La normativa regula los criterios y los espacios de acampada en la Isla, que es el destino preferido por los caravanistas del archipiélago canario
La ordenanza de acampadas fija al final 32 zonas en Fuerteventura
La normativa regula los criterios y los espacios de acampada en la Isla, que es el destino preferido por los caravanistas del archipiélago canario
La norma para regular las acampadas en Fuerteventura ya está aquí y fija al final 32 zonas aptas en la Isla. El Cabildo ha publicado para su consulta la ordenanza para establecer los criterios de implantación de los campings y acampadas, que ha pasado por el trámite del pleno de la institución insular y ahora los ciudadanos pueden presentar sugerencias.
También se ha dado traslado del documento, con la misma finalidad, a los ayuntamientos, los grupos políticos, las asociaciones de caravanistas o al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, entre otros organismos.
La ordenanza, elaborada por Gesplan, considera que no es necesaria una evaluación ambiental estratégica porque las actuaciones no tendrían “efectos significativos sobre el medio ambiente distintos a los ya previstos en el Plan Insular de Ordenación”. Después de las sugerencias se aprobará, primero de forma inicial y después de forma definitiva.
Es la primera normativa de este tipo en Canarias y complementa o sustituye las determinaciones del Plan Insular de Ordenación de Fuerteventura en cuanto a las condiciones de estas acampadas en suelo rústico. Se tramita como proyecto de interés público y social previsto en la Ley del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias.
Entre los objetivos que persigue está el de fijar unos criterios homogéneos que “permitan la protección y, en su caso, utilización racional del territorio” y “evitar la degradación indiscriminada del territorio insular, de modo que se concilie el citado uso con un desarrollo sostenible”.
La consulta inicial se publicó en agosto de 2020 y se recibieron 19 escritos de observaciones: por parte del Cabildo de Tenerife, que reclama una ordenanza global para Canarias, y también de los ayuntamientos de Tuineje, Pájara y Antigua, así como de diversas asociaciones de campistas y caravanistas. También de Seo Birdlife -organización dedicada a la protección de aves- y de asociaciones de vecinos y particulares.
La mayoría de esas observaciones se realizaron sobre la localización de áreas de acampada y también se pedía que se evaluasen las repercusiones sobre los espacios incluidos en la Red Natura 2000.
Zonas de acampada
El litoral oriental y occidental del municipio de La Oliva, es decir, Corralejo, El Cotillo y sus playas, es el lugar preferido por parte de residentes y visitantes, según una encuesta que se ha utilizado en el proceso de elaboración de la ordenanza.
El 35 por ciento de la población autocaravanista que visita la Isla valora como muy importante el hecho de que puedan ubicarse en lugares donde practicar deportes al aire libre (surf, senderismo o bicicleta). Un tercio de los no residentes prefiere el municipio de Pájara, en las zonas de Jandía y Morro Jable.
La ordenanza distingue tres tipos de áreas diferentes: zonas de acampada, campamentos turísticos o camping y espacios reservados para caravanas, autocaravanas y campers. Establece las condiciones mínimas que deben tener en cuanto a infraestructuras y servicios: suministro de agua, instalaciones eléctricas para la iluminación de aseos y zonas comunes, alumbrado, red de saneamiento (en el caso del camping, conectada a la red general), recogida selectiva de basura, accesibilidad y supresión de barreras físicas, servicios higiénicos, vallado, accesos, recepción, paneles informativos o zonas verdes.
Aplicando los criterios de exclusión, por afecciones al dominio público, a espacios protegidos, aguas o patrimonio, entre otras, casi la mitad del territorio de la isla de Fuerteventura podría acoger el uso de recreo concentrado.
El Jablito, Playa del Matorral y Tarajalejo son tres zonas aptas sin condiciones
No obstante, se han contabilizado 49 áreas donde se acampa. De ellas 17 no se consideran aptas, tres sí y otras 29 son aptas con condicionantes. Las tres aptas son la Playa El Jablito, Playa del Matorral y Playa de Tarajalejo. Estas tres, junto a La Caleta y Playa de Agando, cuentan con las condiciones para las tres modalidades.
Otras zonas, como Pozo Negro, Ensenada de Jacomar, Gran Valle, Playa del Pajarito, Roque del Moro y Playa de Cofete, deberán remitirse al planeamiento o instrumento de ordenación que le corresponda por encontrarse en espacios naturales protegidos y en la Red Natura 2000, y por ello es necesaria la aprobación e inclusión de las áreas en los planes de ordenación de recursos naturales (PORN) o en los planes rectores de uso y gestión (PRUG) y otras normas de conservación.
Otras áreas son aptas, pero para acampadas con condiciones temporales, más breves. Se trata de Puerto de La Torre, Playa de la Señora, Puerto Nuevo, Playa de Bigocho, Playa del Jarugo, Playa de Tebeto, Playa de Esquinzo, Playa del Águila, Playa de Piedra Playa, Caleta de María Díaz, Caleta de Beatriz, Punta Blanca y Playa de Majanicho, que deberán remitirse al planeamiento o instrumento de ordenación de la Red Natura 2000, donde la actividad se someta a las medidas de protección y conservación que se establezcan y con infraestructuras de servicios desmontables y no cimentadas.
La Playa Laja del Corral, Playa del Puertito, Playa de Puerto Rico, Playa de La Jaqueta y Punta de Guerepe se incluyen en las zonas categorizadas como protección económica y deben someterse a limitaciones del Suelo Rústico de Protección de Infraestructuras.
Finalmente, las áreas de la Playa de Ugán y Playa de la Solapa se incluyen en la zonas categorizadas por protección ambiental de los suelos y deben someterse a las limitaciones que recoge la ordenanza en ese sentido.
En auge
De forma paralela al análisis territorial, se hizo un estudio sociológico, que destaca el auge de este tipo de turismo. Las matriculaciones de autocaravanas en Canarias, en estos últimos años, han aumentado de forma considerable. En 2021 había 12.739 vehículos pertenecientes al sector del autocaravanismo. El 35 por ciento de ellos son furgones-vivienda, seguidos de autocaravanas (sin especificar) con un 25 por ciento.
Entre los años 2015 y 2021, en la provincia de Las Palmas, se produjo un aumento de 4.208 vehículos, lo que supone más del doble de los que había. El 10 por ciento está en Lanzarote, mientras que entre Gran Canaria y Tenerife suman más del 75 por ciento del total y el 12,8 por ciento están en Fuerteventura, donde hay 1.628 vehículos pensados para pernoctar.
El estudio de la ordenanza majorera subraya que el mayor problema del sector en Canarias “se deriva de la falta de áreas habilitadas para las características particulares de este tipo de vehículos”.
En el caso de Fuerteventura, “al no existir determinaciones que definan cuáles son las zonas aptas para la práctica de esta actividad, ha propiciado que todos aquellos lugares que presentan un mayor atractivo para el usuario se hayan convertido en emplazamientos habituales, ocupando en la mayoría de las ocasiones cauces de barrancos, espacios litorales en pleno dominio marítimo terrestre y accesos a zonas del litoral”, y esto deriva en sanciones a los usuarios.
En Fuerteventura hay 1.628 vehículos para pernoctar, el 12,8% del total
Según el estudio, este tipo de turismo “debe entenderse como una modalidad mixta entre alojamiento y transporte” que conjuga diversos elementos como la naturaleza, la ciudad, la cultura, el sol y playa, la montaña, los espectáculos, el camping o la familia, con el componente de la movilidad y el conocimiento de puntos amplios de la geografía elegida “y que, por tanto, expande la base de destinos potenciales”. “El autocaravanismo es un fenómeno con un crecimiento exponencial tanto a nivel nacional como insular”, resalta el estudio.
Respecto a las personas usuarias de autocaravanas y campers residentes en Canarias, el 92 por ciento de la población encuestada para el estudio afirma que suele desplazarse a otra isla y que Fuerteventura es el destino que con mayor frecuencia visita. La franja de edad mayoritaria está entre los 35 y 54 años. Suelen viajar en pareja o en familia al menos cuatro veces al año, principalmente a zonas de litoral.
Los autocaravanistas residentes en Fuerteventura realizan con más frecuencia salidas cortas de fines de semana (el 89 por ciento así lo afirma), mientras que las estancias de los que no residen en la Isla suelen ser de estancias de una semana o más (el 54 por ciento). Tanto la población visitante como la residente prefiere el estacionamiento libre en áreas naturales.
En cuanto a las pautas de consumo, la gran mayoría realiza sus compras de avituallamiento en las zonas de estancia y adquiere básicamente productos de primera necesidad, de alimentación e higiene, y consume en restauración con un gasto medio por persona y día entre los 30 y 50 euros.
Tres de cada cuatro personas encuestadas residentes en Fuerteventura estarían dispuestas a pagar por pernoctar en un área habilitada para autocaravanas y campers con los servicios adecuados. La tarifa que estos potenciales usuarios pagarían oscilaría entre los seis y 10 euros (el 40 por ciento) y entre uno y cinco euros (el 35 por ciento).
Incluyendo todas las islas, el 65 por ciento de las personas encuestadas pagaría hasta un máximo de cinco euros por utilizar un punto de servicios para la evacuación de aguas negras y grises y suministro de agua y electricidad sin pernoctar.
Actualmente, en la Isla hay una decena de puntos de servicio o puntos ecológicos para caravanas, autocaravanas y campers de este tipo, ocho de ellos ubicados en la franja del litoral oriental.
Mejora
“Las propuestas de mejora”, señala el estudio, “deberán estar orientadas a la renovación y rehabilitación de las áreas existentes, así como a la promoción de nuevas zonas de acogida o puntos de servicio. Desde el punto de vista económico, la mejora, rehabilitación o creación de nuevos espacios de servicio para acampadas y autocaravanismo constituye una oportunidad de desarrollo en zonas de nueva implantación, que podrá materializarse previsiblemente en la creación de nuevos empleos, la dinamización e impulso económico del destino y la potenciación del comercio local y eco-comercio favoreciendo la sostenibilidad a través de la economía circular”.
“El desarrollo del sector autocaravanista en destinos turísticos ya existentes puede favorecer la extensión de la temporada turística, logrando así una estabilización y mejora de la economía de la región. En Canarias y Fuerteventura, de forma más específica, la temporada se puede extender todo el año, debido a la ventaja de la climatología, de ahí la importancia de que se regule la práctica de este tipo de turismo”, concluye.
Añadir nuevo comentario