Se establecen sanciones de hasta 15.000 euros para las infracciones muy graves.
Gustavo Berriel denuncia que los aparatos que se instalaron en 2009 están “obsoletos”.
Las urbanizaciones, que estaban llamadas a ser una lujosa zona residencial, están inconclusas y con graves carencias.
La infracción consistía en la venta fraudulenta al por mayor de lomos de tiburón azul o tintorera (Prinoace glauca), comercializados en cajas bajo la denominación de pez espada.