El servicio de Oncología del Hospital General de Fuerteventura ha pasado en los últimos cinco años de ser una unidad precaria, con numerosas carencias, a convertirse en un centro de referencia.

El doctor Samuel Hernández, responsable de la Unidad, asegura que se ofrece un tratamiento sistémico e integral del cáncer y destaca que se ha reunido a un equipo multidisciplinar formado por 20 profesionales, entre ellos tres oncólogos.

También hay cuatro profesionales en una consulta propia de enfermería oncológica. El hospital de día incluye tres consultas médicas, la consulta de enfermería, una sala de tratamientos y un área para procedimientos intervencionistas.

Además, la Asociación Fuerteventura Contra el Cáncer cuenta con un local en el que desarrolla una importante labor en la atención psicológica y de soporte a usuarios, sumado al conocido Carrito solidario.

“Tenemos cada día unos 10 o 12 pacientes recibiendo tratamientos intravenosos, a los que se les permite que estén acompañados por un familiar”, detalla Samuel Hernández.

Desde que irrumpió el Covid, la Unidad ha seguido funcionado de forma presencial, prácticamente sin cambios. “Afortunadamente, a pesar de la pandemia, no tenemos lista de espera y, desde que se detecta un cáncer, el caso es presentado a un comité de tumores multidisciplinar y, si es candidato a tratamiento, se cita rápidamente para su inicio”, explica el doctor.

Las estadísticas confirman el aumento de pacientes, año tras año. En el año 2021 se han registrado alrededor de 300 primeras visitas o nuevos diagnósticos de cáncer y, en total, se contabilizaron en el Hospital General de Fuerteventura 5.000 visitas de pacientes, entre consultas sobre los tratamientos pertinentes y las revisiones médicas.

En los cinco años de trabajo en la Unidad, el oncólogo responsable del servicio reconoce la modernización que se ha experimentado, con la creación de nuevas instalaciones, el refuerzo de personal especializado y la inversión llevada a cabo.

Se trata de un cambio radical desde la precariedad que presentaba el servicio y que generó las históricas protestas que iniciaron a las puertas del Hospital los malogrados pacientes oncológicos Julio o Yaqueline, en agosto de 2016, que fue el germen de la movilización multitudinaria, al mes siguiente, que reclamaba una sanidad digna en Fuerteventura.

“Fueron unos comienzos muy complicados para mí e, incluso, estuve a punto de abandonar”, se sincera el doctor Hernández. “Pero ahora me siento muy orgulloso de todo lo que hemos conseguido, del equipo que tenemos y del esfuerzo que se ha hecho desde todas las áreas para ofrecer el mejor servicio para los pacientes oncológicos de Fuerteventura”.

Entre las novedades, el año pasado lanzaron la consulta de Consejo Genético, a cargo de la doctora Cristina del Pino para asesoramiento del cáncer hereditario en pacientes enfermos, pero también en personas sanas.

Ensayos clínicos

El servicio de Oncología de Fuerteventura se ha convertido en ejemplo para otros hospitales pequeños o comarcales que luchan para conseguir una unidad similar. “Somos, un poco, la envidia, porque no todos los hospitales pueden acceder, por falta de presupuesto o recursos, a nuevos tratamientos oncológicos y a nosotros nos lo permiten”, revela el doctor Hernández.

“Aquí estamos dispensando tratamientos muy novedosos en cáncer, gracias al apoyo de la Gerencia y al empeño de los profesionales”, asegura el oncólogo. También se ha logrado reducir traslados de pacientes a otros hospitales de las Islas para diferentes tratamientos.

En cambio, se han incrementado los traslados para el abordaje quirúrgico: “Trabajamos en colaboración con varios servicios quirúrgicos de nuestros centros de referencia para mejorar la supervivencia de nuestros pacientes con tumores complejos o para el tratamiento de la enfermedad avanzada, ya que hoy en día somos capaces, según el caso, de operar cánceres con metástasis, aumentando de forma significativa el tiempo de vida de los enfermos”, asegura.

“Algo que se desconoce es que también enviamos a muchos pacientes a someterse ensayos clínicos a hospitales de Gran Canaria, Tenerife, Madrid o Sevilla. Si consideramos que existe un ensayo que es una buena oportunidad de tratamiento, lo aprovechamos, siempre de acuerdo con el paciente”, dice el oncólogo.

El especialista explica que el futuro en el ámbito de la oncología “ya está aquí y se llama medicina de precisión”, que “se lleva a cabo con determinaciones moleculares en el tumor”, de tal manera que, dependiendo de los casos, haya pacientes que puedan beneficiarse “de un tratamiento personalizado para su tipo de cáncer”.

Más que una unidad médica, el servicio de Oncología de Fuerteventura se ha convertido en un espacio de acogimiento, un centro cercano. “Tenemos un equipo de enfermería excelente para resolver todas las dudas acerca de la enfermedad y de los tratamientos, incluso con un teléfono de atención personalizada”, señala el doctor Hernández.

“Aquí no solo ofrecemos un tratamiento y ya está, sino que desarrollamos un servicio integral. Ya que no todos los fármacos, terapias o curas se manejan por igual, la sensibilidad en la atención al paciente es de vital importancia”, apostilla.

Radioterapia, para este verano

El servicio de Oncología Radioterápica está previsto para el segundo trimestre, una fecha condicionada a la disponibilidad de personal especializado. Todo hace indicar que estará operativo en verano.

Fuentes del Área de Salud estiman que recibirán tratamiento integral de radioterapia en la Isla unos 120 pacientes al año. Se evitarán traslados, aunque un pequeño porcentaje seguirá con su tratamiento en Gran Canaria, por el tipo de proceso o por la necesidad de equipamiento y especialización.

El equipo costó 4,3 millones. “Una vez finalizada la instalación del aparato, los expertos realizarán la calibración del equipo, que se prolongará en los próximos meses hasta su puesta en marcha”, concluye la directora del Área de Salud, Sandra Celis.

“Que vengan los sanitarios del Negrín a Fuerteventura era algo impensable hace años y supone un salto en calidad”, opina la presidenta de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en la Isla, Isabel Laucirica.

Carrito solidario

La presidenta de la Junta Insular de la Asociación Española Contra el Cáncer también recuerda la importancia que ha tenido Carrito solidario para un primer contacto con los pacientes y ofrecerles apoyo.

“Fue una iniciativa novedosa, para crear un ambiente más cálido, normalizar la enfermedad y que los enfermos se relajaran. Repartimos infusiones, café y revistas mientras reciben terapias y la gente nos lo agradece siempre”, expresa Isabel.

“Hace 25 años, cuando sufrí el cáncer, no había nada. Todo era soledad, viajes, sufrimiento, y eso me animó a crear una asociación, y ahora, cuando vuelve la enfermedad a mi vida, aunque me encuentro bien, veo todo lo que hemos conseguido”, manifiesta.

La asociación acaba de inaugurar sede en la capitalina calle Luis Vives, cuentan con un millar de socios, fisioterapeuta, psicóloga, trabajadora social y nutricionista, dos pisos para pacientes en Gran Canaria, uno en Tenerife y da ayudas a pacientes con escasos recursos. El último año atendió a más de 300 usuarios.

Donativos y solidaridad

La Asociación de Cáncer de Mama Metastásico ha logrado en sus primeros meses de funcionamiento un apoyo sin precedentes. La labor infatigable de su presidenta, Ana Belén Pérez, está enfocada en dar visibilidad a la enfermedad y ayudar a pacientes y familiares.

“La solidaridad nos ha desbordado, ya hemos recaudado unos 4.000 euros para el Instituto Canario contra el Cáncer y queremos organizar charlas y servir de apoyo”, indica.

Una de las personas que ha encontrado refugio en este colectivo es Fanny Soto. “A mi marido le acaban de diagnosticar, con 65 años, un cáncer y para mí ha sido un mazazo”, desvela. Reconoce la desesperación que viven los familiares cuando a un ser querido le detectan un tumor. “Directamente te cambia la vida”, añade.

“Es muy duro para los familiares afrontar la enfermedad en silencio, se necesita mucho apoyo para no hundirse”, asegura Fanny. Por eso, considera “esencial” el apoyo psicológico para poder afrontar la enfermedad.