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“Cubillo imprimió su carácter al resurgir del movimiento obrero en Canarias”

Zebensui López Trujillo, historiador

Álvaro Lucas 0 COMENTARIOS 20/12/2025 - 08:56

Zebensui López Trujillo (La Orotava, 1983) es doctor en Historia por la Universidad de La Laguna. Además, realizó un máster en Gestión del Patrimonio Cultural en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En los últimos años ha desarrollado su trabajo en las áreas de la investigación y la divulgación, con numerosas publicaciones sobre el nacionalismo canario de segunda ola y la oposición al franquismo en Canarias. Basó su tesis doctoral en la figura de Antonio Cubillo, que ha adaptado al libro Antonio Cubillo. Del antifranquismo al independentismo africanista (LeCanarien ediciones, 2025). López Trujillo es fundador de la editorial LeCanarien y de la consultora patrimonial Cultania. En la actualidad dirige Proyecto TARO. En su despacho de La Orotava recibe a Diario de Canarias.

-¿Qué importancia tiene la figura de Antonio Cubillo en la historia política de Canarias?

-La tesis central del libro sostiene que Antonio Cubillo (San Cristóbal de La Laguna, 1930-Santa Cruz de Tenerife, 2012) fue uno de los personajes históricos más relevantes de la última etapa de la historia contemporánea de Canarias por dos cuestiones principales. Primero, por su destacado papel como abogado laboralista en Tenerife y fundador del nacionalismo canario de segunda ola y, posteriormente, por ser el artífice ideológico y táctico del independentismo africanista canario.

-¿Cómo se define Cubillo a nivel ideológico?

-La parte nacionalista e independista en Cubillo tenía tanto peso que otras cuestiones de índole ideológica quedaron siempre supeditadas a la primera. Cubillo siempre se adaptó bien a los contextos en los que desarrolló su proyecto político. En Canarias, como miembro de Canarias Libre, se movió con comodidad dentro de las posiciones de izquierdas próximas al Partido Comunista de España (PCE), pero sin poderle encasillar dentro del comunismo, porque Cubillo nunca se definió como tal. Siempre fue una persona humanista o progresista, pero fuera del independentismo no se le puede clasificar dentro de otra categoría ideológica. Ya en el exilio, y siempre vinculado al contexto en el que se desenvolvía, sus postulados abrazan el socialismo africano.

-En la introducción señala que no se trata de una semblanza política ni de una biografía al uso. ¿Por qué decidió escribir este libro y con qué objetivos lo hizo?

-Cubillo fue un personaje lo suficientemente relevante como para imprimir su propio carácter al fenómeno histórico del resurgimiento del movimiento obrero y nacionalista en Canarias. Su personalidad llevó a dicho fenómeno histórico por unos derroteros que no se habrían dado de la misma manera si estos hechos los hubiera capitaneado otro perfil. Por ello, el libro no es una biografía, género que a veces se usa como excusa para desarrollar un contexto histórico a través de un personaje que nos va guiando de manera lineal. En este caso, analizamos su papel concreto y cómo Cubillo, debido a su forma de ser, imprimió su carácter personal a ese fenómeno histórico.

“Cubillo llegó a París con el único apoyo del Partido Comunista de Carrillo”

-Adentrándonos en la materia del libro y en su cronología, ¿qué papel jugaron las protestas estudiantiles y contra la subida del precio de los billetes de guaguas en Tenerife en la conformación del pensamiento de Cubillo en las décadas de los 50 y 60?

-Cubillo pertenece a una generación que no vivió directamente la Guerra Civil. El franquismo era para ellos su única vivencia, y sus primeras demandas fueron, por tanto, reformistas y no de oposición frontal al régimen. Como en el resto del Estado, la nueva oposición al régimen en Canarias surgió del movimiento estudiantil. Además, Cubillo vivió de primera mano el renacer de la actividad obrera con protestas de carácter gremial. El conflicto por el aumento del precio de los billetes de las guaguas en Tenerife tuvo como particularidad que estudiantes y obreros unieran fuerzas por primera vez. Por eso, de manera casi natural, Cubillo terminó sus estudios y fundó su despacho, que tuvo un marcado carácter laboralista. De hecho, se convirtió en el primer abogado laboralista de Canarias y en uno de los primeros de todo el Estado.

-¿Cómo sorteó Cubillo la represión del régimen y empezó a conseguir victorias en el terreno laboralista desde su despacho de Santa Cruz de Tenerife?

-Se dio cuenta de que tenía que idear nuevas estrategias para desmantelar el Sindicato Vertical, porque era imposible conseguir mejoras para los trabajadores desde ese ámbito. Para ello, recuperó toda una serie de medidas de presión sindical. Introdujo, entre otras cosas, las concentraciones, que con frecuencia acababan convirtiéndose en manifestaciones al desplazar a los obreros hacia el Gobierno civil. En el conflicto de los panaderos, por ejemplo, boicoteó el pan y la maquinaria. Aunque la novedad principal que introdujo fue el sistema de igualas, un modelo de contratos a través de cuotas mensuales que pagaban los obreros para crear una caja de resistencia, con la que poder hacer frente a los despidos improcedentes y a las multas que el propio Cubillo recibió. Gracias a ese modelo, Cubillo se dotó de una infraestructura sindical capaz de capitanear el creciente movimiento obrero en la Isla.

“Huyó a Argel tras ser avisado de que el franquismo podría atentar contra él”

-¿Cuál fue el detonante que llevó a Cubillo a exiliarse?

-El último gran conflicto que lideró Cubillo en Canarias fue el de las lecheras. En 1962, y debido a las nuevas medidas de control sanitario, el franquismo prohibió la venta de leche a granel en las calles, práctica habitual hasta entonces. Tras el anuncio, las lecheras recurrieron a Cubillo, quien organizó protestas en la sede del Gobierno Civil de Santa Cruz. Cubillo acabó preso por la vía civil durante más de cuarenta días. Gracias a sus contactos consiguió salir a tiempo sin que las autoridades militares se percataran, consciente de que el siguiente paso era un encausamiento por la vía militar. Sabedor de lo que se avecinaba, decidió planear su exilio para evitar las largas penas de cárcel que ya estaban cumpliendo en Burgos algunos compañeros grancanarios de Canarias Libre.

-Cubillo llegó como polizón al puerto marroquí de Safi, y desde Casablanca consiguió viajar a París. ¿Cómo fue acogido Cubillo en el entorno de exiliados españoles en París?

-Cubillo llegó a París con el único apoyo del PCE de Santiago Carrillo, a quien le interesaba su notable labor como abogado laboralista en el interior. Sin embargo, el nacionalismo no tenía cabida dentro del PCE. Durante esta etapa, a pesar de que se negó a abandonar sus tesis, Cubillo viajó a un encuentro internacional en Moscú, acompañando a miembros del PCE. Allí tuvieron lugar varias conversaciones que desembocaron en la ruptura total de Cubillo con el partido. Además, lo más relevante del viaje es que conoció de primera mano el apoyo de los países que estaban en proceso de descolonización. El delegado de Argelia, que acababa de culminar su proceso de independencia de Francia, fue recibido con mucho entusiasmo.

-¿Por qué abandonó Cubillo la capital francesa en 1963?

-Tras consumarse la ruptura con el PCE, Cubillo buscó otros sectores con los que poder relacionarse en París, como el federalismo español. Al calor de los grupos de oposición política afincados en París, Cubillo fundó el Movimiento Autonomista Canario (MAC) en 1963. El personaje clave en esta fase parisina es Attilio Gaudio, etnógrafo italiano que conectó muy bien con Cubillo, a quien animó a reunirse con el secretario general del Front de Libération Nationale (FLN) argelino. Argelia parecía un destino propicio para el proyecto político de Cubillo, quien primero quería terminar unos estudios en París. Sin embargo, de manera abrupta, Cubillo dejó París y huyó a Argel tras ser avisado de que el franquismo podría estar preparando un atentado contra él en Francia.       

“El MPAIAC se basó en la movilización, la diplomacia y la violencia”

-Una vez en Argel, ¿qué ocurre con el MAC y qué papel juega el antropólogo argelino Mouloud Mammeri en esta fase?

-El MAC tuvo un recorrido muy corto. Al llegar a Argelia en 1963, el gobierno ayudó a Cubillo en su instalación otorgándole un puesto de profesor de español en la Universidad de Argel. Allí conoce a Mouloud Mammeri, un escritor, antropólogo y lingüista argelino, especialista en cultura amazigh. Tal y como reconoció Cubillo en muchas ocasiones, fue el personaje clave en su giro hacia el independentismo africanista. Mammeri fue el germen del indigenismo o guanchismo en Cubillo, que a partir de entonces se convertiría en el elemento central del discurso para justificar la independencia de Canarias en el contexto de las luchas por la descolonización en África. Además, a nivel estratégico, Mammeri le dejó claro que con el MAC no iba a llegar a ninguna parte, y que tenía que crear un verdadero movimiento de liberación nacional africano, hablando directamente de independencia y descolonización, puntos comunes del panafricanismo, el no alineamiento y el socialismo africano. Para ganar repercusión y apoyos a nivel internacional, necesitaría una bandera. Así surge en 1964 el Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC) y la bandera nacional canaria con las siete estrellas verdes.

-¿Cuáles fueron las principales características del MPAIAC?

-El MPAIAC se basó en tres aspectos fundamentales: la movilización social, la diplomacia y la violencia. La movilización social en el interior fue escasa en los primeros años, y aumentó notablemente a partir de diciembre de 1975. Argelia, que se había quedado fuera de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, decidió ceder a Cubillo una hora diaria de emisión radiofónica en Radio Argel. La Voz de Canarias Libre, emitida en onda larga, se convirtió en el medio de difusión del movimiento y tuvo una gran repercusión en Canarias. En la segunda mitad de la década de los 70, el Gobierno español puso en marcha su máquina diplomática y represiva para anular al MPAIAC, que había comenzado a usar la violencia a través de las Fuerzas Armadas Guanches (FAG).

-El MPAIAC se fundó en el exilio, pero Cubillo tenía un amplio grupo de seguidores en Tenerife. Por su parte, Canarias Libre tuvo bastante arraigo en Gran Canaria en la década de los 60. Más allá de las islas capitalinas, ¿cuál fue el alcance de este tipo de movimientos en islas como Fuerteventura o Lanzarote?

-El grueso de los seguidores y militantes estaba en Tenerife y Gran Canaria. Que sepamos, en Fuerteventura no hubo grupos organizados. Sin embargo, Lanzarote fue una isla bastante activa, que llegó a organizar acciones de violencia política. Cabe destacar que, una vez que Cubillo regresó del exilio y fundó el partido Congreso Nacional de Canarias (CNC), la única vez que obtuvo representación fue en las elecciones municipales de 1987, consiguiendo una concejala en el municipio de Arrecife.

-Por último, el libro no aborda el intento de asesinato de Cubillo en Argel en 1978, ni su vuelta a Canarias en la década de 1980. ¿Por qué motivo?

-El libro es un análisis exhaustivo hasta el año 1966. No obstante, me tomo la licencia de alargar un poco esa cronología para tratar cuestiones novedosas que Cubillo introdujo en el nacionalismo canario, como son la violencia política y la acción diplomática, para que el libro no quedara incompleto. Sin embargo, para el estudio de la década de 1970 en adelante, incluyendo su intento de asesinato por parte del Estado español en Argel en 1978, el acceso a la documentación es limitado en los archivos estatales. Por ello, me limité a esbozar los elementos principales, sin entrar en detalle. El análisis de esa segunda etapa de Cubillo es complicado sin acceso a toda la documentación, y temía que el resultado no fuera del todo bueno. Mucha gente me dice que el libro te demanda a seguir, pero lo más sensato como investigador es esperar a que la documentación esté disponible para poder hacer un buen análisis.

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