La directora de Somos, Esther Vazquez, huye de la burocracia hasta el punto de haber rechazado constituirse en compañía. No obstante, a lo largo de sus 13 años de andadura, la asociación ha puesto en escena docenas de obras y ha acogido a unos 70 actores y actrices, “algunos con unas carreras artísticas en la actualidad”, una actividad trepidante que hace a Esther calificar Somos como “el semillero de actores y actrices de la Isla”.

Esther Vazquez llegó a España, concretamente a Galicia, en 1990 cuando en su país, Argentina, resonaban aún los duros sucesos de la dictadura de Videla. En su juventud había participado activamente en el ambiente teatral bonaerense, tras descubrir el teatro en la Escuela primaria 25 de mayo San Juan, donde estudiaba.

“El centro tenía un pequeño teatro, con sus butacas y hasta con un foso para la orquesta. Fantástico para aquella época, incluso para esta”, cuenta. “Quizás fue la visión de algo tan maravilloso lo que me llevó a participar en cualquier fiesta del colegio. Me encantaba estar en el escenario actuando, bailando, trabajando con marionetas... Pero ahí quedó la cosa, en una actividad infantil. Hasta que no fui mayor no tuve consciencia de esa pasión que había mantenido dormida”, recuerda.

Tras ese “despertar”, Esther empezó a acudir a clases de interpretación, primero en la Escuela Battaglia y luego en el grupo de Carlos Catalano, que se reunía en la Biblioteca San Fernando de Buenos Aires, “aunque le perdí la pista tras el viraje político de las obras que se iban proponiendo”, cuenta la directora de Somos.

En 1992 aterrizó en Lanzarote, con su familia, en la que había dos niños de corta edad. Su afición por las tablas la llevó a integrarse en el mítico grupo Regartija, y, tiempo después, en el Teatro Escuela de Arrecife (TEA), que fundó Salvador Leal, “con los que fuimos sus primeros alumnos”.

El TEA proponía tres años de interpretación, aunque tuvo que pasar algún tiempo para que la demanda justificase el segundo curso. Esther vivió aquel resurgir escénico en la Isla, con la instalación de la escuela en la parte alta del centro sociocultural de Altavista. “Llegó un momento en el que tomé la decisión de montar mi propio grupo, más que nada para llevar mi estilo a las tablas”, cuenta la fundadora de Somos, que nunca imaginó que este grupo de teatro amateur, creado en 2008, terminara siendo el “semillero”, como ella misma define, de actores y actrices en que se ha convertido.

Por las decenas de montajes que se han puesto en escena desde su nacimiento han pasado unas 70 personas “de las que 50 se han marchado, la mayoría porque han abandonado la Isla y otras porque realmente no han tenido narices de afrontar una actividad tan dura y exigente como es el hecho teatral”, argumenta Esther con su habitual vehemencia.

En Somos todo el mundo es bienvenido. “Me entusiasma el entusiasmo”, reconoce su directora, aunque en ocasiones la ilusión no es suficiente para subirse a un escenario. “Siempre se da una oportunidad, pero después hay que demostrar cosas”, reflexiona Esther, a quien le cuesta negar un papel a quien solicita entrar en el grupo.

En el fondo, la actriz cree que la prioridad es producir, experimentar. No termina de identificarse con las voces de la escena partidarias de educar al público, de crear una ‘escuela de espectadores’: “Pienso que es como si pretendiéramos que el público piense, desmenuce o entienda lo que nosotros queremos decir y no lo que le viene a la cabeza, que es, justamente, lo interesante... Que cada uno piense e interprete lo que le dé la gana”, subraya Esther.

Una de las características de Somos es su prolífica producción, (58 obras distintas) con decenas de representaciones, lo que ha propiciado que coincidan hasta cuatro en cartel en la misma temporada en la Isla. La otra característica de este grupo es su total ausencia de complejos. La asociación se sabe escuela y grupo aficionado y prioriza este aspecto a otros más profesionales.

A pesar de todo, el trabajo de Somos ha sido premiado en varios de sus montajes. En los años 2019 y 2020, el grupo volvió del certamen de teatro amateur de El Sauzal (Tenerife) con varios premios bajo el brazo: Sauzal de Oro y mejor actor para Luis Miguel Junquera por El Plan; y el Sauce de Oro y Premio a la mejor interpretación femenina para Carmen Sancristóbal por Carta a papá, lo que valió el reconocimiento público del Cabildo de Lanzarote.

Con el Sauzal de Oro para El Plan, la asociación se subió por primera vez al escenario de El Salinero, una espina clavada desde hacía tiempo que, no obstante, parece haber vuelto a clavarse. “Al olor de la flor se olvida la flor”, asegura Esther, que sigue criticando las formas de programación teatral en la Isla y asegura que “muchas veces, hasta los propios técnicos y concejales están atados de manos”.

Somos logró dos años consecutivos el Sauzal de Oro en el certamen de teatro tinerfeño

Sin embargo, fue la actual presidenta del Cabildo, María Dolores Corujo, quien tuvo que ver directamente con el nacimiento de Somos: “Fue ella quien, siendo concejala de Cultura de San Bartolomé, impulsó la Semana Cultural del municipio, que incluye representaciones a cargo de los grupos locales de teatro, con una subvención para la puesta en escena. De hecho, esa es la única ayuda pública que recibimos a día de hoy”.

“En aquellas fechas ya estábamos trabajando como grupo y en un concurso de postres en el antiguo centro sociocultural de Playa Honda Loli me propuso constituir una asociación. Ella misma se desplazó a las oficinas municipales de Playa Honda y en aquella entrevista surgió la idea de la Semana Cultural, que este año cumple su décimo tercer aniversario, coincidiendo con el de Somos”, explica Esther, no sin cierto orgullo, asegurando que “somos el único grupo del municipio que jamás ha faltado a la Semana, junto a Ajey, que por causa de fuerza mayor tuvo que suspender un año”.

El semillero de actores y actrices que es Somos comenzó en esta cita de San Bartolomé una andadura que se ha caracterizado por la inclusión en el ámbito escénico amateur y que va sumando tantos: presencia internacional (Centro Machado de Colonia o Asociación de Canarias en Berlín), otros premios de la escena local o exitosos montajes como Pompilius: premio a la mejor obra, premio del público y mejor actor para José Ríos en el Certamen Amateur de Tías y una de las obras que más veces se ha representado en los escenarios locales.