Ante la proximidad del debate y desarrollo del Plan Insular de Ordenación de Fuerteventura (PIOF), las fuerzas políticas gobernantes y empresariales demuestran que no han aprendido nada de la última burbuja inmobiliaria, que nos llevo a una profunda y brutal crisis económica, cuyas consecuencias aún perduran, y veremos cuando se superan, como por ejemplo la des regulación de la contratación laboral, su precarización, etc...Y pretenden llevarnos otra vez hacia ese nefasto modelo de desarrollo económico.

Además, no han aprendido nada de su nefasto modelo de desarrollo urbanístico, que ha traído masificación, deterioro tremendo del medio ambiente, brutal ataque al sector primario, tendente a su desaparición, por la utilización masiva de suelo cultivable en suelo urbanizable, y la agresión al mar y su entorno, por mayor contaminación, destrucción de cebadales, y desaparición de especies marinas, cada vez más escasas.

Los promotores y especuladores varios ya están presentado sus proyectos mastodónticos de construcción, con 11.000 camas en La Oliva, concretamente entre el Parque Holandés y la entrada de El Cotillo. También se habla de un proyecto de 25.000 camas entre Costa Antigua, Caleta de Fuste y Las Salinas, y otras 9.000 camas en Matas Blancas y 8.000 al sur de Morro Jable. Todo ello, con proyectos de varios muelles deportivos, cuatro hasta ahora, aumento de muelles para cruceros, Gran Tarajal y quizás Morro Jable, campos de golf, geriátrico y hasta un plató de cine. Todo ello, adornado bajo el ya escasamente creíble cuento de las riquezas millonarias para la isla, la creación de falsos servicios médicos, deportivos, etc...

Tras esos cantos de sirena de empresarios sin escrúpulos, no pocos políticos que en los años de la burbuja se han estado forrando, andan ahí empezando a justificar la necesidad del crecimiento para salir de la crisis. No tienen ningún propósito de recuperar el sector primario, acabar con la especulación, y proponer un crecimiento sostenible, con desarrollo de energías renovables, y recorte al brutal crecimiento poblacional.

Ni han aprendido, ni quieren aprender de lo que ellos mismos provocaron, y ante las futuras elecciones se presentarán como defensores del desarrollo de la Fuerteventura, su riqueza, y de las mayores riquezas que prometerán si sus políticas se desarrollan.

Ese modelo de desarrollo ya fue condenado por la Unión Europea por la barbaridad de Majanicho, en concreto la urbanización Origo Mare, suelo protegido por la UE por su "malpey", coladas volcánicas, etc... Ahora, el Gobierno de Canarias, el del Cabildo y el de La Oliva, pretenden amnistiar la brutal agresión condenada por la UE, o sea, los mismos que ante el avance del PIOF, pretenderán justificar lo injustificable.

¡Ojo, hay que pararlos!, ¡se acerca el PIOF, se acerca el desastre! Fuerteventura no puede seguir con ese modelo económico depredador, con crecimiento insostenible que pone en peligro el futuro de la Isla, su hábitat, su medio ambiente, en definitiva, pone en peligro la propia vida humana en el futuro.