El edil ha sido penado con cuatro meses de cárcel e inhabilitación y tendrá que pagarle 3.000 euros a la afectada
Un concejal de Puerto del Rosario, condenado por acoso sexual
El edil ha sido penado con cuatro meses de cárcel e inhabilitación y tendrá que pagarle 3.000 euros a la afectada
El Juzgado de lo Penal número 2 de Arrecife con sede en Puerto del Rosario (Las Palmas) ha condenado al concejal del Ayuntamiento de Puerto del Rosario José Juan Herrera Martel, también conocido como Yose Herrera, a cuatro meses de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, como autor de un delito continuado de acoso sexual.
Además de la condena penal, la sentencia obliga al edil a indemnizar a la víctima, una asesora municipal, con 3.000 euros.
El fallo declara probado que, entre mayo y septiembre de 2019, el acusado, “con manifiesta intención de satisfacer sus deseos de naturaleza sexual, realizó múltiples propuestas de idéntica naturaleza” a través de redes sociales a la víctima, “cargo de confianza en el meritado ayuntamiento y compañera de trabajo de aquel, pese a ser conocedor de las constantes negativas de la misma, generando con ello una grave situación de ansiedad a la víctima”.
La sentencia es susceptible de recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Las Palmas.
Antecedentes
El caso contra Yose Herrera se inició en julio de 2020, cuando la víctima, la trabajadora Yaiza Sotorrio presentó querella por supuesto delito de acoso sexual continuado por parte del concejal ahora condenado, en el periodo en que trabajó como cargo de confianza del mismo partido político que el concejal.
La trabajadora que fue destituida en estas fechas de su puesto eventual como cargo de confianza en la Corporación local.
Así, y tal y como la propia Sotorrio reafirmó en el juicio, la acusación particular ha puesto sobre la mesa diversas conversaciones mantenidas por Facebook Messenger, en las que el acusado insistió de forma persistente en mantener relaciones sexuales con ella, pese a la negativa de la exasesora.
Entre los distintos mensajes presentados como prueba, el escrito del fiscal del caso señala, entre otras expresiones: “Yo querría hacerte el amor en el despacho”, “te lo haré y tú vas a acceder”, “tú no te me vas sin el despacho”.
En su declaración en el juicio, Sotorrio señaló que no inició ninguna de estas conversaciones: “No manifesté nunca la intención de tener algo con él, siempre estaba mi intención de cortar la conversación pero no quería conflictos en el trabajo”. Además de los comentarios señalados, la supuesta víctima indicó que la situación se volvió “muy desagradable”: “Me miraba lascivamente, me miraba el escote, bromeaba en el trabajo sobre cómo me vestía o con que estaba buena”, declaró.
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