El Gobierno de Canarias rechaza retirar las instalaciones, sin autorización en vigor desde hace siete meses, e insiste en que se coloquen entre Costa Teguise y Puerto del Carmen, alejándolas de la costa
Las jaulas de Playa Quemada seguirán aunque la concesión ha finalizado
El Gobierno de Canarias rechaza retirar las instalaciones, sin autorización en vigor desde hace siete meses, e insiste en que se coloquen entre Costa Teguise y Puerto del Carmen, alejándolas de la costa
Las jaulas marinas de Playa Quemada de engorde de dorada y lubina que explota la empresa Yaizatún desde hace dos décadas no se desmantelarán, pese a que hace ya siete meses que se caducó la concesión.
Seguirán, al menos, hasta que se resuelva el recurso de alzada que ha interpuesto la empresa, del grupo murciano Ricardo Fuentes e Hijos, ante la Dirección General de Pesca del Gobierno canario y ante el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, según confirman a Diario de Lanzarote desde el Ejecutivo autonómico.
El Ayuntamiento de Yaiza pidió este pasado verano que se retiraran de forma urgente estas jaulas. El pasado 2 de agosto finalizó de forma definitiva la concesión administrativa, que se ha ido ampliando desde 2001, ya que no se pueden conceder más prórrogas.
Yaiza acompañó su petición con los estudios encargados por el Ayuntamiento sobre la pérdida de calidad del medio marino y costero y por las afecciones al litoral de Playa Quemada.
El Consistorio presidido por Óscar Noda considera que, mientras las jaulas sigan instaladas, que lo están, la actividad no ha finalizado y solicita que el Gobierno imponga a la empresa “acciones inmediatas de limpieza del fondo marino y de recuperación del entorno, por los efectos negativos que sigue generando la actividad en el medio marino y terrestre, y por las quejas de vecinos y vecinas de Playa Quemada por los malos olores y la palpable disminución de la calidad de esta zona de baño”.
Con la aprobación del Plan Regional de Ordenación de la Acuicultura (PROAC) por parte del Gobierno de Canarias en julio de 2018, las jaulas de Playa Quemada figuran en una zona no permitida.
El Ejecutivo regional no ordena ejecutar la retirada de las jaulas de Playa Quemada. Lo que sí ha hecho es aceptar la petición de la empresa de trasladarlas a la franja de litoral entre Arrecife y el aeropuerto César Manrique-Lanzarote.
De hecho, ha sido la compañía la que desde hace dos años presentó en Pesca la ordenación de una amplia franja del litoral, desde prácticamente La Bufona, en Arrecife, hasta la Punta el Barranquillo, en Puerto del Carmen, que engloba 12,4 millones de metros cuadrados de lámina de agua.
El canon anual que pagaría por explotar esta franja del litoral podría ser de apenas 15.000 euros, según la base del concurso, con la posibilidad de que se redujese en un 25 por ciento.
En el espacio al que se pretenden trasladar las jaulas de acuicultura –por un periodo de hasta 30 años- se encuentran los sebadales de Guasimeta y la mayor parte está incluido en el Lugar de Interés Comunitario (LIC) del espacio marino del oriente y sur de Lanzarote y Fuerteventura.
El director general de Pesca, Carmelo Dorta, señala que se trata de un tema complejo, porque es cierto que la concesión que tenía Yaizatún para las jaulas en Playa Quemada es improrrogable, pero, por otro lado, asegura que el Plan Regional de Acuicultura establece que a las jaulas que se quedan fuera se les daría prioridad para que se adecúen al nuevo planeamiento.
Esa nueva concesión, sin embargo, se ha ralentizado por el recurso de alzada de la empresa. “Para descartar la renovación [de la concesión en Playa Quemada] nos valimos de un informe del Ministerio y ahora tenemos que estar a la espera del recurso”, afirma el director general, quien sostiene que las jaulas de Playa Quemada estarían en la actualidad funcionando “al mínimo”.
Polémica
La aplicación del Plan Regional de Ordenación de Acuicultura, que tardó 12 años en salir adelante, está siendo polémica. Las zonas escogidas para instalar las jaulas en Lanzarote coinciden, por un lado, con la costa de Teguise, Arrecife, San Bartolomé y Tías y, por otro, con las del municipio de Yaiza, prácticamente desde Papagayo hasta Pechiguera, ocupando la costa de Playa Blanca.
La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno regional, Alicia Vanoostende, acaba de asegurar en el Parlamento que la acuicultura moderna no tiene las consecuencias negativas que tenía antes, pero también sostiene que en su departamento son sensibles a las peticiones de la sociedad.
“Estamos trabajando de la mano del Cabildo de Lanzarote para resolver esta situación y escuchar a la sociedad conejera”, dice Vanoostende.
Carmelo Dorta: “Las jaulas de Playa Quemada están funcionando al mínimo”
Se da la circunstancia de que la Corporación insular ha mostrado su rechazo, al igual que el Ayuntamiento de San Bartolomé y el de Tías, este último con impugnación judicial incluida. Las tres instituciones están gobernadas por el PSOE, el partido de Vanoostende.
Por su parte, Coalición Canaria ha registrado en el Parlamento una pregunta y una proposición no de ley para modificar el Plan Regional de Acuicultura, aunque fue el partido político encargado de aprobar el documento en la pasada legislatura, cuando estaba al frente del Gobierno autonómico.
Dorta señala que, en realidad, el PROAC es un plan operativo, “no solo de ordenación”, y que “tiene unas expectativas que deben cumplirse”. Dice que hay que llegar a una determinada producción pesquera a través de la acuicultura en Canarias y que, si las jaulas no se ponen en esa zona de Lanzarote, en la costa sureste, se tendrán que poner en otra. Asegura que hay alternativas y que se está negociando con las administraciones.
“¿Dónde planteamos las jaulas?”, se pregunta el director general, que asegura que son inviables en la costa oeste, en La Bocayna y en la Reserva Marina del Archipiélago Chinijo, y señala que se están planteando mantener las mismas zonas, pero alejar las jaulas de la costa. “Hay que seguir el trámite y muchas de las condiciones del PROAC se deben cumplir para que llegue a su fin”, afirma.
Sobre el impacto visual, Dorta considera que “no es muy grande” y que, si se compara con otras actividades, como los cruceros, es menor también en impacto visual y en contaminación. En Lanzarote, la Federación Turística ha rechazado de plano la instalación de jaulas en frente de las playas utilizadas habitualmente por residentes y visitantes.
El director general de Pesca también asegura que los condicionantes medioambientales son “muy estrictos”, que la implantación requiere de un trámite largo y que hay muchas administraciones implicadas para conceder finalmente el permiso.
“Debo desmentir que la acuicultura moderna sea como la de antes, ha cambiado mucho y el impacto es menor, no se puede culpabilizar a la acuicultura de la contaminación de las playas y los fondos marinos porque hoy está muy controlada”, subraya. Los estudios encargados por el Ayuntamiento de Yaiza en Playa Quemada concluían lo contrario.
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