Hace 10 años, Antonio tuvo un accidente de tráfico. No se mató de milagro. Dio varias vueltas de campana y después estuvo nueve meses en coma. Sufrió una fractura craneoencefálica y arrastra desde entonces las secuelas de aquel accidente. Le concedieron la invalidez permanente y tiene una discapacidad. No se desenvuelve bien, le cuesta expresarse, camina con alguna dificultad y le tiembla la mano.

A pesar de esas dificultades, puede vivir solo, aunque le alquiló una parte de su casa a otra persona, pero en realidad vive solo en una casa en el barrio de Argana Alta. Hasta que se separó vivía con su pareja, y el contrato del agua estaba nombre de ella, aunque los titulares de la casa son los dos. Hace más de dos años que Antonio vive sin agua corriente en la casa.

Se lava y friega con agua de garrafas, que en muchas ocasiones le llena su vecina. Pero en la casa hace falta agua corriente. Cuando conoció esta situación, otro vecino intentó que le engancharan el servicio porque la escasa habitabilidad de la vivienda es preocupante.

Para explicar cómo se ducha, Antonio hace el gesto de echarse la garrafa por encima. Además, muestra las muñecas y las tiene llenas de heridas. Tiene una dermatitis que dice que también está extendida por todo el cuerpo. “Ahora tenemos que ir al médico porque tiene la piel fatal, reseca, y él no está para darse cuenta de estas cosas”, señala Carlos, el vecino.

Lo que pasa es que hasta ahora no ha sido posible que le concedan un servicio tan esencial como el suministro de agua. Por un lado, la casa tiene una deuda, que dejó su expareja, de casi 600 euros.

“No entiendo que, si la casa es suya, no puedan darle el servicio, no es normal”

Antonio, a través de su vecino, ya ha presentado un escrito ante Canal Gestión por el que se hace responsable de la deuda y se compromete a pagarla para que le vuelvan a enganchar el servicio.

Por otro, intenta que le pongan el contrato a su nombre porque la casa también es de su propiedad. “Canal Gestión dice que necesita una autorización de su exmujer y una fotocopia del DNI de ella, pero me parece a mí que con la Ley de protección de datos no se lo podemos pedir”, dice este vecino.

Por otra parte, no hay buena relación entre ambos y esa posibilidad la descartan. “Pues no hay manera, no entiendo que si la casa es suya, no puedan darle el servicio, no es normal, no hay nadie que me sepa decir por qué no puede tener agua”, señala.

Ya han presentado quejas en Canal Gestión y en el Consorcio del Agua y han ido a buscar ayuda al Ayuntamiento de Arrecife, pero, de momento, del grifo de la casa de Antonio sigue sin salir una gota de agua.