La bebé de 13 meses murió ahogada en una playa de Gran Canaria después de que el procesado ejecutara de manera "precipitada y arriesgada" la maniobra de aproximación a tierra
Confirmados ocho años de cárcel para el patrón de la patera donde murió la niña Sephora
La bebé de 13 meses murió ahogada en una playa de Gran Canaria después de que el procesado ejecutara de manera "precipitada y arriesgada" la maniobra de aproximación a tierra
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de ocho años de cárcel impuesta al patrón de la barca en la murió en 2019 la niña marfileña Sahe Sephora Penielle, una bebé de 13 meses, la primera víctima de las pateras en Canarias a la que enterraron con su nombre y apellido tras más de dos décadas conviviendo con ese tipo de desgracias en las islas.
El Supremo ratifica que el acusado, el ciudadano marroquí Abdallah W., es culpable de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y de dos homicidios por imprudencia, el de Sephora y el de Justine Senekoke, otra mujer que se ahogó en el mismo accidente, cuya hija quedó bajo tutela del Gobierno canario.
Los hechos ocurrieron la noche del 16 de mayo de 2019 en la zona de Las Marañuelas, cuando se acercaba a un punto de la costa próximo al puerto de Arguineguín una patera con unos 30 ocupantes: unos 13 hombres magrebíes y 17 personas de origen subsahariano, entre ellas once mujeres y tres niñas pequeñas, según los hechos que declaró probados en su momento la Audiencia de Las Palmas.
La barquilla había salido cinco días antes de una playa de Marruecos, patroneada por el procesado, Abdallah W., con la colaboración ocasional de otros hombres no identificados.
Cuando se acercaban a Gran Canaria, el procesado "ejecutó de manera precipitada y arriesgada la maniobra de aproximación a tierra, lo que provocó la colisión de la nave con una roca y la caída de algunas personas al mar".
Abdallah W. dejó la patera sin gobierno antes de que eso ocurriera, saltó al agua y huyó de la zona, hasta que fue localizado y detenido quince días más tarde en Las Palmas de Gran Canaria.
Como consecuencia de la colisión, murieron ahogadas la bebé Sephora, que se deslizó al agua desde el pañuelo con el que la transportaba su madre -testigo protegida de la acusación- y Justine Senekoke, una mujer que viajaba con otra niña pequeña. Una tercera mujer también cayó al mar, pero se desconoce con certeza cuál fue su suerte, porque su cuerpo no apareció.
Aunque la condena ya había sido confirmada en apelación por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, la defensa recurrió al Supremo para alegar que su cliente había sido condenado sin pruebas y con vulneración de sus derechos.
En concreto, Abdallah W. sostenía que no patroneaba esa patera, sino que había llegado tiempo antes a Canarias.
Sin embargo, el Supremo da plena validez a los testimonios de los seis ocupantes de la barca que declararon ante el juez instructor, con la condición de testigos protegidos, que fue él quien gobernaba la patera y quien la dejó a su suerte cuando se acercaron a la costa, así como a los indicios recabados por la Policía, que lo corroboran.
Entre esos indicios aportados durante el juicio por la Policía figura una nota de voz recuperada del teléfono móvil de Abdallah W.. En ella, según contó al tribunal uno de los agentes que investigó el caso, se le escucha dar explicaciones en árabe al padre de otro de los ciudadanos marroquíes que inicialmente fueron detenidos por esos hechos, de los que más adelante fue exculpado.
El hombre le preguntaba dónde estaba su hijo y, en ese mensaje de voz, Abdallah W. le contesta que lo detuvieron porque no le hizo caso cuando le aconsejó que saltase antes de encallar y huyera, sino que se quedó a ayudar a los subsaharianos que cayeron al agua.
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