Ubicados en un enclave natural y paisajístico privilegiado de Fuerteventura, de gran importancia estratégica e histórica, cuentan con la categoría de Sitio Etnológico
El Gobierno declara Bien de Interés Cultural el conjunto de los hornos de cal de El Cotillo
Ubicados en un enclave natural y paisajístico privilegiado de Fuerteventura, de gran importancia estratégica e histórica, cuentan con la categoría de Sitio Etnológico
El Gobierno de Canarias ha aprobado la declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Sitio Etnológico, al conjunto de los cinco hornos del antiguo Puerto del Tostón, en el municipio de La Oliva, que se despliegan en un enclave natural y paisajístico único desde donde se puede apreciar gran parte de los acantilados de las playas vírgenes de El Cotillo.
El ámbito de protección comprende la delimitación en torno al conjunto, garantizando la existencia de un espacio protegido a su alrededor para evitar posibles edificaciones que perturben su contemplación, considerando la proximidad del núcleo urbano.
El territorio de Fuerteventura, desde el punto de vista geológico, está formado en gran parte de piedra calcárea o roca caliza, lo que permitió que se desarrollase en la Isla una importante "industria calera" desde finales del siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XX, de la que los principales exponentes arquitectónicos son la multitud de hornos de cal que se conservan.
Además, se generó una industria particular y familiar alrededor de la cal al construirse hornos en muchas casas majoreras para el consumo privado y local (caleras), siendo el material más usado en la construcción. Por lo tanto, Fuerteventura se convirtió en una importante exportadora de cal viva hacia el resto de las Islas y la Península, de tal manera que se pueden encontrar más de trescientos hornos de norte a sur representativos de esta parte importante de la historia del pueblo majorero.
Tras la conquista de Fuerteventura, El Cotillo adquirió una gran importancia como puerto natural para el comercio de orchilla, cereales y ganado. Es por ello que en el año 1700 se construyó la Torre del Tostón para defender este puerto estratégico de los frecuentes ataques de piratas bereberes, ingleses y franceses. Este fondeadero era conocido desde 1599 como Puerto de Roque y a partir de 1626 adquirió la denominación de Puerto del Tostón hasta derivar, desde mediados del siglo XX, en su nombre actual, Puerto de El Cotillo.
Los hornos de cal de El Cotillo
Los hornos de cal de El Cotillo conforman un bien singular respecto a la mayoría que se conservan en la Isla. En este caso, se trata de un conjunto de cinco hornos correlativos, ubicados en un enclave natural y paisajístico privilegiado de gran importancia estratégica e histórica, el Puerto del Tostón, como demuestra la construcción en el siglo XVIII en este mismo punto de la torre de defensa del Tostón (también denominada Castillo de El Cotillo), declarada Bien de Interés Cultural en 1985.
El conjunto se conserva en el acantilado de El Cotillo, en el mismo núcleo urbano, y está inventariado en la Carta Etnográfica del Cabildo de Fuerteventura como exponente de los más de 300 hornos que se conservan, tanto de producción familiar como de producción industrial, testimonio de la industria calera que existió durante siglos El estado de conservación es bueno, puesto que no se aprecian problemas estructurales y su estabilidad es adecuada.
Los hornos de cal son exponente de la sabiduría técnica que llevó a los canarios a poder subsistir económicamente en los periodos de sequía, explotando uno de los pocos recursos que ofrecía el suelo majorero mediante la extracción y comercialización de la piedra de cal. Hoy rememoran este pasado industrial de la Isla, cuyo valor etnográfico y etnológico se fundamenta en que son construcciones representativas de la cultura popular de Fuerteventura.
Comentarios
1 Sospechoso Lun, 18/03/2019 - 15:23
2 Majorero MADURO. Lun, 18/03/2019 - 19:11
3 Majorero MADURO. Lun, 18/03/2019 - 19:20
4 Majorero MADURO. Lun, 18/03/2019 - 19:26
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