La temperatura media en Canarias, en julio, ha sido de 23.5 grados centígrados, con una anomalía 1,2 grados centígrados más sobre la media de la serie de referencia, correspondiéndole un carácter “muy cálido”. Las cifras citadas lo convierten en el sexto mes de julio más cálido desde 1961 en el Archipielago, según el informe de la Delegación en Canarias de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El valor medio de las precitaciones acumuladas fue de 0.9 mm, el 100% del valor esperado, situándolo como un mes pluviométricamente “normal”, según la serie de referencia 1991-2020. Siendo el vigésimo cuarto más húmedo desde 1961.

En cuanto a las temperaturas mínimas, estableciendo una segmentación por altitudes a las que están instaladas las estaciones: de 0 a 200 metros, de 201 a 1000 metros, de 1001 a 2000 metros y más de 2000 metros, se han encontrato los siguientes registros:

En esstaciones situadas entre el nivel del mar y los 200 metros de altitud que hayan registrado temperaturas mínimas iguales o inferiores a los 18 grados centígrados : Vallehermoso-Dama (La Gomera), a una altitud de 119 metros, con una mínima de 17,9 grados durante el día 11.

En cuanto a las estaciones instaladas entre los 201 y los 1000 metros de altitud: la mínima registrada fue de

8.1 grados centígrados, el día 10, en Ravelo (El Sauzal, Tenerife), a 922 metros.

Por su parte, las estaciones situadas entre los 1.001 y los 2.000 metros de altitud: la mínima fue de 7.1 grados centígrados en Corral de los Juncos (Gran Canaria), a 1.702 metros de altitud, el día 17.

Mientras que en estaciones emplazadas por encima de los 2.000 metros: la temperatura más baja que se registró fue de 8.3 grados centígrados en el Parador de las Cañadas (Tenerife) a 2.150 metro el día 8.

Durante más de la mitad del mes (18 días), la temperatura media, en el Archipiélago, se mantuvo en valores significativamente por encima de la media de la serie de referencia, añaden desde la Aemet.

Si se considera el número de estaciones que han registrado noches tropicales, además de su número elevado (94 estaciones), se observa que de éstas, 24 estaciones registraron noches tropicales durante al menos 30 días al mes.

Asimismo, se dieron noches tropicales en muchas estaciones situadas en zonas de cumbres, por encima de los 1.000 metros de altitud, e incluso en estaciones situadas por encima de los 2.000 metros, como es el caso de las del Roque de los Muchachos ( La Palma, 2.23 metros de altitud, dos noches tropicales), Parador de las Cañadas (Tenerife, 2.150 metros de altitud, dos noches tropicales), Chavao (Tenerife, 2.071 metros de altitud, ocho noches tropicales) e Izaña (Tenerife, 2.369 metros altitud, tres noches tropicales).

Por otra parte, 44 estaciones midieron, al menos un día del mes, temperaturas mínimas mayores o iguales a 25 grados centígrados (118 registros, sumando estaciones y días en las que midieron los valores indicados) y ocho estaciones registraron temperaturas mínimas mayores o iguales a 30 grados centígrados.

Finalmente, examinando las efemérides, se observa un mayor número de efemérides de temperatura media de las mínimas más altas (18 estaciones), que de efemérides de temperatura media de las máximas más altas (seis estaciones) o de temperaturas máximas absolutas más altas (tres estaciones), según describe el informe meteorológico.

Con lo expuesto, la Aemet constata que, aunque se produjo un marcado episodio cálido –entre los días 10 y 14 de julio-, en el que se registraron temperaturas máximas elevadas, la mayor contribución a los ascensos de la temperatura promedio se debieron a los valores por encima de la media que marcaron, persistentemente y en numerosas estaciones, las temperaturas mínimas.

En cuanto a episodios cálidos, los más significativos fueron los de los días 1 al 5 y, sobre todo, el de los días 10 al 14, asi como un marcado ascenso de temperaturas los días 30 y 31. Entre los días 1 y 5, sobre una situación anticiclónica de partida, el desplazamiento hacia el este del anticiclón atlántico, desde una posición inicial cercana a las Azores, aumentó el flujo de componente este, posibilitando la llegada a las islas de masas de aire más cálidas y secas. Al mismo tiempo, la dorsal (en altura) situada sobre el noroeste de África, se desplazó hacia el oeste, arproximándose al Archipiélago e introduciendo un flujo de sureste, con marcada advección cálida.

En el episodio de los días 10 al 14, la situación sinóptica fue muy similar a la de los días 1 al 5, aunque con el anticiclón atlántico situándose al norte de Canarias e induciendo un flujo del este más potente, con aire mucho más seco y cálido y con la dorsal africana situándose sobre las islas y provocando un advección cálida mucho más intensa, con entrada de calima, que comenzó afectando, sobre todo, a zonas de cumbres y medianías.

Entre los días 10 y 15 se emitieron avisos nivel naranja para zonas de todas las islas, alcanzándose el nivel rojo en el caso de la zona sur, este y oeste de la isla de Gran Canaria. No se cumplieron los criterios para clasificar el episodio como “ola de calor”. El desplazamiento hacia el oeste de la dorsal, asi como del anticiclón atlántico, generaron un flujo de norte, con aire más fresco y húmedo, que generó un significativo descenso de las temperaturas, a partir del día 15.

El ascenso de temperaturas de los días 30 y 31 se debió a una situación sinóptica muy similar a la expuesta para los 2 episodios anteriores.

Precipitaciones

Las situaciones anticiclónicas dominaron el escenario sinóptico sobre las Islas durante el mes de julio, siendo éstas las que originaron las precipitaciones registradas, en general débiles aunque dentro de la normalidad.

Días 5 y 6: situación anticiclónica con un pequeño centro de bajas presiones al oeste de Canarias, desplazándose hacia el noreste, que contribuyó a a aumentar espesor de humedad e inestabilidad a la masa de aire aportada por los alisios, dejando precipitaciones débiles sólo en zonas del norte de Tenerife.

Días 15 al 18: tras el episodio cálido de los días 10 al 14, expuesto anteriormente en el apartado de temperaturas, el desplazamiento de la dorsal africana y del anticiclón atlántico hacia el oeste, generaron un flujo de norte sobre Canarias, con masas de aire muy húmedas y con menor temperatura, que dejaron precipitaciones más generalizadas y con mayores registros (sin dejar de ser débiles) que en el episodio de los días 5 y 6. En este caso, afectaron al norte de Tenerife, norte y noreste de Gran Canaria y, en menor medida, a la Palma (noreste), La Gomera y El Hierro.

Dias 21 al 23: Debidas al paso de masas de aire con mayor espesor de humedad, aportadas por los alisios, afectando, como nubosidad de acumulación, en las vertientes norte de Tenerife y Gran Canaria.