El Grupo Parlamentario Sí Podemos Canarias pide al Gobierno regional que se comprometa a no invitar al obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, a ningún acto institucional en el archipiélago y reprobar en la Cámara sus "reiteradas declaraciones homófobas".

Así consta en una iniciativa que la formación morada ha registrado en el Parlamento de Canarias, en la que recuerda que el obispo relacionó, en unas declaraciones por las que ha pedido perdón, homosexualidad con alcoholismo.

Algo que, recalca Sí Podemos Canarias, "atenta" contra lo establecido por la Constitución y el Estatuto de Autonomía en cuanto a la igualdad y la no discriminación por cualquier condición o circunstancia personal o social.

La presidenta del Grupo Parlamentario de Sí Podemos, María del Río, indica en un comunicado que las declaraciones del obispo "no solo son una muestra reiterada de homofobia que indigna a toda la sociedad canaria, sino que además atentan contra nuestros valores democráticos y los derechos de las personas LGBTI".

Palabras, abunda, que causan "un sufrimiento y perjuicio añadido a las que, siendo creyentes, tienen una orientación sexual o identidad de género diferente".

"Ninguna persona homosexual se merece el desprecio y trato humillante de este obispo, ni la consideración de ser adicta o enferma, o estar en pecado mortal sí es católica, por ser quien es o amar a quien ama", añade.

Sí Podemos Canarias, "en línea con distintos colectivos LGBTI", considera que el comunicado de "presuntas disculpas" que el obispo de Tenerife emitió el 21 de enero "no hace más que agravar la situación".

Lo hace, sostiene Del Río, porque "lejos de retractarse de sus palabras, se limita a escribir unas escasas líneas generalistas más propias de una homilía o escrito religioso que de un acto de resarcimiento de ofensas en el orden civil o social".

Por ello, "los colectivos víctimas de sus declaraciones persisten en mantener la petición de su dimisión o cese como la única solución posible ante una conducta de reincidencia homófoba impropia e inaceptable en un Estado democrático".

En lo que a las administraciones se refiere, Del Río opina que "deben ser contundentes en la repulsa y condena al obispo por sus manifestaciones continuadas de desprecio, humillación y discriminación hacia las personas LGBTI, lanzando un mensaje nítido de respeto a la diversidad sexual".

En este sentido, el pleno del Cabildo de Tenerife condenó esta semana las palabras de Bernardo Álvarez.