Los estudios previos sobre el Plan del Parque Natural de Corralejo proponen un proceso de participación para elaborar las pautas que deban regir los usos y medidas protectoras del espacio
La carretera de las Dunas: alto costo de mantenimiento y “de peligroso tránsito”
Los estudios previos sobre el Plan del Parque Natural de Corralejo proponen un proceso de participación para elaborar las pautas que deban regir los usos y medidas protectoras del espacio
Los estudios previos para elaborar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de Corralejo los está elaborando la empresa pública Gesplan con un equipo formado por profesionales de la arquitectura, la biología, el derecho, la sociología o la geografía. Es el primer paso para regular los usos y actividades permitidas en el Parque.
“El Parque Natural de Corralejo, espacio sin población residente, se enfrenta por un lado a los requerimientos de las personas que, de forma puntual, lo visitan o hacen un uso lúdico/ deportivo del espacio, que residen en el entorno más próximo, las peticiones de otros usos no permitidos o regulados (eventos deportivos, lúdicos, relacionados con el cine) y la imperiosa necesidad del cuidado y conservación del espacio”, señala el estudio.
Como “elemento superador de los retos que implica el cuidado de un espacio natural”, proponen iniciar un proceso de participación ciudadana que “daría el fundamento necesario para que sea la propia ciudadanía la que coparticipe en la elaboración de las pautas que deban regir los usos y medidas protectoras del espacio”.
Los estudios constan de varios documentos de información, diagnóstico y planos sobre distintos ámbitos, desde el jurídico al ambiental o territorial. Señalan estos estudios que “queda evidenciada la necesidad de actuar sobre este ámbito, ofreciendo un amplio abanico de oportunidades no solo para la conservación de la biodiversidad, sino que a su vez, puede suponer un importante escudo de adaptación y una valiosa arma de mitigación para combatir el cambio climático”.
Según el documento, el Parque Natural de Corralejo cuenta con una gran relevancia en cuanto a valores bióticos, abióticos, culturales y de conocimiento ancestral respecto a la gestión sostenible de los recursos a pesar de los múltiples impactos negativos derivados de la interacción humana con el medio.
Entre esos impactos negativos se encuentran las barreras arquitectónicas que no permiten la dinámica natural del sistema dunar, el abandono agrícola, el tránsito de vehículos motorizados, bicicletas, personas, mascotas “de manera incontrolada por todo el Parque”, vertidos, sobremarisqueo, alteración paisajística o especies invasoras.
El aumento de estos efectos negativos conllevará, a su vez, el aumento de los residuos y la merma del sistema dunar, que sería “una pérdida irreparable del patrimonio natural”. En definitiva, tres cuartas partes de la superficie del Parque constituyen un espacio relativamente frágil, “al contar con limitaciones de uso que hacen necesario un control de los procesos de aprovechamiento territorial que pudieran generarse”. Su escaso “grado de antropización”, sus “enormes valores” y su fragilidad “lo convierten en un espacio natural a proteger y conservar”.
Respecto al diagnóstico territorial, se diferencia por zonas. En relación a los núcleos de Corralejo y Geafond, dicen los estudios que “es preciso establecer medidas y actuaciones que permitan mejorar los espacios de transición entre las urbanizaciones y el Parque Natural” ya que se han identificado zonas degradadas en el contacto de Geafond con el Parque, “lo que genera una escasa integración visual con respecto al entorno del Parque Natural”.
En cuanto al sistema dunar, destaca el diagnóstico “el impacto negativo que ha tenido el desarrollo urbanístico en la zona norte de Corralejo y las edificaciones de la misma naturaleza en medio del Parque Natural, comprometiendo sus funciones ecológicas. Estos elementos han supuesto un obstáculo físico que ha alterado y limitado la entrada de sedimentos desde el mar. Además, el trazado de la vía FV-1, en la actualidad renombrada como FV-104, que ejerció desde el punto de vista ecológico, como elemento divisorio del sistema dunar”.
Tres cuartas partes del Parque Natural de Correlejo constituyen un espacio frágil
Sobre la zona de Grandes Playas y los hoteles, no señala gran cosa. Tan solo resalta que se tendrá que estudiar la regulación y las medidas que se darán para estos terrenos en la siguiente fase, a expensas de lo que se decida sobre los hoteles. “Actualmente el Gobierno central está pendiente de concretar la situación en la que se quedan las concesiones de los hoteles construidos, y si se tramita la declaración de caducidad de dichas concesiones, y por tanto el destino final de los mismos, para permitir la liberación del dominio público”, apunta el diagnóstico, que destaca que “las unidades con mayor grado de antropización y mejor conectividad a la carretera podrán ser susceptibles de acoger instalaciones y servicios para el Parque Natural”.
En relación a las construcciones asociadas a la actividad agraria en las inmediaciones de la Montaña de los Apartaderos, en la zona sur del Parque, dice que se encuentran “en estado avanzado de deterioro” y están incluidas en el inventario etnográfico insular. “El Ayuntamiento de La Oliva muestra la voluntad de su restauración y puesta en uso orientada a zona expositiva para la divulgación de la tradicional economía primaria de la Isla, la información sobre el Parque y como área de exposiciones”. Se podría emplear una parte como oficina de apoyo a la gestión del Parque y área de descanso para visitantes o para fines culturales, recreativos o didácticos.
Por otra parte, apunta que es preciso ordenar los usos recreativos que sean compatibles con los fines de protección y conservación, como el senderismo, el uso de las playas, ciclismo o marisqueo y tener en cuenta el impacto de las actividades con público, como el maratón o el festival de cometas.
Carretera
Una de las condiciones para poner en marcha la nueva circunvalación era la de cerrar al tráfico general la carretera de las Dunas, pero, a pesar de su apertura, la carretera FV-104 mantiene la clasificación de carretera convencional de interés regional. Según estos estudios, “presenta dificultades para su mantenimiento, al verse la calzada invadida diariamente por las arenas, lo que la convierte en una carretera de alto costo de mantenimiento y de peligroso tránsito”. También presenta deficiencias en el balizamiento y escasa iluminación. En el tramo que discurre desde los hoteles hacia Puerto del Rosario se identifican varios puntos en los que se produce un cambio brusco de rasante “que provoca que durante un periodo de tiempo a lo largo de la circulación se pierda la percepción de continuidad de la vía”.
Se calcula la necesidad de unas 1.133 plazas de aparcamiento en el Parque
A lo largo de sus once kilómetros, se sucede el estacionamiento de vehículos en los márgenes, sin orden, no encontrándose ordenado. Es en el tramo que comprende desde los hoteles hasta Corralejo donde prolifera esta práctica. Se calcula una afluencia diaria estimada de 1.954 personas en coche al Parque Natural para pasar el día. El número de coches que estaciona es de más de 1.200, pero como algunos lo hacen en el interior de los hoteles, se calcula la necesidad de unas 1.133 plazas de aparcamiento en el Parque. Tan solo hay 305 plazas de aparcamiento ordenadas, por lo que hacen falta más de 800.
“Se concluye la necesidad de establecer áreas de servicio que atiendan a la configuración propuesta en el PRUG vigente, incorporando viales de circulación interior con franjas de aparcamiento adosadas en ambos márgenes y fondos de saco o glorietas que permitan el cambio de sentido de la circulación. Así mismo, se propone la disposición de zonas de aparcamiento para bicicletas”, señala el documento.
Pero hay más tramos de asfalto. El acceso al hotel Riu Palace Tres Islas también sufre dificultades para su mantenimiento por la invasión de la arena. Su circulación puede resultar peligrosa si no se respeta la velocidad límite. El estacionamiento de los vehículos se lleva a cabo en los márgenes de la calle, también sin orden “y derivando esto en un problema para el tránsito de los peatones que se ven obligados a circular por la vía”. El viario de acceso al Resort Riu Oliva Beach no dispone de señalización horizontal y la vertical es escasa. Respecto a la red peatonal, hay numerosas pistas incontroladas y sin señalizar y se produce la invasión de zonas no aptas para el paseo, ya sea por la peligrosidad o por el valor natural que presentan.
Depuración
Por otra parte, en el diagnóstico se destaca que el Hotel Riu Oliva Beach no cuenta con una infraestructura de depuración acorde al volumen de aguas residuales que se estima que genera. Los usuarios de la playa constataron que en ocasiones, “más de las que se debería esperar”, las aguas residuales brotan desde el espacio que actúa como aliviadero de la instalación y discurren a través de la playa hacia el mar. En otro orden de cosas, resulta necesario el soterramiento de la infraestructura eléctrica con el fin de evitar el impacto paisajístico y la inseguridad asociada.
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