Lecciones democráticas
Desde una concepción puramente formal, son tres las características indispensables para que exista una democracia: Libertad del ciudadano para elegir a sus representantes políticos, División de Poderes e Igualdad jurídica. Lo ocurrido estos días en la política canaria nos permite reflexionar sobre el primero de estos requisitos.
¿Puede un ciudadano elegir libremente al diputado autonómico o consejero que quiera? No exactamente al que quiera. Solo puede dar su voto a una lista muy limitada de nombres, cada una de las listas de partidos presentadas. En España no existe la figura del diputado de distrito.Quien quiera ser representante político, obligatoriamente debe formar parte de una lista electoral de partido, o agrupación similar.
¿Quién confecciona una lista electoral? ¿Quién elige qué persona puede ejercer su derecho al sufragio pasivo en representación de un partido en detrimento de otra? Tradicionalmente, tal labor la realizan las cúpulas de los partidos políticos.
No importa la valía del candidato ni sus posibles virtudes, ni siquiera el apoyo que tenga de los propios ciudadanos. Son las diferentes cúpulas de los partidosquienes deciden quécandidatos consideran oportunos. El votante solo puede elegir entre las diferentes listas cerradas propuestas, o no votar. El principio de representación política quedaría así en cierto modo debilitado.
Algunos partidos, conscientes de las posibles deficiencias democráticas de este método, desarrollaron el sistema de primarias internas. Podemos fue uno de los primeros en hacerlo, captando la atención de gran parte del electorado, y obligando a otros partidos a imitarles. Ya no serían las diferentes cúpulas territoriales las que decidirían quién entra en una lista electoral o no, la decisión recaería en los militantes.
Pero pronto ese atisbo de esperanza se reduciría. El partido dejó de utilizar el revolucionario sistema de primarias abiertas nominales de las elecciones europeas de 2014 y en cambio desarrolló un sistema basado en “listas” o “planchas” internas. La renovación democrática se volvió más tímida. Si bien seguían existiendo primarias internas para elegir a los candidatos, estas quedaron de algún modo pervertidas por culpa del sistema de listas internas. Además, dependiendo de si los integrantes eran afines a determinadas corrientes, podían recibir una especie de “aval político” que reflejaba cuál era la lista “oficial” entre las demás. “Todos somos iguales, aunque algunos somos más iguales que otros”, como diría Orwell. Que muchos candidatos a cargo público fueran al mismo tiempo cargos orgánicos del partido dificultaba preservar el deber de neutralidad necesario en estos procesos.
Estos dos ejemplos no eran los únicos limitadores del alcance democrático original de las primarias. Los Estatutos del partido abrían la posibilidad a incorporar a candidatos que no hubieran pasado por ningún tipo de proceso de primarias, siempre que fueran personalidades relevantes de la “sociedad civil”. En esos casos daría igual quién ganará las primarias internas, si la cúpula del partido decidía que otra persona de la sociedad civil (¿qué es “sociedad civil”? ¿cómo se entra a ella? ¿existe un carnet de “socio civil”?) era más oportuna para la candidatura, relegaría al resto a pesar de los votos obtenidos.
En Fuerteventura hemos visto recientemente las consecuencias directas de esta desnaturalización de las primarias:
En noviembre de 2018 se publicó el resultado de las primarias realizadas en Podemos Fuerteventura para el Cabildo y el Parlamento. Debido a las enemistades entre Santana y Pita, a nivel insular se presentaron dos “listas oficiales”, de las cuáles la respaldada por Pita obtuvo la victoria. En ella Briansó ocupaba la séptima posición para el Cabildo y Quiles la tercera. Briansó también salió elegido en primera posición para el Parlamento por Fuerteventura.
El día 22 del pasado mes de abril, apenas unos días antes de finalizar el plazo de entrega de la lista definitiva a la Junta Electoral, Santana decide alterar el orden de la lista autonómica, en concreto la de candidatos al Parlamento de Canarias por Fuerteventura. A pesar de que dicha lista ya había sido elegida por los militantes en primarias, Santana remarcó que los propios reglamentos del partido le daban autoridad para ello cuando se trate de incluir a personalidades de la “sociedad civil”. Además, no era la primera vez que algo así ocurría en Fuerteventura. Los críticos en cambio denunciaban que tal decisión era un evidente fraude electoral y un engaño a los votantes.
Sin embargo, la decisión ya estaba tomada. Briansó, que ocupaba la primera posición en la lista al Parlamento autonómico por Fuerteventura, quedaría reemplazado por Carmelo Torres. Briansó pasaría a la tercera posición, reduciéndose así de forma drástica sus posibilidades de salir elegido. En la isla majorera tomaron nota de lo sucedido.
El domingo 28 de abril a mediodía, a menos de 12 horas para cerrarse el plazo ante la Junta Electoral, se avisa a Santana de que la lista que ella lideraba al Parlamento de Canarias ha sufrido unas 15 dimisiones de diferentes candidatos del entorno de Pita y comunicadas a última hora, con el objetivo de boicotear la elección de Santana y de paso la de todo el partido. “Muerto el perro se acabó la rabia” debieron pensar. In extremis, Santana consiguió cubrir las bajas y finalmente pudo presentar una lista, aunque con unos candidatos del todo diferentes a los resultantes de las primarias internas, para agria sorpresa de los militantes.
El pasado 26 de mayo tuvieron lugar las elecciones al Cabildo de Fuerteventura y los majoreros otorgaron a Podemos dos consejeros, García y Concepción. El 17 de junio, tras la negociación de pactos de gobierno, el primero dimitió, así como su inmediato sustituto. La segunda hizo lo mismo, debido a que también había sido elegida concejal para el Ayuntamiento de Puerto del Rosario. El reemplazo de Concepción en la lista electoral también dimitió, evidenciando así la estrategia implícita configurada, y a su vez también lo hizo la siguiente que debería ocupar su plaza por sustitución. Se encadenaron un total de cinco renuncias. Esta cascada de abandonos se frenó al llegar a los nombres de Quiles (que también había salido elegido concejal en Antigua pero dimitió de ese cargo) y Briansó (que ocupaba la séptima posición). Los simpatizantes del partido, atónitos por estas labores de compleja fontanería, resaltaron además la ruptura de la paridad de género, uno de los mayores estandartes de la formación morada. Desde el entorno de Santana juzgaron esta acción como un evidente fraude electoral y un engaño a los votantes.
Responder a un supuesto fraude electoral con otro presunto fraude electoral es toda una lección democrática al pueblo. ¿De qué valen las primarias? ¿De qué valen los votos?
Comentarios
1 Filósofo en declive Mié, 19/06/2019 - 19:56
2 Elisa Jue, 20/06/2019 - 08:50
3 Anónimo Jue, 20/06/2019 - 11:30
4 Pode mita Jue, 20/06/2019 - 22:41
5 Anónimo Jue, 20/06/2019 - 23:47
6 CHANCHULLEROS. Vie, 21/06/2019 - 09:47
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