En cuanto a las precipitaciones acumuladas, se contabilizó una media de 4,2 mm, el 27 por ciento del valor esperado, situándolo como un mes pluviométricamente muy seco
Canarias registra el mes de abril más cálido de los últimos 63 años
En cuanto a las precipitaciones acumuladas, se contabilizó una media de 4,2 mm, el 27 por ciento del valor esperado, situándolo como un mes pluviométricamente muy seco
La temperatura media en Canarias durante el pasado mes de abril fue de 19,2 grados, representando una anomalía positiva de +2,7 grados, y a la que corresponde un carácter extremadamente cálido, siendo el mes de abril más cálido desde 1961.
En cuanto a las precipitaciones acumuladas, se contabilizó una media de 4,2 mm, el 27 por ciento del valor esperado, situándolo como un mes pluviométricamente muy seco, según la serie de referencia 1991-2020, siendo el 12º más seco desde 1961.
Tras comenzar el mes con la temperatura media cercana al valor medio de la serie de referencia, el establecimiento de flujo del suroeste, debido al acercamiento de una vaguada con frente entre los días 2 al 6, generó un ascenso de temperaturas durante los días 4 y 5.
Tras el paso del mencionado frente, las temperaturas descendieron durante los días 6, 7 y 8 hasta valores próximos a los de la media de referencia. A partir del día 9, la posición de una dana al oeste de Canarias, aproximadamente a su misma latitud, así como la presencia de otra dana sobre el norte de África, y la situación del eje de la dorsal africana -sobre el archipiélago- generaron un flujo del este que provocó un acusado ascenso de temperaturas, desde el día 10, tanto debido a la advección como a la mayor insolación, causada por la disminución de la capa húmeda sobre las islas y la consecuente ausencia de nubosidad.
Los mayores ascensos de temperaturas se produjeron durante los días 11 y 12, con la temperatura media de las islas, durante esos días, en valores cercanos a los 9 grados por encima de la temperatura media de la serie de referencia 1991-2020.
A partir del día 19, tras el establecimiento de situación anticiclónica con flujo de mayor componente norte, las temperaturas comenzaron a descender. El paso de un frente, asociado a una borrasca situada sobre la Península Ibérica, hizo descender la temperatura media hasta valores inferiores a los de la media de referencia, en los que permaneció hasta final de mes.
Durante el mes se indentifican tres períodos de precipitaciones. Tras un pequeño episodio, durante el día 1, con precipitaciones débiles y dispersas debidas a nubosidad de acumulación del alisio en la vertientes norte de las islas más montañosas, la aproximación a las islas de una vaguada con frente asociado, ya en frontólisis, dejó precipitaciones que se concentraron en la isla de Tenerife, así como en el norte y cumbre de Gran Canaria. Fueron precipitaciones de carácter débil que sólo llegaron a ser moderadas en algunos -pocos- puntos aislados.
Entre los días 20 al 22 se produjo el acercamiento a Canarias de una vaguada con eje noroeste-sureste, con borrasca y frente en superficie, que se sitúa al noroeste de las islas, y que provoca la llegada a éstas de masas de aire con mayor espesor de humedad e inestabilidad. Deja algunos registros de precipitación, débiles a muy débiles, tanto por nubosidad de acumulación en las vertientes norte, como por nubosidad de evolución en el interior de las islas y a sotavento.
Los días 27 al 28 tuvo lugar el paso sobre el archipiélago de un frente poco activo asociado a una borrasca centrada sobre el extremo noroeste de la Península Ibérica que deja precipitaciones entre débiles y moderadas, especialmente en el norte de Tenerife.
Durante los días 29 y 30 se restablece la situación anticiclónica, con flujo de componente norte y paso de algunas fronteras con mayor espesor de humedad que dejan precipitaciones débiles y dispersas, principalmente en medianías de las vertientes norte de las islas más montañosas.
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