Carlota Azaola centró su trabajo de Fin de Grado de Turismo en la relación entre el escritor portugués y la Isla y reivindica su figura
José Saramago: una promoción impagable para Lanzarote
Carlota Azaola centró su trabajo de Fin de Grado de Turismo en la relación entre el escritor portugués y la Isla y reivindica su figura
“Por favor, defender Lanzarote. Respetar esta isla para que todo siga tal y como está, y podamos vivir como hemos vivido hasta ahora”. “Canarias no se puede convertir en un parque de atracciones lleno de despojos”.
Las dos frases las pronunció José Saramago. La primera fue durante su discurso por el nombramiento como Hijo Adoptivo del municipio de Tías y la segunda en el acto de entrega del Premio Canarias 2001 en la modalidad internacional. Estas frases y muchas más pronunciadas por el Nobel portugués las recoge Carlota Azaola Rosa en su Trabajo de Fin de Grado de la Escuela de Turismo, que dedicó a la figura del escritor y que tuvo como tutora a Eva Crespo.
“Empecé a mirar otros trabajos -explica- y había muchos sobre César Manrique, turismo cultural o deportivo… pero me sorprendió que no hubiera nada sobre Saramago”. Carlota había leído sus libros y considera que el escritor no tiene en Lanzarote “el reconocimiento que debería” a pesar de que “reforzó el mensaje de protección del territorio y defendió los mismos ideales que César Manrique”.
Carlota buscó noticias, discursos y entrevistas en las que Saramagao hablara sobre la Isla. También destaca dos libros, Cuadernos de Lanzarote y Lanzarote, a Janela de Saramago, con fotos de Joao Francisco Vilhena, que relacionan al escritor y la Isla de forma directa. Dice que le da pena que su casa museo no sea más visitada y que Lanzarote no haya sabido valorar esa relación con un Premio Nobel y con sus ideas.
“Ya sabemos que no es sinónimo de promoción turística pero reforzó el mensaje de contención del territorio -asegura- y atrajo a Lanzarote a personajes y escritores ilustres. Nos faltan personajes así y deberíamos estar agradecidos a Saramago”.
Entre las visitas al escritor se cuentan las de Susan Sontag, Carlos Fuentes, Gonzalo Torrente Ballester, Juan Gelman o Mario Vargas Llosa. Respecto a su posible utilización como reclamo, dice que la Sociedad de Promoción Exterior de Lanzarote no lo tiene entre sus referentes pero que “no tendría recursos económicos suficientes para pagar una campaña que sea capaz de llevar el nombre de Lanzarote a miles de turistas potenciales y de forma permanente”, como podría hacer el nombre de Saramago.
La Sociedad de Promoción “no tendría recursos económicos para pagar una campaña que sea capaz de llevar el nombre de Lanzarote a miles de turistas”, como podría hacer el nombre de Saramago
En su estudio, Carlota destaca, de nuevo, su implicación en la sociedad insular: “Saramago nos transmitía a través de sus libros y prensa que teníamos que frenar la construcción desmesurada e innecesaria de hoteles, carreteras, rotondas, para que la Isla no fuera sinónimo del destino turístico de Benidorm, conocida como la Nueva York del Mediterráneo”.
“Para el escritor, la llegada de turistas la comparaba con las abejas, que no siempre era dulce, como la miel, sino que podía traer negativas consecuencias para el territorio. Por tanto, abogaba porque el turismo se fuera consolidando en la Isla poco a poco, con el propósito que se siguiera manteniendo el equilibrio que la Isla siempre nos proporcionaba, entre la naturaleza y el turismo”, explica.
Y añade: “Fue un conejero más que no dudó en salir a la calle para manifestarse contra la masificación turística o contra la guerra de Irak, en la que se convirtió en el portavoz de toda una Isla contra la barbarie de la guerra”.
Finalmente, destaca que la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1998 a Saramago “fue también un premio para Lanzarote dado que a partir de ese momento el nombre de la Isla quedó unido para siempre al de un escritor que tras ese reconocimiento pasó a ser inmortal por su obra literaria y su constante lucha para los más desfavorecidos”.
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