Francisco Déniz, diputado regional del Grupo Parlamentario Sí Podemos Canarias y portavoz en la Comisión de Turismo, ha alertado este miércoles en la Cámara regional de que, “a las actuales 550.000 camas turísticas” que existen en el Archipiélago, “hay que sumar las 165.000 que, como mínimo, están pendientes de construcción en estos momentos”.

Déniz, que ha vuelto a pedir “un consenso social y político para poner en marcha una moratoria”, ha afirmado que “solo en Tenerife, casi 11 millones de metros cuadrados están calificados como urbanizables para uso turístico y en Fuerteventura, en estos momentos hay suelo para construir 500.000 camas más”.

“No estamos pidiendo ‘turismo 0’, simplemente queremos que no se hagan más camas”, insistió Déniz.

Para el diputado regional, el Gobierno del Pacto de Las Flores “debe intervenir para desclasificar suelo para uso turístico”, como sucedió con la malograda moratoria que a principios de siglo se aprobó en el Parlamento regional, y “el Cabildo de Tenerife debería decretar que la capacidad de carga de la isla está agotadísima”.

“Cuna del Alma hay que pararla, pero el problema son las distintas ‘cunas del alma’ que se avecinan porqueya están previstas”, afirmó.

Para Sí Podemos Canarias, la anterior moratoria turística “sufrió los reveses de la justicia por las denuncias de promotores inmobiliarios y constructoras y también tuvo efectos perversos por algunas medidas incentivadoras de la permisividad en construir hoteles de 4 y 5 estrellas”.

“Cada día que pasa, la gente es más consciente de que el turismo tiene una ‘cara b’ y que no se puede seguir dejando la gobernanza del sector turístico en manos empresariales únicamente”, dijo el diputado de Sí Podemos Canarias.

En este sentido, considera que “hay que transparentar todos los datos del turismo: laborales y salariales, impacto ambiental, rentas bajas, incremento alquileres, colmatación litoral y gentrificación para que la ciudadanía sepa qué dimensión tiene el problema que tenemos encima y el que se avecina”.

Por todo ello, Déniz cree que es el momento de reabrir el debate y tomar medidas para frenar el crecimiento de la planta alojativa y “solucionar este gravísimo problema estructural que padecemos”.

“Ya hay una mayoría social que lo reclama, y es necesario que se traduzca en una mayoría institucional que se encamine a una diversificación económica que acabe con nuestra vulnerabilidad en los cambios de ciclos económicos y de conservar nuestra tierra para las futuras generaciones”, concluye.