"A la gente le gusta Revilla, a mí me gusta porque desparpaja", comentaba un vecino de Santa Cruz de La Palma, una ciudad llena de presidentes autonómicos entre los que el de Cantabria y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, han triunfado en popularidad y fotos.

Decenas de personas esperaban en las inmediaciones del Convento de San Francisco la llegada y la salida de los participantes en el homenaje al pueblo de La Palma por su comportamiento durante la erupción volcánica.

Pese a la decepción de muchos de no poder ver de cerca a los reyes, que saludaron desde el coche, a cambio se deleitaron saludando y vitoreando como presidentes tanto a Revilla como a Díaz Ayuso, que entraron caminando.

El presidente de Cantabria llegó pronto, siempre acompañado por su colega de Asturias, Adrián Barbón, y ya antes del homenaje empezó su ronda de selfies y fotos. Y no olvidó regalar una lata de anchoas de Santoña a la Vinatería Albillo, en cuya carta está precisamente el manjar del mar Cantábrico.

"Vente pa' La Palma", le pedían los vecinos a Revilla, que abría los brazos y se dejaba querer complacido.

Isabel Díaz Ayuso también fue recibida con vítores de presidenta antes del homenaje, y después se la vio salir un paso por detrás cuatro barones del PP.

Los de Galicia, Andalucía, Castilla y León y Murcia caminaban juntos por la Calle Real por delante de la presidenta madrileña, que a su vez iba acompañada por el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, y el eurodiputado del PP palmero, Gabriel Mato, entre otros.

Juntos recorrieron las calles del centro de Santa Cruz de La Palma, y a cada paso se paraba para atender las fotos con los ciudadanos.

El propio Hernández Zapata hizo de fotógrafo en algunos de las innumerables instantáneas que protagonizó Díaz Ayuso con los ciudadanos palmeros.

"Siempre es así, sobre todo es la gente joven la que la para", comentaba su asesor de comunicación, el exportavoz del Gobierno de Aznar Miguel Ángel Rodríguez.

Con más discreción salieron otros presidentes autonómicos como el valenciano Ximo Puig, que entró a una vinoteca a comprar una botella de vino de La Palma.

Pero quien más quien menos todos aprovecharon para disfrutar de las calles y terrazas de la capital palmera antes de participar este domingo en la Conferencia de Presidentes.