con el Partido Popular. El PSOE ha tenido un senador pero fue por designación del Parlamento.

Miguel Cabrera fue el senador en las dos primeras legislaturas, entre 1977 y 1982. Le sustituyó durante otras dos legislaturas Gerardo Mesa y después llegó Manuel Travieso, de quien ya hay registros en la web del Senado sobre su trabajo. Hizo propuestas sobre el Sáhara y la situación de Correos en la Isla.

Lo sustituyó Domingo González Arroyo, por el Partido Popular, que registró muy poca actividad y compaginó su cargo con el de alcalde de La Oliva. Solo hizo 14 preguntas, aunque todas relativas a convenios firmados sin asignación presupuestaria.

En el año 2000 vuelve Coalición Canaria y llega la primera senadora, Claudina Morales, que fue ponente de 14 proyectos de ley, aunque ninguno estaba relacionado con Fuerteventura. También realizó 21 preguntas orales y 306 por escrito, de temas tan variados como el transporte y las subvenciones, la inmigración y el CIE, etc.

En 2004 volvió la plaza del Senado a manos del PP, que en esa legislatura se repartió entre Ana Padilla Camejo, que estuvo los dos primeros años, y Almudena Montserrat, que estuvo los dos siguientes. La primera hizo más de 400 preguntas, muchas de ellas también sobre inmigración o las carencias en justicia, y la segunda otras 300.

En 2008, con la llegada al poder de Rodríguez Zapatero, hubo un senador del PSOE, Domingo Fuentes, pero fue por designación autonómica. No consta que realizara preguntas ni mociones o iniciativas. Coincidió en la Cámara Alta con las dos senadoras que compartieron la legislatura anterior: Padilla y Montserrat.

La primera se excedió, en preguntas en sus dos años (hizo casi mil) y la segunda no llegó, ya que hizo solo 69. Padilla también hizo cuatro solicitudes de información sobre las características de la cárcel que se iba a construir en la Isla y sobre la inmigración ilegal.

En la siguiente legislatura también estuvo Fuentes, que se resarció de la legislatura anterior. Fue ponente de tres proyectos de ley no relacionados con la Isla y registró más de 2.300 preguntas escritas, 23 solicitudes de informes, muchos de ellos relacionados con Aena, pero también con la cesión del Parador o sobre Lobos, y 14 mociones sobre las prospecciones petrolíferas, varias obras en Caleta de Fuste o sobre el Charco de los Clicos en Lanzarote.

En esa legislatura, en la que gobernó el PP, coincidió en el Senado con Claudio Gutiérrez, que fue quien ganó las elecciones y que no presentó ninguna iniciativa. La última senadora, Esther Hernández Marrero, también del Partido Popular, realizó 74 preguntas por escrito y algunas mociones sobre el Plan de acción nacional para la implantación de U-Space en España, sobre las vacantes de los puestos de la Guardia Civil en la Isla, solicitando crear la plaza de comandante de la Benemérita en Fuerteventura, la regeneración de la playa de El Castillo o la firma de un convenio en materia de aguas, entre otras acciones.