Analizan cinco escenarios y concluyen que, si no se hace nada, “el sistema colapsa en 10 o 15 años”
La ULPGC presenta los resultados del proyecto Moira que intenta evitar que colapse la capacidad pesquera
Analizan cinco escenarios y concluyen que, si no se hace nada, “el sistema colapsa en 10 o 15 años”
Los investigadores del Proyecto MOIRA de la ULPGC, que evalúa la sostenibilidad de las pesquerías en Gran Canaria, han presentado las conclusiones de su trabajo en el que han hecho unas previsiones de la situación de la biomasa, -el peso del conjunto de animales de cada especie marina-, en los próximos 30 años, en cinco escenarios que abarcan desde no hacer nada hasta reducciones de un 30 por ciento de la pesca profesional, o de la pesca recreativa, o de ambas o regulando áreas marinas, todos ellos teniendo en cuenta el cambio climático y el aumento de temperaturas previsto de un grado centígrado en el periodo 2020-2030 y de 1,5º de 2031 a 2050.
El investigador principal, José Juan Castro, indicó que “si no se hace nada muchas especies colapsarán en 10 o 15 años, ya que en los últimos 50 años se ha perdido el 90 por ciento de la productividad pesquera y eso lo constatan y preocupa a los propios pescadores”.
Por tanto, el proyecto MOIRA (Modelización de las pesquerías recreativa y artesanal desarrolladas en los espacios de la Red Natura 2000 en Gran Canaria: gestión participativa y evolución ante escenarios climáticos futuros) ha realizado un modelo para conocer el impacto en todas las especies del ecosistema canario, proyectado hacia 2030 y 2060.
Se trata de un proyecto científico cofinanciado, en convocatoria competitiva, por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, a través del Programa Pleamar, y Fondo Europeo Marítimo y de Pesca / FEMP.
Participan como entidades colaboradoras la Cooperativa de Pescadores de San Cristóbal, el club de pesca recreativa Oleaje y el Grupo de Acción Costera de Gran Canaria, que aglutina a todas las cofradías de pescadores y algunos clubs de pesca recreativa, además de otros actores en el medio marino.
Todos los resultados se van a trasladar ahora a los pescadores y a las autoridades relacionadas con la pesca para que puedan adoptar las decisiones que consideren oportunas con el objetivo “de asegurar el futuro de la pesca, ya que los efectos positivos en el aumento de la biomasa no son sólo medioambientales sino que permitirán la sostenibilidad de la pesca”, indicó el Dr. Castro.
Los investigadores han comprobado que “el sistema no está en equilibrio” y que las especies más amenazadas son las viejas, morenas, túnidos y samas, frente a pulpos, gallos o medregal, que presentan mejor situación. “Toda pérdida de especies afecta a la cadena trófica ya que son alimentos de otros animales como tortugas, tiburones o aves”.
Para la realización del proyecto, los investigadores han diseñado un vehículo autónomo de superficie, con una tabla de surf, paneles fotovoltaicos y una ecosonda que rastrea el mar y registra datos de las especies.
El proyecto MOIRA se ha desarrollado durante un año, con datos facilitados por los propios pescadores, aplicando dos métodos de análisis y con el compromiso de hacer públicos los resultados al finalizar el estudio.
“La reducción de esfuerzo pesquero simulada, del 30 por ciento, se muestra que no es suficiente para la recuperación de la biomasa a niveles óptimos a finales del periodo estudiado (2050)”, indicó el profesor José Juan Castro.
“La flota de pesca profesional ha estado sometida a una progresiva reducción en las últimas decadas, por lo que habría que hacer mayor hincapié en controlar la pesca recreativa ya que contamos con más de 110.000 licencias vigentes en todo el Archipiélago, lo que la configura como un actor muy importante”, sentenció.
En el proyecto Moira colaboran investigadores del grupo de Biodiversidad y Conservación del Instituto Universitario de Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU-ECOAQUA), del Instituto de Sistemas Inteligentes y Aplicaciones Numéricas en Ingeniería (SIANI), así como del Servicio Integral de Tecnología Marina (SITMA) de la ULPGC.
En concreto, los investigadores José Juan Castro de Ecoaqua (Instituto Universitario de Acuicultura Sostenible y Ecosisterma Marinos), Jorge Cabrera del Instituto Siani (Instituto Universitario de Sistemas Inteligentes y Aplicaciones Numéricas en Ingeniería), Airam Guerra, Lorena Couce, Diego Gamo, Irene del Toro, Antonio Carlos Domínguez, David Jiménez, Ana Espino y Angelo Santana del Pino.
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