El comprador de La Bodega Canaria denuncia en el Juzgado destrozos por más de 128.000 euros
Pesadilla en un restaurante de Corralejo
El comprador de La Bodega Canaria denuncia en el Juzgado destrozos por más de 128.000 euros
Iñaki Agote regenta desde hace años el Banana Lounge Bar de Corralejo. En 2016 decidió comprar al Banco Popular el restaurante La Bodega Canaria, en el muellito del casco viejo. Este local es uno de los clásicos de la zona, pero no sólo tenía pasado. Su presente es que había un inquilino que no se quiso marchar. El proceso de desahucio duró dos años.
Cuando, a finales de 2018, Iñaki pudo tomar posesión del local, se llevó una desagradable sorpresa. Habían arrancado los sanitarios y la instalación eléctrica, habían inyectado espuma de poliuretano para obstruir las conducciones eléctricas y sanitarias, habían destrozado las paredes, las puertas, los suelos, el techo... El cuadro eléctrico general estaba arrancado. El local parecía el epicentro de un terremoto.
Un informe de valoración de daños encargado a un perito por el empresario vasco determinó que los desperfectos ascendían a más de 128.000 euros, lo que representa más del 60 por ciento del presupuesto total de la obra. Para Iñaki, fue una sorpresa relativa. El inquilino no se quiso ir y siguió explotando el local hasta que la Justicia le obligó a abandonarlo.
Además, el 8 de noviembre, veinte días antes del definitivo lanzamiento del inquilino del local, este empresario ya había puesto una primera denuncia porque vio cómo unos operarios se estaban llevando la maquinaria del restaurante y también cómo retiraban las jambas de las puertas o los zócalos.
Aún así, cuando tomó posesión del local, el 28 de noviembre, el resultado fue impactante. Lo que hizo inmediatamente Iñaki fue interponer una denuncia contra Tijani Androus Ochan por un presunto delito de daños. En la denuncia se relata la impresión de la comisión judicial, que no daba crédito a lo que se encontró allí, y el “especial ensañamiento con el fin de provocar el mayor daño posible” por parte de varias personas, ya que el destrozo fue un trabajo colectivo.
Además de los daños en la instalación eléctrica, en las paredes y en el mobiliario, se tupieron las tuberías con espuma expandible y se rompieron azulejos a martillazos
“Yo era cliente de La Bodega Canaria y me animó a comprar el restaurante pero, una vez finalizada la operación, me dijo que no pensaba pagarme ni un duro y que no saldría del local hasta que le echara un juez”, relata Iñaki.
Además de los daños en la instalación eléctrica, en las paredes y en el mobiliario, se tupieron las tuberías con espuma expandible, se rompieron azulejos a martillazos y se levantó el baño. También se esparcieron “orines y heces por todo el local”.
“La secretaria judicial aseguró que en su larga trayectoria de lanzamientos de casas nunca había visto algo parecido. Incluso tuvimos que salir fuera ante el hedor que desprendía el interior”, afirma Iñaki, quien los días previos a la entrega del local grabó desde fuera todo lo que sucedía. “Fui testigo de la entrada de una cuadrilla de personas para romper por dentro mi establecimiento”, asegura.
El proceso judicial por el desahucio se alargó porque la vista se suspendió en dos ocasiones. En vez de guardar silencio sobre su experiencia, Iñaki entiende que lo que le ha sucedido “hay que contarlo públicamente”, para que no le suceda “a otros empresarios majoreros, canarios o peninsulares que venimos a trabajar de forma honesta”, destaca.
Después de los destrozos en el local, el empresario ya ha descartado comenzar con su nuevo proyecto de hostelería, que iba a ser un restaurante de cocina vasca. El incidente lo ha desmoralizado. Por otra parte, un Juzgado de Puerto del Rosario ya ha abierto diligencias previas por la denuncia.
Quejas reiteradas
El portavoz de Votemos Fuerteventura, Álvaro de Astica, señala que desde 2016 su partido ha advertido al Ayuntamiento de La Oliva de que el citado restaurante estaba ocupando más espacio público con la terraza del que tenía autorizado: “Tenía permiso para 20 sillas y llegaba a haber 90”. Astica asegura que el propio Ayuntamiento hizo requerimientos al restaurante pero sostiene que la Concejalía de Comercio “nunca solucionó el problema”.
2016. El donostiarra Iñaki Agote Laboa ha denunciado el “calvario” que ha sufrido desde que decidió comprar el local del conocido restaurante La Bodega Canaria, en el muellito de Corralejo. Adquirió el local en junio de 2016 y el inquilino “se amotinó” y sigue “explotando el restaurante”.
2018. El Juzgado ordena el desahucio a finales de 2018, después de una larga espera. “En el primer juicio su abogado no se presentó alegando que estaba malo” y se aplazó la vista. En la segunda vista testificaba por videoconferencia el representante del banco y se avería el aparato. Nuevo aplazamiento.
2019. Con un local destrozado, el empresario, que hace 20 años se enamoró de Fuerteventura, descarta emprender un nuevo restaurante. “Tras la compra del establecimiento lo único que hice fue pagar los impuestos y las facturas, aunque no podía disfrutar de la propiedad”, argumenta.
Comentarios
1 Helber galarga Lun, 04/02/2019 - 12:00
2 Bodeguita Lun, 04/02/2019 - 12:24
3 Jorge G.Santana Lun, 04/02/2019 - 12:53
4 Maxorero Lun, 04/02/2019 - 13:39
5 Potemos Lun, 04/02/2019 - 14:54
6 Arcangel Lun, 04/02/2019 - 16:21
7 Bartolo Lun, 04/02/2019 - 20:39
8 Majorero80 Lun, 04/02/2019 - 21:29
9 Julio Mar, 05/02/2019 - 00:48